La historia de los submarinos nazis que se rindieron ante la Armada Argentina – Mario Sinay

Mario Sinay,  especialista en Pedagogía de la Shoah y exdirector del Departamento de Habla Hispana para el Estudio del Holocausto de Yad Vashem, dialogó en Radio Jai sobre la llegada de nazis a la Argentina tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial.

El entrevistado se refirió en primer lugar a un reciente hallazgo de restos náufragos en las proximidades del puerto de Quequén. Explicó que “todavía no ha podido verificar ni siquiera que sea un submarino, pudiendo tratarse de un barco que naufragó”. Sin embargo, en el caso de que tal teoría sea comprobada, no sería la primera prueba de la llegada de submarinos nazis a las costas argentinas. 

“Hay dos submarinos que llegaron a la Argentina y se rindieron ante la marina en Mar del Plata”, explicó Sinay. El primer de ellos fue un “submarino U530 que se rindió en 10 de junio de 1945, cuando la guerra ya había terminado y ellos entienden que no pueden volver a Alemania y buscan un país neutral”. Según el relato, los tripulantes consideraron dos opciones posibles, España y Argentina, siendo elegido este último como destino tras una votación entre quienes se encontraban a bordo de la nave. Se trataba de un submarino que “estaba haciendo una misión de espionaje en los Estados Unidos”, por lo que, tras su captura por las fuerzas argentinas, “el submarino fue enviado a los Estados Unidos junto con el equipo para ser interrogados y luego ser devueltos a Alemania y liberados”. 

El segundo de los submarinos que arribaron a costas argentinas, fue capturado por la armada argentina el 17 de agosto de 1945. Sin embargo, a diferencia del otro caso desarrollado por Sinay, “la gran mayoría de la tripulación se quedó en la Argentina, muchos de ellos en Mar del Plata, donde siguieron viviendo hasta el final de sus vidas”.

Por otro lado, el entrevistado se refirió a las teorías que sostienen que el propio Adolf Hitler, tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial, consiguió escapar a las fuerzas aliadas y asentarse en territorio argentino. Remarcó que existe un importante consenso entre los expertos en contra de aquella creencia: “La mayoría de los historiadores, el 90% de los historiadores, judíos y no judíos, israelíes e internacionales, aceptan la teoría de que Hitler se suicidó en el bunker en Berlín en la noche del 29 al 30 de abril, junto con su perro, que le dio cianuro, y su esposa”.

Según el relato sostenido por el mainstream de los historiadores, tras la muerte del Führer y de su familia, “su secretaria sacó los cadáveres y los quemó en el patio”. Luego, cuando llegaron los rusos, llenaron con concreto el búnker para evitar que se convirtiese en un sitio de peregrinación. 

La discusión sobre el paradero de Hitler se basa en que, como consecuencia de la cremación de los cuerpos y de la destrucción del Bunker, no quedó ninguna prueba física sobre su muerte mientras era asediado en Berlín: “A falta de cadáver no tenemos evidencia y nadie puede negar la posibilidad de que se haya escapado y llegado a la Argentina”.

Escuche y vea la entrevista completa a Mario Sinay en Radio Jai.

Redacción Tomás Polakoff