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El Islam y el cambio climático – Imam Marwan Gill

En nombre de Al’lah, el Clemente, el Misericordioso

Introducción:

En las últimas décadas, la gente se preocupó más por la amenaza de una guerra mundial o nuclear. Hoy en día, las nuevas generaciones tienen en agenda la problemática del cambio climático y sus consecuencias, aunque la guerra nuclear siga siendo una amenaza mayor. Sin adentrar en este debate, creo que estamos de acuerdo que si no actuamos ahora con sensatez, estamos a pocos pasos del abismo, e incluso, dejaremos cicatrices incurables para las generaciones futuras.

Es hora de tomar conciencia por el cambio climático:

Sería sencillo imaginar que aquellos países que en gran medida están afectados por el cambio climático son quienes luchan por combatirlo, pero no siempre es así. Por ejemplo, en Oriente Medio es probable que grandes zonas se vuelvan inhabitables debido a las olas de calor que barrerán la región en las próximas décadas. Indonesia, el país con mayor población musulmana del mundo, es el quinto emisor mundial de gases de efecto invernadero y no implementa medidas significantes para aminorarlo. Bangladesh y Pakistán se encuentran entre los países más contaminados del mundo, y tampoco han tomado ninguna medida efectiva para hacerle frente.

He mencionado específicamente a algunos países musulmanes, ya que no tienen margen de excusa por no desempeñar un papel activo en la lucha contra el clima global. Al contrario, tienen una responsabilidad mucho mayor ya que cuentan con un marco proporcionado por su religión que les ordena proteger la tierra y sus recursos naturales. Las fuentes islámicas están llenas de referencias que destacan que los seres humanos hemos sido elegidos por Dios como “Jalifa”, es decir, que somos guardianes y representantes de Dios en la tierra.[i]

Con respecto al deber religioso de cuidar el ambiente, dijo el Santo Profeta (sa):

“El mundo es dulce y verde, y ciertamente Allah les ha designado como responsables y  fideicomiso”. [ii]

De hecho, todos los valores del islam se puede resumir en tres categorias:

  • la relación con tu Creador,
  • con tu prójimo,
  • con toda la creación de Dios.

Los tres aspectos son interpendientes y interconectados. Entonces, el crimen contra la creación de Dios es tambien un crimen contra Dios. De la misma manera, como es nuestro deber de cumplir las primeras dos relaciones, asimismo Dios nos ordena de cuidar a su tierra: ”En verdad, hemos hecho todo lo que hay en la tierra como adorno suyo, para probarlos y comprobar cuáles de ellos se comportan mejor. “[iii]

Conforme nuestro libro divino, el ser humano es el núcleo de la creación.[iv] Dios ha sometido todo lo que hay en los cielos y en la tierra al servicio del ser humano.[v] Después de crearnos superior a todas las demás especies, Dios nos concedió el libre albedrío y el conocimiento para distinguir entre el bien y el mal.[vi]

No obstante, el privilegio de ser la mejor creación requiere a su vez también una inmensa responsabilidad porque al final tendremos que rendir las cuentas sobre todas nuestras decisiones y acciones en este mundo. El Profeta Muhammad (sa) dijo: “Sea en este mundo como un viajero que se detiene a la sombra de un árbol por un corto tiempo y luego continua con su viaje.” [vii]

Este dicho tiene un mensaje muy significativo para nosotros: Aunque estemos en la tierra, nuestra vida aquí es sólo temporal y de corta duración. Nos enseña que, como humanos, no somos dueños de la tierra, sino que somos meros viajeros en la tierra que Dios nos ha prestado por un tiempo determinado. Después de la muerte, pasamos a la otra vida, donde el dueño nos juzgará por nuestras acciones hacia los demás y hacia toda su creación.

