“Es una aeronave de transporte estratégico de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana” Serbin Pont

Andrei Serbin Pont es Dr. en Relaciones Internacionales, graduado de la Universidad Complutense de Madrid, Magister en Relaciones Internacionales también en San Pablo, Brasil, y es egresado del Curso Superior en Defensa Nacional y en diálogo con Radio Jai comentó sobre el vuelo venezolano-iraní que preocupa en la Argentina.

El experto viene siguiendo con detalle las noticias acerca de este inquietante episodio, explicado por Agustín Rossi de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en un tono de hipótesis y especulaciones como un simple avión donde los Iraníes eran instructores de vuelo de los venezolanos.

“Me sorprende la poca precisión proveniente de un funcionario de alto cargo, como es Agustin Rossi, quien por el lugar que ocupa y la institución que representa debiera haber ofrecido certezas y esclarecimiento a la población”.

-En términos de realidad-, la empresa iraní MAHAN AIR prestó tripulación a EMTRASUR (filial de Conviasa, empresa estatal de aviación de Venezuela), para capacitar en vuelos 747. “Resulta absurdo pensar que un avión deba llevar cuatro meses volando por distintas partes del mundo para otorgar capacitación a la tripulación”. “No es el modo de la capacitación de vuelo para un 747, y sabemos que esa misma tripulación ya realizó otros vuelos”.

El entrevistado explicó a Radio Jai la importancia de conocer de dónde procede este avión y cuál es el marco institucional que lo respalda, para entender la relevancia del tema.

“Esta aeronave es ex Mahan Air.  Mahan es una empresa iraní que trabaja para la Guardia Revolucionaria Islámica, encargándose de la logística y transporte de pertrechos de guerra, para socios estatales y paraestatales en Medio Oriente. Este tipo de aerolíneas aprovechan ciertos vacíos legales para obtener facilidad y flexibilidad para moverse transportando armas y otro tipo de cargas que no quedan del todo claras.

Venezuela comienza a encontrarse en una situación similar a Irán, en el sentido de que cercada por el creciente aislamiento internacional, le es difícil acceder a ciertos bienes, por lo que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana encuentra la forma de tener un transporte estratégico e ir proveyéndose en algunas partes del mundo, evitando las dificultades y controles que debiera atravesar una aeronave militar. Los iraníes entonces asesoran a Venezuela para crear una empresa estatal bajo la órbita de CONVIASA, que figura como empresa de aviación civil pero se encarga del ensamblado de drones iraníes para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Es una aeronave de transporte estratégico de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Que se presente como EMTRASUR es solo en los papeles, – destacó el profesional-, dado que, se necesita un marco legal para poder operar de esta manera.

Consultado por Radio Jai respecto de la decisión oficial de ignorar las alarmas regionales que daban cuenta de la existencia de la aeronave, -en especial de Uruguay y Paraguay, países que fueron testigos de la falta de transparencia de esta aeronave- , el especialista en Diplomacia acentuó el vínculo que existe entre incompetencia y complicidad en el marco de las autoridades, señalando la dudosa posibilidad de que Argentina no contara con los recursos suficientes para advertir la llegada de la aeronave y sus implicancias.  “Argentina debió iniciar una investigación inmediatamente posterior a la llegada de la aeronave, considerando los vínculos de ésta con Irán y con AL QUDS ( división de la Guardia Revolucionaria Islámica especializada en inteligencia militar).

El problema, -explicó-, es depender de Uruguay, Paraguay, el desvío a Córdoba captado fotográficamente por aficionados, que llevó a que esta aeronave no lograra volar “por debajo del radar”. Ya la investigación es inevitable debido al revuelo y al escándalo diplomático que ha provocado. Tomando como punto de partida altamente sospechoso, el hecho de que hubiera 19 miembros de la tripulación y se confiscaran 18 celulares. Resulta impensable que uno de ellos viajara sin celular. Sumado a la demora en requisar los celulares, lo que otorgó suficiente tiempo a que pudieran deshacerse de valiosa información.

Por otra parte, -y en el contexto de la dimensión internacional de este escándalo-, Serbin Pont manifestó la existencia de un elemento importante como es la identidad del piloto de la aeronave, el iraní Gholamreza Ghasemi Abbas, que es un oficial retirado de Quds y director ejecutivo de Qeshm Fars, que es una subsidiaria de Mahan Air, y presta tripulación a Venezuela. Aun cuando no haya sobre su persona un alerta internacional, su identidad y sus antecedentes ameritan una investigación. Para Estados Unidos, Al Quds es considerada una organización terrorista.

Este acontecimiento es importante en el contexto geopolítico en el que se inscribe: además de los detalles de la aeronave y su procedencia, se agregan los dos atentados terroristas en Argentina, se suma el hecho de que vemos desde hace quince años una consolidación entre Venezuela e Irán, donde Irán es una nación proactiva en la profundización de su presencia regional; el viaje de Maduro a Teherán, el viaje de Alberto Fernández a la Cumbre de las Américas y las protestas presentadas allí; todo esto conforma una combinación de factores que no pueden pasar desapercibidos aun si se lo intenta. Resalto la necesidad de atender a las discrepancias e irregularidades existentes entre las listas de tripulantes presentadas el sábado y las presentadas el domingo.

Serbin Pont se mostró pesimista respecto del destino de la investigación que este incidente tenga para la Argentina: “Seguramente se les devolverán los pasaportes a todos los tripulantes y no los volvamos a ver. La aeronave quedará acá a modo de recordatorio de que no se hizo nada ante esta situación. Si bien es preocupante la percepción que nuestros vecinos tengan de esta situación, me preocupa más constatar las falencias que tenemos en materia de seguridad estratégica, que genera vulnerabilidades muy importantes en el ámbito de la inteligencia”.

Un detalle más para la complejidad de la situación son los pasaportes de los venezolanos del avión, que tienen una huella digital muy reducida, lo que generó dificultades para construir perfiles en redes online de sus identidades, lo que se corresponde con personas que cumplen funciones que exigen un cierto nivel de discreción.

“Necesitamos que el Estado nos esclarezca con certeza acerca de lo que pasó”.

Redacción gentileza de la Licenciada Diana Antebi

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