La transformación geopolítica y geoeconómica del escenario internacional
El término Geopolítica, se acuñó por 1905, lo que nos señala que se trata de una disciplina reciente, que va a tomar relevancia en los años 30, del siglo pasado, pero es para el período posterior a la 2ª Guerra Mundial, por los años 60/70, que su estudio y aplicación adquiere importancia, y una simple definición es, la disciplina que estudia como se dispone del espacio geográfico y que impacto tiene éste desde la política, que sirve para la toma de decisiones y elaboración de estrategias políticas.
Dentro de la Geopolítica, entre las teorías que se construyen para analizar los escenarios actuales y/o emergentes, quizás la más conocida es la de Halford MacKinder, “Heartland”, que divide al mundo en diversas regiones o zonas, siendo la “pivote o heatland”, la que se debe controlar para lograr el poder global, pero en síntesis, la Geopolítica es el estudio de las interrelaciones de factores humanos y geográficos sobre la Política y las Relaciones Internacionales.
Ahora bien, conociendo en que se ocupa esta disciplina, y enfocándonos en el panorama actual, podemos señalar que se está produciendo una transformación geopolítica, provocada por al menos dos factores:
- Incertidumbre, que se manifiesta en una ralentización o freno de la globalización
- Inseguridad, que se expresa en la escalada de las crisis y los conflictos.
Estos factores, conducen a lecturas y aplicación de distintas estrategias, que han quedado recientemente de manifiesto en las últimas cumbres o reuniones internacionales, a saber:
- La Cumbre de los BRICS
- La Reunión del G7
- La Cumbre de la U.E., y
- La Cumbre de la OTAN
Veamos la primera, en la Cumbre de los BRICS, ha quedado de manifiesto el liderazgo de China y su visión estratégica en base a reactivar el conflicto Norte/Sur, en recrear una nueva versión del Movimiento de No Alineados, en la resolución concensuada de crisis y/o conflictos entre sus miembros, por el caso la controversia fronteriza entre China e India, y adoptar una posición de apoyo a la invasión rusa a Ucrania o bien la abstención a condenarla.
Por su parte, en la Cumbre del G7, en Alemania, se reafirmó la conformación de un bloque contrario al constituido por China y Rusia, en relación a la primera de las autocracias, proveer a países en vías de desarrollo, de una ayuda financiera para infraestructuras como alternativa al proyecto chino de la Ruta de la Seda, y en relación a la segunda, la implementación de nuevas sanciones económicas y financieras, como ser por ejemplo, el bloqueo a las exportaciones de oro.
En cuanto a la Cumbre de la U.E., en Bruselas, se decidió aprobar un proceso de ampliación del bloque europeo, que quedó concretada con acceder a la candidatura de ingreso a Moldavia y a Ucrania, lo que refleja, por un lado, la importancia estratégica que han adquirido los países de Europa Central, y por el otro, la reafirmación del apoyo a los Estados amenazados por la visión revisionista imperial de Moscú, incluidos los Estados del Báltico.
Por último, en la Cumbre de la OTAN, en España, se asentaron las bases de una nueva y ampliada visión estratégica, que va más allá del Atlántico y Europa, para extender sus intereses y objetivos a la Cuenca Indo-Pacífico, que se vio reflejado con la presencia y participación de, Corea del Sur, Japón, Australia y Nueva Zelanda, lo que señala la visión de Washington de contención de las pretensiones de Beijing, y también, se reafirmó el apoyo diplomático y logístico-militar a Ucrania, lo que resume esta “nueva concepción estratégica” de la Alianza Atlántica, es considerar a Rusia como la amenaza real y a China como el adversario sistémico.
En esa línea de pensamiento estratégico, se puede apreciar por ejemplo, el aumento en los respectivos presupuestos del Sector Defensa, que no sólo se aprecia en algunos países europeos como, Alemania, Reino Unido y Holanda, sino también en el caso de Corea del Sur y Japón, como así también, ya no se considera un tema prohibido, la cuestión de los arsenales nucleares.