“Entonces, quien haya hecho el peso de un átomo de bien, lo verá, Y quien haya hecho el peso de un átomo de mal, lo verá también.”[viii]

Debo aclarar aquí que cuando hablamos de proteger a la creación de Dios no se limita el amor al prójimo solamente a los musulmanes y/o los países musulmanes, sino que se refiere a toda la humanidad y a todo el mundo. Ya en el primer capítulo del Santo Corán Dios se presenta como Aquél que es el “Señor de todos los Mundos”. Esto significa que Él es el Proveedor, Sustentador y Maestro de cada persona y cada forma de creación. Él no es solamente el Señor de los musulmanes, sino también el Señor de los cristianos, de los judíos, de los hindúes y de todas la gentes, irrelevante de su religión, creencias o etnia.

El amor y la benevolencia de Dios hacia Su creación es universal. Él es el ser más Clemente y más Misericordioso. Por lo tanto, el Corán destaca al fundador del islam como “misericordia para todo el universo”.[ix] Si bien el cambio climático y los problemas ambientales son contemporáneos, el islam ha abordado el cuidado del medio ambiente mucho antes de que se produzcan las amenazas tan graves que actualmente enfrentan a nuestro planeta. El islam, a través de sus tres fuentes (el Sagrado Corán, la tradición y los dichos del Profeta Muhammad) nos ha estado dando orientación sobre estos asuntos desde hace más de 1400 años.

 La raíz de los problemas globales:

Como un buen médico no solo trata los síntomas, sino que cura la enfermedad desde su origen, asimismo es imprescindible que tengamos en cuenta los orígenes de la crisis ambiental. Nosotros creemos firmemente que Dios ha creado el planeta y el universo entero de una manera perfecta y completa:

“Quien ha creado siete cielos en armonía. No puedes ver imperfección alguna en la creación del Dios Clemente. Mira de nuevo: ¿Ves alguna fisura?”[x]

Sin embargo, es el propio ser humano que causa desorden y provoca calamidades por no cumplir la voluntad del Señor, tal como dice el Corán:

“La corrupción ha aparecido en la tierra y en el mar a causa de lo que han forjado las manos de los hombres, para que Él les haga probar el fruto de algunas de sus acciones,”[xi]

En alusión al cambio climático como resultado de nuestra propia conducta irresponsable, explico el líder actual de la Comunidad Musulmana Ahmadía, Su Santidad Mirza Masroor Ahmad, en su discurso:

“La contaminación se debe a la competencia entre naciones, como China, India y Estados Unidos. Cada país tiene sus propios intereses. No piensan en las generaciones futuras. Así que, además de planificar adecuadamente la cantidad de emisiones de combustible que se deben permitir y cómo podemos controlarlas, deberíamos animar e incluso obligar a los países a plantar más árboles para que la contaminación del aire sea menor y, de este modo, nos ayude a reducir el cambio climático… Por lo tanto, gran parte de estos problemas globales se reducen a la responsabilidad y a las decisiones de quienes tienen autoridad. Las guerras, la pobreza, los problemas nacionales de salud y las caídas económicas se evitarían total o parcialmente, si los gobernantes no solo actuaran, sino que lo hicieran con absoluta justicia”.[xii]

A continuación, si ignoramos por un instante todas las demás consecuencias de la guerra y nos enfocamos únicamente en la parte ambiental, nos damos cuenta que la guerra es un cáncer letal para la raza humana y el planeta entero.

 

La guerra: un cáncer para la humanidad y el ambiente ecológico

Tras la guerra, la atención se centra en la pérdida de vidas humanas, la destrucción de bienes y la gran carga financiera. Pero además, hay una víctima silenciosa: el medio ambiente.

En 1945, las armas nucleares se utilizaron para matar por primera vez, en Japón. Los estudios sobre los horribles sucesos de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki revelaron una mayor propensión a que los niños fueran diagnosticados con leucemia y otros cánceres hasta muchos años después de los bombardeos. También aumentaron las muertes perinatales y se revelaron casos de microcefalia y retraso en niños. Un conflicto nuclear a gran escala hará que las generaciones venideras sufran cáncer, problemas de desarrollo, enfermedades y muerte.

