El 70% de los peruanos “quieren que literalmente se vayan todos”

Augusto Álvarez Rodrich, periodista peruano, conversó con Radio Jai sobre la crisis política y social que atraviesa su país, en un contexto de protestas y una declaración fallida de toque de queda. 

“La historia de los últimos días comienza la semana pasada cuando hay una protesta en la zona andina central del país por el alza de los precios de los combustibles”, explicó el entrevistado. El 28 de marzo, comenzó un parto de transportistas al que luego se le sumaron otros gremios, reclamando una intervención estatal para la reducción del precio de la nafta y el gasoil.

Las protestas continuaron durante toda la semana, motivo por el cual, durante el fin de semana, el gobierno decidió otorgar como concesión la eliminación del impuesto al combustible. Sin embargo, los manifestantes no desistieron. El lunes, los camioneros y conductores de vehículos de transporte de pasajeros volvieron a salir a las calles.

Progresivamente, el número de manifestaciones fue incrementándose, tomando las mismas carácter cada vez más violento. Fueron quemadas casillas de peaje, tiendas fueron saqueadas, y se registraron enfrentamientos con la policía. Alrededor del país, las protestas provocaron cinco muertos, y resultaron en por lo menos 20 detenidos. 

Ante las creciente movilización social contra el gobierno, la respuesta del presidente Pedro Castillo fue poco convencional: la declaración del toque de queda en las provincias de Lima y Callao, con prácticamente nada de antelación:  “A las 12 de la noche dijo: ‘como todo está muy revuelto hay toque de queda dentro de dos horas”, detalló Álvarez Rodrich. 

Según el decreto, el toque de queda se extendería por un total de 22 horas hasta las 23:59 del día martes. Empero, se generó una desobediencia civil, la gente volvió a salir a las calles, por lo que, “el presidente se vio acorralado […] y al final dio marcha atrás”, anulando el estado de emergencia a las 17 hs. 

Sin embargo, el levantamiento de las restricciones no mejoró la situación del gobierno: “Algo se ha tranquilizado, pero hay cinco personas fallecidas, y todo lo que hace el gobierno enerva más a la gente”, explicó el periodista, añadiendo que los ministros hicieron sucesivas declaraciones minimizando las consecuencias de la crisis. Entre las mismas, se destacó la del ministro de Seguridad, quien declaró: “¡No ha habido nada más! Son cuatro [los muertos]”.

Por último, Álvarez Rodrich se refirió a la gran inestabilidad del gobierno de Pedro Castillo, remarcando que las posibilidades de que se mantenga en pie por más de un año más son muy reducidas. Aquello se debe, en primer lugar, a que “la proyección de crecimiento para este año es 9%, las empresas lo que están haciendo es simplemente aguantar”. Además, existen fuertes rupturas dentro del propio gobierno, evidenciado por el hecho de que “gran parte de las protestas son organizadas desde el mismo gobierno […] grupos radicales han tomado los ministerios de transporte y minas”, desde los cuales consiguen impulsar movilizaciones como las de la última semana. En este contexto, lo que el 70% de la población estaría buscando es “que literalmente se vayan todos”.

Afortunadamente, según explicó el entrevistado, “el único escenario que tiene cero posibilidades es un golpe militar”, desarrolló que “hoy en día, la fuerza armada se ha vuelto muy institucionalista” por lo que aquella opción definitivamente no se encuentra sobre la mesa. 

Redacción gentileza de Tomás Polakoff