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El Gueto de Varsovia

¿Que tuvieron en común Władysław Szpilman, cuyas memorias constituyen la base del argumento del largometraje El Pianista dirigido por Roman Polański; Marcel Reich-Ranicki, famoso crítico literario nacionalizado en Alemania; Simon Pullman, director de la orquesta sinfónica del gueto de Varsovia, Mordechai Anielewicz, líder del Levantamiento del gueto de Varsovia, Adam Czerniaków, Marek Edelman y Bronisław Geremek?

Todos vivieron y en algunos casos murieron en el Gueto de Varsovia. Los que sobrevivieron lo hicieron solo para ser transferidos a algún campo de concentración o exterminio.

En noviembre de 1940, 380.000 judíos fueron internados, aunque mejor es decir hacinados, en el gueto de Varsovia. Más de 80.000 murieron a causa de las condiciones que reinaban en el lugar, especialmente amontonamiento y hambruna. No obstante los artistas y los intelectuales continuaron sus actividades creativas. En julio de 1942, comenzaron las deportaciones a los campos de exterminio.

El gueto de fue establecido por la Alemania nazi en medio de la capital polaca. Los nacionalsocialistas, que habían invadido Polonia un año antes, hicieron construir un muro de 3 metros de alto a su alrededor, que dividía Varsovia en una zona residencial para polacos y alemanes, y otra para los residentes judíos de la ciudad.

Antes de la guerra vivían en la capital de Polonia unos 375.000 judíos, casi un 30 por ciento de la población. Después de la rendición ante Alemania los judíos de Varsovia fueron sometidos a brutales ataques y reclutados por la fuerza a realizar trabajos forzados. En noviembre de 1939 se legislaron las primeras medidas contra los judíos.

Fueron obligados a llevar brazaletes de color azul y blanco con la Estrella de David y se tomaron varias medidas de carácter económico cuyo resultado fue la pérdida del sustento para la mayoría de los judíos. Asimismo, se constituyó un Judenrat bajo la presidencia de Adam Czerniakow. No se permitió el funcionamiento de ninguna otra organización de ayuda social.

El 16 de noviembre de 1940 los judíos de Varsovia fueron encerrados en el gueto. Sus habitantes comprendían un tercio de la población de la ciudad; el gueto ocupaba una superficie equivalente al 2.4% de la misma.

Decenas de miles de refugiados expulsados a Varsovia aumentaron a 450.000 el número de personas confinadas.

Rodeados por un muro que fueron forzados a construir, bajo una vigilancia severa y violenta, los judíos fueron aislados del mundo exterior. Dentro del gueto sus vidas transcurrían entre una lucha porfiada por la vida o la muerte por enfermedad y hambre. El hacinamiento llegaba a 6 y 7 personas por habitación y las raciones de alimentos constituían no más de un diez por ciento de los requerimientos diarios de un ser humano. La actividad económica era insuficiente y en su mayor parte ilegal. Esto incluía el contrabando de comida. Los que participaron en actividades económicas «ilegales» o que poseían algún ahorro constituyeron la mayoría de los que lograron sobrevivir por algún tiempo.

Pero las murallas no paralizaron la creación cultural de sus habitantes. Intelectuales, científicos y artistas no interrumpieron sus actividades a pesar de las circunstancias que los rodeaban. Por el contrario, la ocupación nazi y la expulsión al gueto impulsaron a muchos artistas y creadores expresar la tragedia que conmocionó su existencia. En el gueto funcionaron bibliotecas clandestinas, el archivo «Oneg Shabat», muchos movimientos juveniles e incluso una orquesta sinfónica. El libro, el estudio, la música y el teatro se convirtieron en un refugio ante la triste realidad que los rodeaba y en una remembranza de días mejores.

El hacinamiento convirtió al gueto en un foco de epidemias y de mortalidad masiva, ante las cuales las instituciones comunitarias judías, especialmente el Judenrat y las organizaciones de caridad fueron impotentes. Durante toda la existencia del gueto de Varsovia murieron más de 80.000 personas dentro del mismo. En julio de 1942 comenzaron las deportaciones al campo de exterminio de Treblinka.

Al recibir las primeras órdenes de deportación el presidente del Judenrat, Adam Czerniakow, se negó a tomar parte en la preparación de las listas de candidatos a la expulsión y 23 de julio de 1942 se suicidó.

Pero el 12 de febrero de 1943 Heinrich Himler ordenó su destrucción total.

Hasta 500.000 personas fueron arrastradas hasta este gueto, hacinadas, casi sin espacio, prácticamente sin agua potable ni comida. Las imágenes del gueto muestran el horror del día a día; también incluyen tomas del otro lado del muro.

Cuando los informes sobre los asesinatos en masa en el centro de exterminio de Treblinka se filtraron en el gueto, un grupo de sobrevivientes, en su mayoría jóvenes, formó una organización llamada Z.O.B. (por su nombre en polaco Zydowska Organizacja Bojowa que significa Organización Judía de Combate). La Z.O.B., dirigida por Mordejai Anielewicz, de 23 años, emitió una proclama que llamaba al pueblo judío a resistirse a ir a los vagones del ferrocarril.

En enero de 1943, los combatientes del gueto de Varsovia abrieron fuego contra las tropas alemanas cuando intentaban arrestar a otro grupo de sus habitantes para deportarlos. Los combatientes utilizaron un pequeño arsenal de armas que habían introducido de contrabando. Después de algunos días, las tropas se retiraron. Esta pequeña victoria inspiró a los combatientes a prepararse para una resistencia futura.

El levantamiento comenzó el 19 de abril de 1943, luego de que la policía y las tropas alemanas ingresaran para deportar a los habitantes sobrevivientes. Setecientos cincuenta combatientes lucharon contra los alemanes, que estaban bien entrenados y tenían mucho armamento. Los combatientes pudieron mantenerse durante casi un mes, pero el 16 de mayo de 1943, el levantamiento terminó. Lentamente, los alemanes habían aplastado la resistencia. De los más de 56.000 judíos capturados, aproximadamente 7.000 fueron fusilados, y los restantes fueron deportados a los campos.

Hoy solo unas marcas en las calles recuerdan su trazado. El gueto fue arrasado por los nazis y la multicultural vida en Varsovia y Polonia prácticamente desapareció. Testigos de esa época recuerdan la vida sin preocupaciones en la Varsovia de antes de la guerra y la vida en el gueto.

 

 

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