Eficaz tratamiento para millones de personas que sufren los síntomas del COVID-19 a largo plazo
Investigadores de la Universidad de Tel Aviv expusieron a los pacientes con síntomas del COVID-19 a largo plazo a un tratamiento intensivo de Oxigenoterapia Hiperbárica (HBOT) y descubrieron una significativa mejora en las funciones cognitivas, neurológicas y psiquiátricas.
Un nuevo e innovador estudio de la Universidad de Tel Aviv, el primero de ese tipo en el mundo, descubrió un tratamiento promisorio para los síntomas de COVID-19 a largo plazo, basado en una avanzada oxigenoterapia hiperbárica (HBOT). El COVID a largo plazo, que afecta a más del 30% de los pacientes contagiados por el coronavirus, se caracteriza por una gama de síntomas cognitivos debilitantes, como la incapacidad de concentración, la niebla cerebral, el olvido y la dificultad para recordar palabras o pensamientos, que perduran por más de tres meses, y a veces, hasta dos anos. Hasta la fecha, han sido recomendadas terapias no eficaces, dejando a muchos millones de sufrientes en el mundo, sin remedio alguno. Los investigadores señalan: “Nuestro estudio es el primer ensayo controlado aleatorio que demuestra una solución real para el COVID prolongado. Los pacientes expuestos a un protocolo intensivo de tratamientos con HBOT mostraron una significativa mejora en comparación con el grupo de control. Para los millones de personas que padecen síntomas de COVID a largo plazo, el estudio proporciona una nueva esperanza de recuperación”.
El estudio fue llevado a cabo por el Centro Sagol de Medicina e Investigación Hiperbáricas, de la Universidad de Tel Aviv y el Centro Medico Shamir (Assaf Harofeh). Fue dirigido por el Prof. Shai Efrati, director del Centro Sagol y miembro de la Facultad de Medicina Sackler y la Escuela de Neurociencia Sagol, y por la Dra. Shani Itskovich Zilberman, del Centro Sagol de Medicina Hiperbarica, y de la Facultad de Medicina Sackler, de la Universidad de Tel Aviv. Otros participantes fueron la Dra. Merav Catalogna, científica principal de datos del Centrlo Medico Shamir (Assaf Harofeh) y el Dr. Amir Hadanny del Centro Sagol y la Facultad de Medicina Sackler, de la Universidad de Tel Aviv. El trabajo fue publicado en Scientific Reports.
El Prof. Efrati explica: “Hoy entendemos que en algunos pacientes, el COVID-19 penetra el cerebro a través de la placa cribiforme, la parte del cráneo ubicada precisamente encima de nuestra nariz, y desencadena un daño cerebral crónico, principalmente en las regiones cerebrales del lóbulo frontal, responsables de la función cognitiva, el estado mental y la interpretación del dolor. En consecuencia, la experiencia de los pacientes afectados experimentan un deterioro cognitivo a largo plazo, con síntomas como la niebla cerebral, la pérdida de concentración y la fatiga mental. Además, debido a que el lóbulo frontal esta dañado, los pacientes pueden sufrir trastornos de estado de ánimo, depresión y ansiedad”.
Estos síntomas clínicos, identificados en los pacientes en todo el mundo, fueron corroborados por la Organización Mundial de la Salud, en una definición oficial denominada “COVID a largo plazo”, emitida en Octubre de 2021, incluyendo a la disfunción cognitiva como uno de los síntomas comunes. Un estudio reciente de las Universidades de Cambridge y Exeter dio cuenta que el 78% de los pacientes con COVID a largo plazo, experimentaron dificultades con la concentración, el 69% dio cuenta de niebla cerebral y el 68% dio cuenta de olvidos. Por ende, los efectos del COVID-19 a largo plazo puede deteriorar la calidad de vida de los pacientes que lo padecen y aun no se ha encontrado ningún tratamiento eficaz. En nuestro estudio aprovechamos la oxigenoterapia hiperbárica que ya probado ser eficaz en los tratamientos de otras lesiones cerebrales (como los accidentes cerebrovasculares, los traumatismos, un deterioro cognitivo relacionado con la edad y el TEPT, el Trastorno por Estrés Postraumático, resistente al tratamiento), para el esfuerzo global de hallar una solución para el COVID-19 a largo plazo”.
