Los crímenes del Corazón Puro
El tema de la columna de hoy, podría decirse que está motivado por algo que se trató al pasar, en el programa El Resaltador de mi querido amigo Diego Huberman, días atrás, y que en aquel momento me trajo a la memoria, la vivencia de un oficial de las FDI, allá por el 2016.
Es así, que en vísperas al festejo de Iom Ierushalaim, y en horas de la noche, en adyacencias al Kotel, una figura cubierta de la cabeza a los pies, se encaminaba hacia aquel Sagrado Muro, el oficial, que estaba a cargo del servicio de seguridad y acompañado por un soldado, le impartió la voz de alto, en hebreo y en árabe, pero sin aminorar el ritmo de sus pasos, quién vestía una burka negra, siguió adelante. El oficial extrajo su arma, repitió la orden de detención, a la vez que efectuaba un disparo al aire, nada pareció amedrentar al sujeto, lo que no le dejó otra alternativa al militar israelí que correr y derribarlo, y sujetarle los brazos, en ese preciso instante y por sus gritos en hebreo, el oficial supo que debajo de esa burka negra había una mujer que exigía que no fuera tocada por un hombre que no fuera de su familia. La solución fue una joven sargento de la misma brigada que el valiente oficial, que palpó el delgado cuerpo de la detenida, con gran cuidado ante el temor que pudiera portar un chaleco explosivo debajo de su negro vestido, algo que no sucedió, y minutos después era trasladada a un centro de detención, esta verdadera mujer talibán, miembro de la Secta Lev Tahor.
Por lo reseñado, me ha parecido oportuno abordar a este grupo ultra ortodoxo radical judío, a cuyos integrantes se los denominan los talibanes judíos, el que fue creado por Shlomo Helbrans, nacido en noviembre de 1966 en el barrio Kiryat Hayovel, Jerusalem, en el seno de una familia judía kurda secular, pero que a los 13 años decidió seguir el camino de la ultra ortodoxia e ingresó en una ieshivá, en la misma Ciudad Santa, y para 1988, y según testigos de la época, sin haberse ordenado como rabino, estableció su propia ieshivá a la que denominó Lev Tahor (Corazón Puro), imprimiendo en la enseñanza su visión radical y fundamentalista, pero también antisionista.
Ante los primeros cuestionamientos, tanto en lo religioso, como por su negativa a reconocer la existencia del Estado de Israel, en 1990, viajó y se radicó en Brooklyn, New York, y por supuesto, abrió una ieshivá con el mismo nombre, Lev Tahor, pero en 1994, Helbans fue acusado del secuestro del joven israelí, Shay Reuven, de 13 años, a quién el nombrado preparaba para su Bar Mitzvah. Tras idas y vueltas en el ámbito judicial, dos años más tarde fue condenado a una pena de 4 a 12 años de prisión, pena que luego fue reducida tras un controvertido proceso de apelación a cumplir entre 2 a 6 años, para finalmente cumplir dos años y ser beneficiado con libertad condicional.
Ya en libertad, estableció una nueva ieshivá en la localidad de Monsey, en el estado de New York, pero en el 2000, al serle cancelada la residencia permanente en los EE.UU., fue deportado a Israel, en donde resurgieron los problemas, tanto religiosos como políticos, lo que le llevó a emigrar esta vez al Canadá donde obtuvo el status de refugiado, argumentando las causales antes mencionadas, pero nuevamente surgieron denuncias por abuso y negligencia infantil, ante los estrados judiciales de Québec primero y luego en los de Ontario, llevándolo en el 2013 a emigrar y radicarse en Guatemala, junto con gran parte de sus seguidores.
Antes de proseguir, creo que es pertinente exponer los aspectos que hacen a esta secta radical y fundamentalista, por el caso, Lev Tahor lleva al extremo la segregación de género, impone restricciones alimenticias, incluso más allá de lo que establecen los preceptos de la Kashrut, como así también, el rechazo a toda expresión de cultura y educación secular, es así que no se permite la enseñanza de otros idiomas que no sean el hebreo y el yiddish, y lo mismo con respecto a la tecnología, no televisión, no radio, no computadoras, a lo que se suma, los casamientos en la adolescencia.
