Comienzan a conocerse los nombres y las historias de las víctimas del tiroteo de Texas

Poco a poco comienzan a conocerse los nombres de las víctimas del tiroteo en la escuela de Uvalde, Texas: “No den un segundo por sentado. Abracen a su familia. Díganles que los aman”. Padres de los escolares, vecinos de la zona y familia esperaron hasta altas horas de la noche en un centro cívico cercano para verificar si sus hijos habían sobrevivido al ataque o si estaban entre los muertos, informó CNN.

19 niños y dos maestras fueron asesinadas el martes en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, de Texas. Según las autoridades, es el tiroteo escolar más mortífero en la historia de Texas y el tiroteo escolar más significativo en la historia de Estados Unidos desde Sandy Hook en 2012.

El tirador entró al salón de clases y se atrincheró cubierto con un chaleco antibalas: “comenzó a dispararle a cualquiera que se interpusiera en su camino”, dijeron las autoridades el miércoles al detallar el incidente. Rompieron las ventanas para que algunos pudieran escapar.

El autor del crimen, Salvador Ramos, es un joven de 18 años, que según las autoridades, discutió con su abuela antes de cometer el crimen. El joven había subido a las redes sociales fotografías de las armas que había comprado de forma legal en una tienda de la localidad.

De acuerdo con algunos vecinos, la abuela sabía de los planes de su nieto y quiso impedir que los llevara adelante, por lo cual Ramos disparó contra su abuela, de 66 años, quien fue trasladada a un hospital de San Antonio y se encuentra en estado crítico.

El joven vivía con sus abuelos, ya que la madre vivía en otro poblado y el padre no se habría ocupado nunca.

Según contó uno de los padres entrevistados por la cadena CNN, el joven sufría de bullyng, su hijo le había contado que conocía a alguien que le gustaba pegarle.

El Papa Francisco se manifestó desconsolado ante la masacre: “Es hora de decir ‘basta’ al comercio indiscriminado de armas”, y pidió un nuevo compromiso “para que tragedias como esta no puedan volver a ocurrir”.

El Papa lleva años arremetiendo contra la industria armamentística, calificando a los fabricantes de “mercaderes de la muerte”.

Salvador Ramos fue abatido por la policía.