Tu BiShvat: la celebración de nuestra responsabilidad hacia la Naturaleza
Tu[1] BiShvat: la celebración de nuestra responsabilidad hacia la Naturaleza
Queridos amigos:
El judaísmo tiene una larga tradición de valorar y preservar la Naturaleza. El mundo natural es Creación de Dios, y, por lo tanto, sagrado. Esto se basa en el concepto de “bal tashjit”,[2] que prohíbe la destrucción despiadada de los recursos naturales, algo profundamente arraigado en la ley y la ética judías.
Según la Torá, Dios encomendó a la humanidad el deber de cuidar el mundo y todos sus recursos. La necesidad de salvaguardar el medio ambiente y los recursos naturales para las generaciones futuras también se enfatiza en el Talmud, nuestra Ley Oral. Se pone un fuerte énfasis en la idea de “shomrei adamá”[3], o “Guardianes de la Tierra” – un llamado al pueblo y a las comunidades judías a tomar medidas proactivas para conservar y preservar el mundo natural, inspirado en la historia de Génesis, donde Dios colocó Adán en el Jardín del Edén para cultivarlo y cuidarlo.
Aunque muchas festividades y rituales judíos tienen una fuerte conexión con la naturaleza, la celebración judía de la naturaleza más destacada es la de Tu BiShvat, el día 15 del mes hebreo de Shvat. Ésta es la festividad que celebra el “Año Nuevo de los Árboles”, es decir: la renovación del ciclo natural en la Tierra de Israel, representado por el florecimiento de la shkediá – el almendro – durante el pico del invierno israelí.
Este es un día de gran alegría en Medinat Israel: los niños y jóvenes israelíes acuden en masa a plantar árboles a lo largo y ancho de la Tierra de Israel, el país más boscoso del mundo, con una tasa de forestación muy por encima de la madera local. Tu BiShvat, con su gran mensaje ecológico para toda la humanidad, promueve un profundo respeto por la naturaleza y su conservación, y alienta a las personas y a las comunidades a tomar medidas activas para proteger y preservar el mundo natural para las generaciones futuras.
De todas las prácticas y mensajes bellos que la vida judía nacional trajo al pueblo de Israel en su tierra y en todas sus diásporas, Tu Bishvat es un ejemplo de resignificación y de nuevo sentido a algunas tradiciones olvidadas – y que fueron relevantes mientras vivimos en la tierra de nuestra herencia. La nueva vida nacional en el entoces futuro Estado de Israel no extrajo la dimensión sagrada de Tu Bishvat: por el contrario, la profundizó, y la multiplicó en la honra de la ecología, del establecimiento de bosques y llanuras reverdecidas, y de la vida renovada de las colinas y los valles de la Tierra de Israel… ¡con nuestras propias manos!
Esa fue la razón por la cual 450 de nuestros mejores futuros educadores, madrijim del Programa Bekeff Hadrajá de FACCMA y de todos sus asociados en Argentina, realizaron durante su programa educativo de un mes en Israel (que acaba de finalizar) la plantación de árboles en el Estado de Israel con sus propias manos. Una forma sagrada y a la vez muy práctica de recuperar nuestro patrimonio histórico.
Tu BiShvat es la expresión de nuestra gratitud por la abundancia de la naturaleza y un llamado a la acción para cuidar y proteger la Tierra. Que en este Tu Bishvat plantemos en nuestras almas el renovado compromiso hacia la Tierra de Israel y el Estado que ella sostiene, creando un presente lleno de los más variados, ricos, desafiantes e inspiradores frutos para nuestra generación y todas las futuras de nuestro pueblo.
¡Tu Bishvat Saméaj!
¡Jazak ve’ematz!
RABINO CARLOS A. TAPIERO
Vice-Director General & Director de Educación
Unión Mundial Macabi
[1]El nombre Tu BiShvat es, en realidad, una fecha del calendario hebreo: el 15 del mes de Shvat. En el alfabeto hebreo existe una correlación entre las letras y los números que representan. El número 11, por ejemplo, es un compuesto de la letra Yud (10) y la Álef (1). El número 15 se conforma con las letras Tet (9) y Vav (6) – dándonos la sílaba que leemos como “TU” -. No se utilizaron las letras Yud (10) y Hey (5), ya que su conjunción es uno de los nombres de Dios – YA -.
[2] Bal tashjit (hebreo : בל תשחית ) (“no destruir”) es un principio ético básico en la ley judía. Tiene sus raíces en Deuteronomio 20:19–20. “Cuando hagas un sitio contra una ciudad por muchos días… no podrás destruir ningún árbol de ella, cortando hacha contra él, porque de él comerás, ¡y no podrás cortarlo! ¿Es el árbol del campo una persona, para venir delante de ti en el asedio? Sólo un árbol que sabéis que no es un árbol para comer, ese árbol lo podéis destruir y cortar, y construir obras de asedio…”. En la Biblia, el mandato se establece en el contexto de la guerra, y prohíbe la tala de árboles frutales con el fin de para ayudar en un asedio.
[3] Bereshit (Génesis) II,15.
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