El estudio, diseñado como un ensayo clínico prospectivo, aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo, incluyo a 73 pacientes que dieron cuenta de síntomas cognitivos post COVID-19, como la incapacidad para concentrarse, la niebla cerebral, los olvidos y las dificultades para repetir palabras o pensamientos, que persistían por más de tres meses tras una prueba PCR que confirmaba el contagio de COVID-19.
Los participantes fueron divididos en dos grupos: 37 pacientes recibieron el tratamiento de oxigenoterapia hiperbárica, mientras que 36 pacientes sirvieron como un grupo de control simulado, recibiendo el tratamiento con placebo. Tanto los pacientes como los investigadores desconocían los protocolos de tratamiento designados. El protocolo singular consistió en 40 sesiones diarias de oxigenoterapia hiperbárica, cinco sesiones semanales en un periodo de dos meses, en las que los pacientes ingresaban en una cámara de oxigenoterapia hiperbárica de varias plazas y respiraron 100% de oxigeno por mascara a 2 atmósferas absolutas (ATA) durante 90 minutos, con fluctuaciones del oxígeno. El grupo de control recibió el tratamiento placebo, respirando el aire normalmente. Además, todos los participantes pasaron un test cognitivo computarizado, así como una Resonancia Magnética cerebral de alta resolución en dos momentos-cuando ingresaban al ensayo y tras completarlo.
Los resultados fueron muy alentadores: los pacientes tratados con oxigenoterapia hiperbárica mostraron una mejoría significativa, mientras que en el grupo de control, los síntomas del COVID a largo plazo permanecieron prácticamente sin cambios. En los pacientes tratados con oxigenoterapia hiperbárica, las mejoras más importantes fueron exhibidas en la función cognitiva global, en la atención y en las funciones ejecutivas (la capacidad de planificar, organizar, iniciar, monitorear y controlar las propias respuestas a fin de lograr un objetivo). Otros de los beneficios fueron un procesamiento más rápido de la información, una mejora en los síntomas psiquiátricos, más energía mental, una mejor calidad del sueño, y menos dolor corporal. Todos los resultados clínicos fueron correlacionados con las imágenes cerebrales de los pacientes, indicando un importante cambio en las partes del cerebro relacionadas con cada una de las funciones, que habían sido visiblemente dañadas por el coronavirus.
La Dra. Shani-Itskovich Zilberman, agrega: “Sabemos que la oxigenoterapia hiperbárica repara el daño cerebral a través de un proceso de regeneración, generando nuevas neuronas y vasos sanguíneos. Creemos que los efectos beneficiosos de este singular protocolo de tratamiento en este estudio, pueden ser atribuidos a la renovación de la neuroplasticidad, y al aumento de la perfusión cerebral en las regiones asociadas a las funciones cognitivas y emocionales”.
El Prof. Efrati concluye, diciendo: “Por primera vez, nuestro estudio propone un tratamiento eficaz para el debilitamiento del síndrome del COVID a largo plazo, reparando el danos cerebrales con un protocolo intensivo de oxigenoterapia hiperbárica. Además, el estudio revela el daño biológico real inducido a los tejidos cerebrales por el coronavirus, y como la reparación de estos daños reduce los síntomas y hasta puede eventualmente, derivar en la recuperación. Desde una perspectiva más amplia, estos hallazgos pueden también sugerir que otros síndromes neurológicos y psiquiátricos podrían ser desencadenados por agentes biológicos como los virus, abriendo nuevas posibilidades para tratamientos futuros”.
Fuente: Universidad de Tel Aviv
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