Por otra parte, si bien los hombres visten los atuendos clásicos de la ultra ortodoxia, lo que resalta es la vestimenta de las mujeres, que desde los tres años deben usar túnicas negras de la cabeza a los pies, y a partir de la adolescencia y en adelante, visten burkas iguales que las mujeres talibán, pero algo que también se exige es, que tanto niñas como niños, cuando transitan por la calle junto a un familiar mayor, deben mirar al piso para evitar el contacto visual con vecinos seculares o no judíos, para impedir “tentaciones”, como piletas o juegos, y se les fomenta la delación entre ellos si se incumplen las normas de la secta, que de incumplirlas, conllevan severos castigos corporales, y a diferencia de los grupos jasídicos, que ven en la música y el baile como maneras de conectarse con Hashem, los miembros de Lev Tahor no lo ven así, e incluso no aconsejan la risa.
Ahora bien, retomando el periplo de la secta, en el 2013 ya en la Ciudad de Guatemala con su líder Shlomo Helbans, van a ocupar dos edificios de oficina, hasta que en el 2016 tras un allanamiento de la policía guatemalteca en coordinación con la policía israelí a través de INTERPOL, en un operativo motivado por una causa por el secuestro de un menor, el grupo se trasladó a una propiedad de la secta, ubicada a unas dos horas de la capital, en la región semi-selvática de Santa Rosa, donde construyeron un complejo de cabañas de madera.
Sin embargo, al poco tiempo, en el 2017, por presión de las autoridades israelíes, como consecuencia de las investigaciones por delitos de secuestros y abuso de menores, en forma transitoria se desplazaron a la región de Chiapas, Méjico, en donde pierde la vida el líder y creador de Lev Tahor, Shlomo Helbans, a sus 54 años, en circunstancias en que realizaba un baño ritual en un río y fue llevado por la corriente, tras lo cual, la secta regresó a Guatemala y asume el liderazgo su hijo, Nashman Helbans, quién asumió una actitud más dura y extrema que su fallecido padre.
A fines del 2018, Nachman, de 38 años, quien posee doble nacionalidad, estadounidense y guatemalteca, fue detenido en Méjico en un operativo conjunto del FBI y la Policía Federal mejicana, siendo extraditado a los EE.UU., donde la Justicia Federal de New York lo imputó, junto a Mayer Rosen y otros dos miembros de la secta, por el secuestro de dos menores, que se llevó a Méjico, hijos de su propia hermana, que había desertado de Lev Tahor, por eso actualmente está en prisión, tras recibir en marzo del año pasado, la condena de 12 años de prisión, por darse probados la comisión de los delitos de secuestro y explotación sexual infantil.
Con su líder en prisión, hoy en Guatemala, Lev Tahor esta dirigida por Abraham Dinkel y Uriel Goldman, quienes niegan las imputaciones en contra de la secta, por abuso infantil, lavado de cerebro, uso de drogas y de celebrar matrimonios forzados, y alegan que son perseguidos por su posición anti-sionista, y se declaran como los únicos judíos auténticos, pues su judaísmo no está diluido y siguen los preceptos religiosos y la Torah, de manera verdadera y fundamentalista.
En este cuadro de situación, miembros que dejaron Lev Tahor, residentes tanto en los EE.UU. como en Israel, iniciaron a partir del 2020, acciones para rescatar o ayudar, a quienes quieren abandonar la secta, y es así que conformaron sitios web, como el Grupo Brooklyn, en el que participa activamente la comunidad jasídica, que considera que el grupo fundamentalista viola los principios judíos.
También lo hacen en Israel, donde se creo un grupo de voluntarios, en el que participan judíos seculares, ex funcionarios de la Policía y de Servicios de Inteligencia y abogados, es así que en el 2022, el ex agente del Mossad, Dan Limor, realizó en el terreno una amplia investigación en Guatemala, donde pudo determinar que una parte de la secta se estaba reubicando en Chiapas, Méjico, coordinando una amplia investigación con las autoridades judiciales y policiales mejicanas, donde se documentaron testimonios sobre abusos sexuales de menores y negligencia en el cuidado de la salud física y psicológica infantil, incluida las muertes de bebés recién nacidos por falta de atención médica, lo que llevó al arresto y enjuiciamiento de cuatro miembros de Lev Tahor, y que a su vez, derivó en otra causa, por la que un juez federal, en el mes de septiembre del año pasado, ordenara el arresto de varios integrantes de la secta, por el delito de abuso de menores, tras la investigación llevada a cabo por la Procuraduría Especializada en Crimen Organizado, acciones criminales que se llevaron a cabo en una locación a 17 km de la ciudad de Tapachula, Méjico.