En vista a lo hasta aquí reseñado, se puede advertir como la Incertidumbre y la Inseguridad, movilizan la transformación geopolítica, que se manifiestan en la escalada de la crisis entre China y Taiwán, lo mismo que en el ámbito marítimo entre Japón y China, o el litigio insular ruso-japonés, también la posibilidad real de un aumento del arsenal nuclear de Corea del Norte, al igual que el incremento de sus respectivos arsenales y nuevos sistemas de lanzamientos de India y Pakistán, cuyo litigio territorial se encuentra frizado.
En cuanto a Oriente Medio, por un lado Israel está modernizando su arsenal nuclear, mientras que Irán ya posee la cantidad necesaria de Uranio enriquecido para hacerse de su propia arma nuclear, sin olvidar, el Conflicto Subsidiario en acto en la región, que enfrenta un bloque que reúne en una alianza estratégica a Israel, Egipto, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Jordania y Omán, y el otro bloque, liderado por Irán, junto a Siria y los proxis de Teherán, las organizaciones político terroristas Hamas y la Yihad Islámica en Gaza y Hezbollah en el Líbano, y los Hutíes en el Yemen.
Por su parte, Europa esta experimentando una guerra en acto, entre Ucrania y Rusia, la que lleva más de seis meses y parece prolongarse, y plantea la posibilidad de resolverse con un “Modelo Paralelo 38”, tal como sucedió entre las dos Coreas, a lo que se podría agregar otro foco de tensión, el Ártico, una región sobre la que Rusia ha manifestado que actuara para proteger sus intereses, por considerarla un área vital para su seguridad y economía, además de haber finalizado en la fecha los ejercicios Vostok, es decir las maniobras militares conjuntas en el espacio terrestre y marítimo asiático, con China, India, Siria, Mongolia y algunas de las ex repúblicas soviéticas, y también hay que señalar las recurrentes crisis entre Grecia y Turquía en torno a Chipre y la cuenca del Mediterráneo Oriental.
Por supuesto, a este panorama hay que agregar, las actividades del Terrorismo de matriz islamista radical, que actúa intensamente en el Cuerno de Africa y el Africa Subsahariana, que se autofinancia con el comercio ilícito de RR.NN., sin olvidar el presente de una Libia como Estado Fallido, y los conflictos intraestatales entre grupos tribales o étnicos, utilizados como proxis de grandes potencias en la puja por la explotación y monopolio de RR.NN. estratégicos como el caso del Coltán en la República Democrática del Congo.
En cuanto el escenario en Latinoamérica, están los distintos grupos del Crimen Organizado Internacional, en particular el Narcotrafico, como en el caso de los Cárteles Mejicanos y del Brasil, que se vinculan, casi simbióticamente, con organizaciones terroristas de la región, el ELN, las FARC Disidentes y las manifestaciones radicales Mapuches en el sur de Chile y Argentina, pero también con organizaciones terroristas foráneas, como el caso del Hezbollah en la zona de la Triple Frontera, pero otro foco de crisis y conflictos lo constituyen la existencia y el accionar de actores estatales identificados con el Populismo, en cuanto a la expansión en el subcontinente del llamado Socialismo del Siglo XXI, una versión ayornada del Castro-Comunismo, como lo son Cuba, Venezuela y Nicaragua, con sólidas alianzas estratégicas con autocracias como Rusia y China, y con el régimen teocrático de Irán, y cuyo objetivo es desestabilizar aquellas democracias liberales, y eventualmente crear focos de conflictos que afecten el área de influencia de los EE.UU.
Por su parte, la Incertidumbre y la Inseguridad esta dada también por la crisis económica y financiera a nivel global, que se relaciona con los precios de las materias primas, la explotación y monopolio de RR.NN., en especial los estratégicos, los déficit alimentarios y coerciones energéticas, las migraciones ilegales, la agudización de desequilibrios y desigualdades, y el desaceleramiento del crecimiento y aumento del desempleo y los índices de inflación, que conforman un proceso de transformación geopolítica que también se puede analizar desde la Geoeconomía.
Veamos, la transformación de los enfrentamientos bélicos en enfrentamientos económicos, que son consecuencia de las políticas de expansión y la posición que asumen los Estados, es el objetivo de esta disciplina denominada Geoeconomía, y por lo tanto constituye una herramienta para tomar decisiones estratégicas, evaluando los efectos, costos y beneficios que inciden tanto en el campo económico, como también en el sociopolítico y hasta en el cultural.