De hecho, el impacto medioambiental de las guerras comienza incluso antes de la propia guerra. Las emisiones de CO2 de los mayores ejércitos son mayores que las de muchos países del mundo juntos. [xiii]

El islam considera a la guerra como una actividad desagradable y destructiva. El Sagrado Corán describe a la guerra como una conflagración y declara que, cuando la guerra es inevitable, debe liberarse de manera que cause el menor daño posible a la vida y a la propiedad. La lucha es permisible solo para la autodefensa o detener la agresión, e incluso en tales circunstancias a los musulmanes no se les permite ninguna transgresión, como instruye el Corán: Y luchad en la causa de Al-lah contra los que luchan contra vosotros, pero no seáis transgresores. En verdad, Al-lah no ama a los transgresores.“[xiv]

En el capítulo 16, versículo 127, del Sagrado Corán, ordena a los gobiernos musulmanes a que en el caso de ser atacados deben responder proporcionalmente y solo como medida de autodefensa. Así pues, el Corán dice claramente que el castigo debe limitarse, y ser proporcional al delito cometido. En el capítulo 8, versículo 62 del Santo Corán, Dios dice que si los adversarios abrigan malas intenciones, y planean causar algún prejuicio, pero después desisten, y dan un paso hacia la reconciliación, se debe aceptar inmediatamente su gesto, y trabajar para una solución pacífica, sea cual fuere su motivación real.

Cuando los musulmanes se veían obligados a defenderse, estaban sujetos a estrictas instrucciones dadas por el Santo Profeta Muhammad (sa); estas reglas de combate durante una guerra no se limitaban a proteger solo a los seres humanos, sino que iban más allá. El Santo Profeta (sa) instruyó que durante cualquier batalla no se debían talar árboles, destruir cultivos ni matar animales. Tampoco debía arruinar ningún lugar habitado. Tampoco se debía dañar ni a los civiles ni a los no combatientes.

Esta guía se dio como resultado de las hermosas enseñanzas del Sagrado Corán. En contradicción directa con estas enseñanzas, en el mundo actual, encontramos disparos y bombardeos indiscriminados que ocurren regularmente en la guerra. Vemos que se ataca a pueblos y ciudades bien poblados, lo que provoca la muerte de civiles inocentes, la destrucción de viviendas y el desmantelamiento de infraestructuras esenciales.

Las medidas del islam para combatir el cambio climático:

El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicó una serie de recomendaciones cuyo síntesis es el uso responsable y controlado de los recursos naturales.

El islam ha prohibido el despilfarro de recursos naturales y su consumo excesivo. Hoy vemos que la escasez de agua y la escasez de alimentos se han convertido en problemas importantes debido a nuestro uso explotador de los preciosos recursos de nuestro planeta. Pero Al-lah el Todopoderoso declara en el Sagrado Corán:

‘… comed y bebed pero no superéis los límites; en verdad, Él no ama a los que superan los límites. ‘[xv]

En este sentido, el Santo Profeta (sa) estableció una regla de oro, dijo:

“No desperdicies el agua aunque estés junto a un río que corre”.[xvi]

Antes de continuar, me gustaría también abordar la mirada islámica en relación a la escasez de alimentos y la hambruna que existe en algunas partes del mundo.

“Dios estableció en ella montañas firmes que se levantan sobre su superficie y dispuso bendiciones en ella y equilibró minuciosamente sus medios de sustento en cuatro etapas, iguales para todos los que buscan.” [xvii]

“Equilibró su alimento en la medida adecuada”, significa que la tierra tiene capacidad plena para proporcionar alimento a todas las criaturas que la habitan. También puede significar que las necesidades y requerimientos físicos del hombre han sido adecuadamente satisfechos en los alimentos que crecen de la tierra. Por lo tanto, el temor a que la tierra no llegue algún día a cultivar alimentos suficientes para la población mundial, que aumenta rápidamente, va en contra de los principios islámicos.

De hecho, varios científicos sostienen que la tierra tiene los recursos para alimentar a más personas. Por ejemplo, en un artículo de investigación alimentaria publicado por el Instituto de Recursos Mundiales, los autores sostienen que aproximadamente un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano se queda sin comer.[xviii] Las pérdidas y el desperdicio se producen a lo largo de toda la cadena alimentaria, desde el campo hasta la mesa.

