“Todos los días mueren 20 personas por consumo de drogas, este hecho que sale hoy a la luz, lo que hace es sacudirnos Mi temor es que este “sacudirnos”, solo dure 24 horas”

La impactante noticia sobre cocaína adulterada en algunas regiones del conurbano, que hasta el momento provocó la muerte de 20 personas y de más de 50 internadas en grave estado, nos instó a consultar a un destacado especialista en el tema adicciones, el médico psiquiatra Georgi Weil.

El doctor Weil confesó: “no me sorprendió” que esto pudiera haber pasado. Puedo hablar desde mi ámbito, que es el de la medicina, no opinaría desde otro lugar. Los números de víctimas serán aún más grandes; y las consecuencias, más amplias que las que se están viendo ahora.

Antes de abordar el tema en profundidad, el especialista pidió analizar dos conceptos:

-El primero, el de la palabra “asesino”, cuya función es matar; el origen de la palabra es hashís, que eran los guerreros sirios de la época de las Cruzadas quienes, para tener una dimensión de violencia asesina más grande, se drogaban.

-El otro es sobre un trabajo importante, un estudio que hace Norman Ohler, sobre el uso de las drogas durante la Segunda Guerra, por parte del nazismo.  Desde 1937, los soldados consumían cantidades importantes de drogas que les permitían estar conectados y despiertos durante 72 horas. Muchos de ellos después morían por efecto de la química. Por lo cual “no estoy asombrado”.

Pero confesó sentirse desilusionado de que Aldous Huxley, cuando publica por 1930 Un Mundo Feliz, imagina que administrando una droga, que se llama soma, vamos a lograr la felicidad. “En realidad ninguna droga nos conduce a la felicidad”, afirmó.

Weil lleva 50 años de graduado como médico y luego se formó como psiquiatra en el Hospital Borda. “Cuando terminé mi formación en el hospital, pensé que había recorrido el infierno; y la verdad, fue nada más que el tren fantasma”, valoró.

Hay una idealización, hay una manera de trasmitir, en general entre la gente más joven, la idea de que la marihuana es inocua, “te levanta un poquito”, suelen decir. “La marihuana genera un efecto en el cerebro que es de una vez y para siempre”. Nuestros cerebros producen cannabinoides, que son naturales, pero en dosis muy bajas, cuya función es generar bienestar, actúan sobre el estado de ánimo. Pero al consumir cannabinoides vegetales, cuando “se fuma un pucho”, las cantidades son abismales, es como si se fumara un camión, y lo que hacen es inhibir las células del cerebro. Y allí comienza la adicción, y entonces, el individuo va a necesitar algo más. De la marihuana pasa a la cocaína, de ahí, debe hacer algo para vencer la depresión generada por esa droga, y bebe alcohol y allí, tenemos el ciclo completo.

“No hay nada ingenuo en el consumo de drogas”. Y enfatizó: “Decir cocaína envenenada es un oxímoron”.

No existe una entidad multidisciplinaria que actúe frente a este problema, no hay una decisión política de poner manos a la obra.

Acerca de cómo salir de lo que se percibe como “Estado ausente” para revertir esta tremenda situación Weil lanzó: “Estamos hablando del SEDRONAR que, en lugar de ocuparse del trabajo específico de asistencia, se dedica a la distribución de droga”.  “Se vio que esto sucedía en ambulancias y personal que comercializaban con drogas”. Me gustaría que cualquier funcionario, de cualquier área de Salud, me dijera cuál es el presupuesto destinado a la prevención de la adicción. “Ese número será seguramente cero”, expresó con tristeza.

Por otra parte, habló de todos los intereses que se entrecruzan con el negocio narco, cómo hay una cultura narco que se ha infiltrado.

Y eso lo confirman los centenares de muertos,  los centenares de discapacitados por efecto de las drogas, todos los días, que quedan marginados de la sociedad. “Lo que estamos viendo se llama ‘miseria’, expresada en un evento muy trágico que es la muerte en un día de muchas personas”.

“Todos los días mueren 20 personas por consumo de drogas”, y este hecho que sale hoy a la luz, lo que hace es sacudirnos. Mi temor es que este “sacudirnos” solo dure 24 horas y que  pase al olvido.

Como conclusión, el doctor Weil manifestó que no hay una  conceptualización político cultural  para poder tomar el tema, que no se va a arreglar en un año o en dos, pero “algún día hay que empezar”.

Redacción gentileza de la Profesora Cita Litvak