Están quienes consideran a esta disciplina como una subdivisión de la Geopolítica, que estudia los factores geográficos y económicos de los RR.NN. y los bienes producidos en la actividad económica de los países, y se atribuye su formación al economista estadounidense Edward Luttwak y al economista y sociólogo francés Pascal Lorot, quién fundó en los 90 la revista “Geoeconomía”, en si se podría decir, que estudia como los medios y recursos económicos pueden ayudar a fortalecer la posición de un Estado o bloque en el contexto global, por el caso analiza las causas y consecuencias de dos fenómenos económicos antagónicos, el Proteccionismo y el Librecambismo, como así también analiza el crecimiento, desarrollo e importancia que han adquirido países y regiones, que hasta los años 90 eran considerados de la Periferia o las nuevas Potencias Emergentes, como el caso de los BRICS, en particular China, y como esto ha incidido en la transformación geopolítica actual.
Por esto es, que en el presente gran parte de los desafíos geopolíticos están dados por fuera de los factores políticos y militares tradicionales, y que provienen de los campos de la Información, la Cibernética y la Economía.
En el campo económico, y desde la Geoeconomía, los cambios en el equilibrio del poder global, es indudable que el auge y expansión de China, es una consecuencia de las reformas introducidas por Den Xiaoping y hábilmente desarrolladas por el actual presidente Xi Jinping, y que la ubica como el principal actor geoeconómico, tal como lo señaló The Economist, “China, como la explosión de creación de riquezas más dinámica de la Historia…”.
Esto se explica, a partir de la crisis financiera global del 2008, en que ese cambio en el equilibrio económico global se hizo palpable, y que China supo aprovechar los efectos de una recuperación lenta y compleja de los EE.UU. y la U.E., en un marco interdependiente complejo, donde ahora se emplean instrumentos financieros y económicos para lograr objetivos estratégicos que antes se lograban por medio de la coacción y el poder militar, en síntesis, China, India y otras Estados ascendentes, utilizan esos instrumentos para lograr fines geopolíticos.
Desde la Geoeconomía podemos deducir que el Modelo de Desarrollo Económico aplicado por China es diferente al de los EE.UU., en particular, y de otras democracias liberales, donde el crecimiento económico se basa primordialmente en la inversión del sector privado, por el contrario China opera como un Estado Empresario, donde la economía depende de la inversión estatal para gestionar el crecimiento y la actividad comercial, a través de políticas económicas estratégicas, por las cuales los Estados rivales económicos, son vistos y tratados como enemigos políticos, y se actúa sobre estos para no perjudicar los intereses chinos, por lo que se puede apreciar, que la persecución de fines geopolíticos y geoeconómicos, en ocasiones, las diferencias están poco definidas.
Finalizando la columna de hoy, cuando nos referimos al Arte de Gobernar en las RR.II., como la capacidad de un gobierno de articular y esgrimir los instrumentos para lograr los objetivos de su política exterior a través de la diplomacia, la información, la fuerza militar y la economía, es por lo que debemos comprender que la geoeconomía y la geopolítica, se acoplan, se interrelacionan, a veces de manera compleja y que se manifiesta en la aplicación de las estrategias que utiliza cada Estado y que tienen efectos y consecuencias en otros actores de la Comunidad Internacional, es por esto, que desde la misma manera que desde la Geopolítica se analizan las variantes políticas, militares y económicas, desde la Geoeconomía se analizan los riesgos geopolíticos en función de las perspectivas económicas que se persiguen, y desde esa óptica, aviones hipersónicos, los bloqueos navales o la utilización de grupos militares privados como herramientas de poder, lo son también el corte de suministro de gas, las sanciones financieras o el latrocinio de recursos naturales a través de inversiones extranjeras directas, todo lo cual propicia un proceso de cambio, que como tal, producen Incertidumbre e Inseguridad, por eso la frase final elegida es de Sun Tzu de su obra “El Arte de la Guerra”, y dice, “…lo supremo en el arte de la guerra consiste en someter al enemigo sin darle batalla…”.-
Prof. Luis Fuensalida.
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