Los palestinos vandalizaron e incendiaron la tumba de José

Bennett promete que los alborotadores responsables de ‘violar un lugar sagrado’ serán capturados; Gantz dice que el santuario, cerca de Nablus en Cisjordania, será reparado rápidamente.

El primer ministro Naftali Bennett se unió a la condena el domingo del incendio provocado y el vandalismo de la Tumba de José cerca de la ciudad cisjordana de Nablus, y dijo que estaba consternado por las imágenes del daño al santuario.

“Durante la noche, los palestinos destruyeron la Tumba de José. Docenas de manifestantes palestinos en una campaña de destrucción simplemente violaron un lugar sagrado para nosotros, los judíos”, dijo Bennett al comienzo de la reunión del gabinete.

“Rompieron la lápida de la tumba, prendieron fuego a las habitaciones del complejo. Vi las fotos y me sorprendió”, dijo.

“No toleraremos tal asalto en un lugar que es santo para nosotros, en la víspera de la Pascua, y llegaremos a los alborotadores”, dijo. “Y, por supuesto, nos aseguraremos de reconstruir lo que destruyeron, como siempre hacemos”.

Alrededor de 100 palestinos irrumpieron en el sitio durante la noche, se amotinaron y lo incendiaron, antes de que las fuerzas de seguridad palestinas los dispersaran y destrozaran los objetos del interior, dijo el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, Brig. dijo el general Ran Kochav.

Las imágenes en las redes sociales mostraban partes de la tumba dentro del santuario destrozadas y carbonizadas.

Los disturbios se produjeron en medio de enfrentamientos entre palestinos armados y soldados de las FDI en el cercano campo de refugiados de Balata en el área de Jenin.

Las FDI confirmaron que las fuerzas especiales, incluidas las tropas de la unidad naval de élite Shayetet 13, realizaron búsquedas de armas en el área y arrestaron a ocho palestinos sospechosos de actividades terroristas.

Las imágenes mostraban a decenas de palestinos entrando en el sitio y rompiendo objetos en el interior. La tumba es venerada por judíos, cristianos y musulmanes, y a menudo ha sido un foco de violencia.

Algunos judíos creen que el José bíblico está enterrado en la tumba, mientras que los musulmanes dicen que allí está enterrado un jeque. El ejército escolta a los fieles judíos al lugar varias veces al año, en coordinación con las fuerzas de seguridad palestinas.

Anteriormente, el ministro de Defensa, Benny Gantz, dijo que el vandalismo fue un “evento grave” y dijo que había enviado un “mensaje fuerte” a la Autoridad Palestina sobre el ataque al santuario.

“El vandalismo de la Tumba de José es un hecho grave y una grave violación de la libertad de culto en uno de los lugares más sagrados para todos los judíos. Viola los sentimientos de toda la nación judía, especialmente cuando ocurre durante el mes sagrado musulmán”, dijo Gantz en un comunicado, que publicó en hebreo, árabe e inglés.

Gantz dijo que Israel trabajará rápidamente para “garantizar que el sitio se restaure y se devuelva rápidamente a su estado original”.

El ministro agregó que se tomarán “todas las medidas necesarias” para evitar que se repita tal ataque.

Gantz concluyó diciendo que le dijo a la Autoridad Palestina que debe aumentar la seguridad y tomar medidas contra los alborotadores.

“Esta mañana, entregué un fuerte mensaje a la Autoridad Palestina, exigiendo el refuerzo inmediato de sus funcionarios en el lugar y una acción decisiva contra los alborotadores y terroristas que dañan la estabilidad y la seguridad en los lugares sagrados”, dijo Gantz.

El canciller Yair Lapid, en un comunicado, deploró el ataque e instó a la calma.

“Atacar lugares sagrados es atacar el corazón de un pueblo. Los palestinos que arrasaron la Tumba de José buscan sembrar destrucción y devastación durante un festival sagrado. Este es un daño grave no solo para la tumba en sí, sino también para los sentimientos más profundos del pueblo judío”, tuiteó Lapid.

“Llevaremos a los perpetradores ante la justicia y repararemos la Tumba de José. Hago un llamado a todos para promover la calma y la tranquilidad”.

La Tumba de José está ubicada dentro del Área A de Cisjordania, que está oficialmente bajo el control total de la Autoridad Palestina, aunque el ejército israelí realiza actividades allí. Las FDI prohíben que los ciudadanos israelíes ingresen al Área A sin autorización previa.

A los peregrinos judíos generalmente solo se les permite visitar la tumba una vez al mes bajo una fuerte vigilancia armada. Durante estas visitas, los palestinos suelen arrojar piedras a las tropas y, en ocasiones, las atacan con cócteles Molotov y disparos.

El santuario también ha sido incendiado en el pasado.

El ataque de la noche a la mañana se produjo durante el mes sagrado musulmán del Ramadán, a menudo un período de alta tensión en Israel y Cisjordania.

Israel ha visto cuatro ataques terroristas mortales en las últimas semanas y ha aumentado las medidas de seguridad en respuesta, además de llevar a cabo una serie de redadas en Cisjordania.

Fuente: The Times of Israel