¿Nueva fase de la invasión a Ucrania?

Por Ricardo López Göttig

Al llegar a las cuatro semanas de la guerra de invasión, el régimen de Vladímir Putin anunció una nueva fase, que es la de concentrarse en las regiones más al Este de Ucrania, Lugansk y Donetsk, en donde estableció las “repúblicas populares” ya en abril de 2014. Estas autoproclamadas repúblicas, que sólo fueron reconocidas formalmente por Rusia poco antes del inicio de la guerra, ocupaban un tercio de las respectivas regiones, acumulando ocho años de tensión y un período en el que murieron unas catorce mil personas por los enfrentamientos entre las partes. Mayoritariamente de lengua rusa, en la región de Donbas, probablemente actuarían como una zona buffer entre Ucrania y Rusia al terminar la guerra.

Territorio ucraniano está siendo recuperado por el ejército local, ante el repliegue ruso. El numeroso ejército ruso desplegado en suelo ucraniano ha ido poniendo en evidencia una serie de problemas logísticos, que fue retrasando o impidiendo el avance rápido hacia las grandes ciudades. Kiev, a un mes del comienzo de la invasión, sigue sin ser ocupada, y esto exhibe a un gigante con serios problemas para mantenerse en pie. De allí que el líder ruso Vladímir Putin haga un cambio y se proponga concentrar todos los recursos militares en la zona más oriental de Ucrania, a fin de consolidar a esas regiones secesionistas. Como parte de sus aspiraciones, estaría el completo control del mar de Ázov, por lo que la ciudad de Mariúpol sigue siendo el único escollo que aún le queda para ese objetivo.

Ante la pérdida notable en el campo de la opinión pública internacional y a la ausencia de avances significativos en el terreno, se abre la posibilidad –remota todavía- de alcanzar un acuerdo de coexistencia entre Rusia y Ucrania. El presidente Volódymir Zelensky viene emitiendo señales de que está dispuesto a ceder en la cuestión de la membresía de su país a la OTAN, un objetivo excesivamente lejano en la práctica. Faltaría definir qué se entiende por “neutralidad”, cuáles habrán de ser las nuevas fronteras, si la Ucrania de postguerra tendrá vía libre para incorporarse a la Unión Europea, si el gobierno ucraniano denunciará ante la Corte Penal Internacional los crímenes de guerra, y la devolución a sus naciones de origen de los prisioneros. Mientras haya negociaciones, ambas partes proseguirán los combates, intentando fortalecer en el terreno sus respectivas condiciones.

Es imposible saber, aún, si está será una guerra de poco más de un mes, o una extensa como la de Yugoslavia. Deberíamos prepararnos para la segunda opción.