En conclusión, la hambruna y la carencia de alimentos en algunas partes del planeta es el resultado de la distribución inequitativa y el manejo ineficaz de los recursos naturales.

Importancia de caminar

Sin duda alguna, caminar es uno de los consejos más importantes que se nos ha dado en pos de disminuir la contaminacion ambiental. El islam insta a los musulmanes a caminar hasta la mezquita incluso si sus hogares están lejos. De hecho, la mezquita es el lugar más visitado por un musulmán durante el día, por eso se le aconseja que camine hasta ella y se le promete una recompensa. El Santo Profeta (sa) declaró: “Hay por cada paso (hacia la mezquita) un grado (de recompensa) para ti”. [xix]

Se anima a cultivar la tierra

Según un informe de la ONU, cada año se destruyen aproximadamente 12 millones de hectáreas de bosques. La deforestación, junto con la agricultura y otros cambios en la utilización de los suelos, son responsables de un cuarto de las emisiones de gases de efecto invernadero.[xx]

Por la misma razón, plantar árboles es una de las acciones que ayudan a mitigar los efectos del cambio climático.

Sin embargo, el Profeta Muhammad (sa) comprendió la importancia de los árboles para proteger el medio ambiente hace miles de años. Siempre prohibió a sus compañeros a destruir árboles y puso gran énfasis en plantar más.

El Santo Profeta (sa) dijo: ‘Siempre que ustedes plantan un árbol o siembran semillas, y luego un pájaro, o una persona o un animal come de él, entonces eso se anota como un acto de caridad para él. [xxi]

El primer Jalifa del islam, Hazrat Abu Bakr (ra), dijo al comandante del ejército musulmán: “No cortes ninguna palmera o  árbol en flor, no destruyas ningún edificio, y no mates a ninguna oveja o camello, excepto para comerlo”.[xxii]

Según el islam, si alguien revive una tierra estéril y abandonada, se convertirá automáticamente en su dueño.[xxiii] Por supuesto, esto fue también para alentar el acto de cultivar la tierra.

En otra ocasión, Su Santidad Mirza Masroor Ahmad, el líder actual de la Comunidad Ahmadía, aconsejó a sus miembros en relación al cambio climático:

‘Debéis hacer un esfuerzo especial y cada vez que se corta un árbol, es vuestra obligación plantar dos a cambio.”[xxiv]

La limpieza del cuerpo y el medio ambiente

El islam también enfoca la limpieza y la higiene y la considera la mitad de la fe. Sin embargo, la limpieza en el islam no se limita al cuerpo y el hogar. A los musulmanes se les ordena limpiar el camino para los demás y quitar cualquier impedimento que pueda causar dolor o lesiones a alguien. Al garantizar esto, el medio ambiente también permanece limpio.

El Santo Profeta del islam (sa) dijo:

Eliminar las cosas del camino que puede hacer daño a personas es una expresion de la fe”.[xxv]

También dijo: ‘Las obras de mi pueblo, buenas y malas, me fueron presentadas; Encontré que quitar los objetos dañinos del camino entre sus buenas acciones, y la flema que podría dejarse en una mezquita sin enterrar entre sus malas acciones [xxvi]. Vale la pena explicar que las mezquitas en ese momento estaban sin azulejos y que siguen siendo hoy en día los lugares de mayor concentración de musulmanes. Por lo tanto, de esta declaración del Santo Profeta (sa), aprendemos a no escupir en las calles o en otros lugares. Si una persona no tiene otra opción, entonces debe enterrarlo, ya que no solo es repugnante sino que puede causar muchas enfermedades.

El Santo Profeta (sa) también aconsejó a los musulmanes a que no contaminen ninguna fuente de agua, prohibiéndoles también orinar en agua estancada.[xxvii] Sin duda, orinar en agua estancada no solo la contamina, sino que lo convierte en un pantano que propaga enfermedades infecciosas.