Es debido a las investigaciones que se llevaron y se llevan a cabo, tanto en Israel, los EE.UU., Méjico y Guatemala, que algunos grupos familiares que aún conforman Lev Tahor, han abandonado estos países para encontrar refugio en otras partes, es así que para fines del 2021, un grupo se asentó en Rumania tras ser expulsados del Kurdistán iraquí, otros lo hicieron en Bosnia-Herzegovina, primero en Hadzici y luego en el barrio de Ilidza, Sarajevo, y ya para el 2022, otras familias de la secta se han radicado en Macedonia del Norte, en la ciudad de Kamanovo, no sin antes ser expulsadas por las autoridades de la ciudad de Skopje, pero quizás lo más sorprendente es, que algunos solicitaron el asilo político al régimen teocrático de Teherán y juraron lealtad al líder supremo Ali Jamenei, lo que derivó en octubre del 2021, que varias familias planearon su salida de Guatemala con destino a la República Islámica de Irán.
En síntesis, el periplo de Lev Tahor desde su creación en 1988, es el siguiente, hasta 1990 en Jerusalem, para luego volver entre el 2003/2004 y hasta el presente residir en la ciudad de Bet Shemesh, Israel, en los EE.UU. entre 1990 y el 2000, en el Canadá del 2003 al 2013/2014, en Guatemala desde el 2014 al presente y lo mismo en Méjico, desde el 2017, y tal como se señaló, ahora también están en los Balcanes y unos pocos en Irán.
Pero antes de ir cerrando esta columna, hay una pregunta, ¿cómo se financia Lev Tahor?, una respuesta es, los giros en dólares estadounidenses, a través de transferencias bancarias o no convencionales, del tipo hawala, de las familias radicadas en los EE.UU. o Canadá, con beneficios por la diferencia cambiaria en Méjico, Guatemala o los Balcanes, pero en el caso de Israel, con una cotización de 1 dólar = 3,70 shekel, se plantea una situación contradictoria, pues si la transferencia se hace por el grupo de la secta que vive en Bet Shemesh hacia Latinoamérica o Europa, ¿ese dinero no proviene acaso de los fondos que el Estado, al que no reconocen, destina a las ieshivot en las comunidades ortodoxas y ultra ortodoxas?.
Finalizando la columna de hoy, las conclusiones son las siguientes: Lev Tahor o Corazón Puro, reúne las características para ser calificada como una secta, con una concepción religiosa radical y extrema, repudiada por las máximas autoridades rabínicas, con una visión política claramente antisionista, negando la legitimidad de la existencia del Estado de Israel y con acciones criminales que motivan la persecución legal en aquellos países donde residen y puedan llevar a cabo actos ilícitos, países que se rigen por el Estado de Derecho y el respeto a los Derechos Humanos, pues Lev Tahor es un exponente del fanatismo, de la intolerancia, la discriminación y de la explotación física y abuso psicológico, es un ejemplo lamentable más del Fundamentalismo Religioso, como también en su momento lo fueron, la secta Templo del Pueblo, liderada por Jim Jones, en Guyana, que en 1978 causó 5 asesinatos y el suicidio colectivo de 918 de sus seguidores, o la de los Davidianos, dirigidos por David Koresh, que provocó en 1993, un asedio de casi dos meses con fuerzas federales, al resistir un allanamiento y el arresto de sus principales miembros, en la localidad de Waco, Texas, EE.UU., que derivó en un sangriento enfrentamiento armado, conocido como la Masacre de Waco, donde murieron y fueron heridos casi una veintena de agentes federales y perdieron la vida 82 davidianos, incluidos 23 niños, y sin que olvidemos, en mayor escala, las miles de víctimas del islamismo radical del ISIS o del Talibán, todo lo cual nos demuestra que los Fundamentalismos, no son privativos de un determinado dogma religioso, sino la visión extrema y el accionar criminal, despojado de toda humanidad, es por eso que me parece pertinente recordar la frase del filósofo y político irlandés, Edmund Burke,que dijo “…para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada…”.-
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