El Santo Profeta (sa) también nos ordenó a proteger nuestros alimentos de la contaminación y alentó a la conservación de energía. Aconsejó a sus discipulos   apagar las lámparas, cerrar las puertas, atar las bocas de los odres de agua y cubrir la comida y la bebida antes de acostarse. También, prohibió soplar en cualquier recipiente de comida.[xxviii] Esto es claramente para proteger los alimentos de cualquier contaminación o microbios.

Reciclaje

El Sagrado Corán nos anima a pensar y a reflexionar sobre todas las cosas, incluso a cómo cae la lluvia, cómo brotan las plantas y la armonía de la naturaleza. Esto sirve para probar la existencia de Dios y comprender el esplendor de su creación, y también implica la importancia de preservar estas bendiciones: “Ahora mire el hombre su comida: cómo derramamos agua en abundancia, luego partimos la tierra – un corte apropiado – Entonces hacemos crecer en ella granos, uvas y legumbres, y la aceituna y la palmera datilera. Y jardines vallados densamente plantados, Y frutas y hierbas, Provisión para ti y tu ganado.[xxix]

Este versículo nos llama a reflexionar y optimizar el uso de los recursos naturales. En relación al reciclaje, el Santo Profeta (sa) nos instruyó a utilizar y sacar el máximo beneficio a nuestros bienes. Una vez murió una oveja, y el Mensajero de Al´lah (sa) les dijo a sus dueños: “¿Por qué no le quitan la piel y luego la curten para que puedan obtener algo útil de ella?”.[xxx]

Derechos de los animales

El islam también nos ordena a ser misericordiosos y proteger a todos los animales.

El Santo Profeta (sa) dijo: ‘El que mata a un pájaro por diversión encontrará a este pájaro acercándose a él el Día del Juicio, diciendo:’ Mi Señor, este hombre me mató por diversión y no por ningún beneficio ”.[xxxi]

Dijo una vez el Profeta Muhammad (sa):  “Un hombre que caminaba por la carretera tuvo sed. Encontró un pozo, así que bajó y bebió de él. Después de volver a subir, vio a un perro que jadeaba y lamía el suelo húmedo porque estaba muy sediento. El hombre se dio cuenta de que ese perro sufría de sed igual que yo. Volvió a bajar y llenó su zapato de agua, luego lo sujetó con los dientes para salir del pozo. El perro bebió de ella y Dios le alabó y le perdonó sus pecados. Los compañeros del Profeta preguntaron: “¡Oh, Mensajero de Al’lah! ¿Recibimos una recompensa por nuestras buenas acciones hacia los animales?”. Él respondió: “Hay una recompensa para quien hace el bien a cualquier criatura viviente“.[xxxii]

El Santo Profeta (sa) también repudió enérgicamente matar a cualquier insecto o animal a menos que estuviera a punto de dañar a un ser humano. Asimismo, prohibió la matanza de cuatro tipos de animales en cualquier circunstancia: hormigas, abejas, abubillas y alcaudones. [xxxiii]

La Meca: un modelo de ciudad sostenible

El Santo Profeta (sa) estableció en La Meca lo que hoy se puede considerar un proyecto de conservación mediante el cual se protegen las plantas, los animales y otras especies. Dijo:

Hasta el Día del Juicio, su hierba verde [de la tierra] no debe ser arrancada, sus árboles no deben ser cortados y no se puede cazar a sus animales.” [xxxiv]

Conclusión:

Estamos convencidos que la senda para vivir en armonía con nuestro prójimo y con toda la creación consiste en el elemento de reconocer a Dios y cumplir sus mandamientos. Los progresos científicos más extraordinarios, los descubrimientos tecnológicos más avanzados, el crecimiento económico más potente, si no van apoyados por un sustento moral y espiritual, se volverán en definitiva nuestra contra.

El fundador de la Comunidad Musulmana Ahmadia, Su Santidad Mirza Ghulam Ahmad, que proclamó ser el mismo Mesías Prometido cuyo advenimiento fue profetizado por todas las mayores religiones, había alertado el mundo ya hace más de un siglo en las siguientes palabras:

Tened en cuenta que Dios me ha informado una y otra vez sobre la llegada de terremotos… Habrá muerte a gran escala que los ríos correrán con sangre, e incluso las aves y los animales no escaparán de ella. Tal destrucción se apoderará de la tierra como no ha sucedido desde que el hombre nació. La mayoría de los lugares quedarán patas arriba como si nunca hubieran estado habitados. También habrá otras aflicciones terribles, tanto en el cielo como en la tierra, y toda persona sensata se dará cuenta de que no son fenómenos ordinarios, y no se encontrará ningún rastro de ellos en los libros de astronomía o filosofía. Entonces, la gente se verá embargada por la ansiedad y se preguntará qué va a pasar. Muchos se salvarán y muchos perecerán. Esos días están cerca, de hecho están a la puerta, cuando el mundo será testigo de un espectáculo del día del juicio final. No solo habrá terremotos, sino que también aparecerán otras calamidades terribles, algunas del cielo y otras de la tierra. Esto sucederá porque los hombres han abandonado el culto a su Dios, y todos sus pensamientos y sus designios y sus resoluciones están desviados hacia el mundo. Si yo no hubiera venido, estas calamidades podrían haberse retrasado por un tiempo, pero con mi venida se han manifestado los designios secretos de la ira de Dios, que habían estado ocultos durante mucho tiempo. Como dijo Dios: Nunca castigamos hasta que hemos enviado un Mensajero. (Cap.17:V.16) Los que se arrepientan encontrarán seguridad y los que teman antes de que les alcance la calamidad tendrán misericordia.”[xxxv]

 

Termino este escrito con la súplica para que Dios nos guíe hacia su camino recto y podamos hallar paz en esta vida y el más allá. Amen

Señor Nuestro, concédenos el bien de este mundo y así mismo el bien en el otro, y preservarnos del tormento del Fuego”.[xxxvi]

Por Imam Marwan Sarwar Gill –

Presidente de la Comunidad Musulmana Ahmadia en Argentina

[i] El Sagrado Corán 10:15

[ii] Sahih Muslim 2742

[iii] El Sagrado Corán 18:18

[iv] El Sagrado Corán 95:5

[v] El Sagrado Corán 45:14

[vi] El Sagrado Corán 91:9

[vii] Sunan Tirmidhi

[viii] El Sagrado Corán 99:8-9

[ix] El Sagrado Corán 21:108

[x] El Sagrado Corán 67:4

[xi] El Sagrado Corán 30:42

[xii] Intergovernmental Panel on Climate Change’s Dire Warning: ‘Intensifying Impacts of Climate Change’ | The Review of Religions

 

[xiii] The environmental costs of war and Islam’s solution (alhakam.org)

[xiv] El Sagrado Corán 2:191

[xv] El Sagrado Corán 7:32

[xvi] Ibne Maya 242

[xvii] El Sagrado Corán 41:11

[xviii] Food Loss & Waste Protocol | World Resources Institute (wri.org)

[xix] Bujari 647

[xx] Causas y efectos del cambio climático | Naciones Unidas

[xxi] Bujari 2320

[xxii] Kanzul Ummal

[xxiii] Bujari 2335

[xxiv] Whenever any tree is cut down, you should plant two to replace it: Huzoor gives guidance on an array of issues to Waqf-e-Nau Indonesia (alhakam.org)

[xxv] Sahih Muslim 35

[xxvi] Bujari 415

[xxvii] Bujari 239

[xxviii] Ibne Maya 3288

[xxix] El Sagrado Corán 80:25-32

[xxx] Ibne Mayah 3610

[xxxi] Sunan Nisai 4446

[xxxii] Sahih Muslim 2244

[xxxiii] Abu Daud 5267

[xxxiv] Bujari 2834

[xxxv] Haqiqatul Wahy, Ruhani Khaza’in, vol. 22, pp.268-9 in Essence of Islam, vol. V, pp.148-50

 

[xxxvi] El Sagrado Corán 2:202

Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Radio Jai

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