“Las instituciones centrales de la comunidad no deberían recibir un peso del Estado porque eso las condiciona”- Waldo Wolff
Waldo Wolf, reconocido dirigente comunitario que saltó a la esfera nacional luego de haber sido vicepresidente de la Sociedad Hebraica Argentina, presidente de FACCMA, la Federación Macabea, vicepresidente de DAIA, y siempre un judío totalmente comprometido con su comunidad, dialogó con Radio Jai y brindó su mirada sobre la dirigencia comunitaria judía en la Argentina.
Wolf declaró que a lo largo de su labor comunitaria encontró, en lo personal, “gente buena y de la otra”, que mantiene su relación y su afecto con muchos de ellos, pero que, en términos institucionales, no ha recibido apoyo. Como un ejemplo de ello, comentó el poco interés que recibió por parte de las instituciones sobre el documental (Nisman la víctima 86) que junto a Delia Sisro, “una gran dirigente comunitaria también”, acaban de realizar sobre el asesinato del fiscal Nisman: “Lo hicimos nosotros, lo fondeamos nosotros, invitamos a todas las instituciones a que fueran parte de la presentación que le hicimos en el Festival de Cine de la Ciudad, y no recibimos una sola carta de mínimo reconocimiento; nos jugamos la vida literalmente en esa pieza que dejamos, y que hicimos con el único objetivo, que es el de que quede un testimonio”, declaró.
Tampoco lograron, a pesar de haber enviado cartas a TODAS las instituciones comunitarias, que colocaran una chapita en memoria del Fiscal Nisman, solo cuatro o cinco instituciones lo hicieron. “En el edificio de Amia no hay una chapa que diga ‘en memoria el fiscal Nisman’, no hay un chapita ni de bronce, ni de metal, ni de madera, que diga ’en memoria’, y eso es toda una muestra”.
Remarcó que la Corte Suprema de Justicia de la Nación, por unanimidad, dijo que Nisman murió por lo que estaba investigando, incluso lo dijo antes de que el fallo diera “asesinato en segunda instancia”, incluso sin saber el motivo de su muerte, la que, sin duda, estuvo relacionada con su investigación.
Acerca de por qué en el edificio de la AMIA,, o en otras instituciones no haya un homenaje al Fiscal, puede responder según Wolf a que puedan temer verse mezclados con la política. Comentó que hubo instituciones que los invitaron a pasar el documental, acordaron fecha, y que “misteriosamente” luego cancelaron la exhibición. Subrayó que más allá que él sea un hombre de la política, el documental es respetuoso con las posiciones, por lo que queda en cada uno sacar sus conclusiones.
Es curioso entonces que, a pesar de ello, la dirigencia de la comunidad, tanto la AMIA como la DAIA no tengan inconveniente en invitar políticos. Prueba de ello, es que noches pasadas participaron de una cena multitudinaria de cientos de personas en el hotel Alvear Icon, con el Gran Rabino de Israel, y que el anfitrión era el exjefe de gabinete y gobernador de la provincia de Tucumán, Juan Manzur quien además pagó la cena y unos cuántos otros importantes gastos. Estaban también el ministro de Educación de la Nación y el secretario de Comercio, entre otros políticos del oficialismo.
El poco interés de las instituciones, el no compromiso con la memoria es para Waldo “lamentable”, porque es un valor que le enseñamos a nuestros hijos y que muchas veces, cierto sector de la dirigencia está disociado entre lo que enseñamos, lo que hablamos y lo que hacemos.
Acerca de la dirigencia central de la Comunidad Judía, Waldo considera que hay que ir hacia la profesionalización de las instituciones, las que requieren hoy una preparación muy compleja, porque hoy se debe saber de geopolítica, de administración, de relaciones públicas, comunicación, idiomas, tiempo para viajar, y un equipo ultra profesional, como suelen tener las instituciones americanas, y que nosotros seguimos con el mismo modelo de la década del cuarenta, pero cambió el mundo. Opina que terminó la época en que se iba a “donar solamente el tiempo”, aquella cuando se fundaron nuestras instituciones centrales, los clubes, cuando quien iba a trabajar era un “paisano” que cerraba el negocio a las cinco, que volvía tarde a la casa, cuando había otra cultura para atender a los hijos ,cuando no tenía los conflictos de hoy, y cuando no había internet: “Nosotros seguimos en la globalización y los escenarios de 2023, con estructuras y formas de elegir a las altas autoridades de la década del cuarenta”, opinó.
Sostiene Wolf que lo importante es que, cuando uno asume una institución se tenga la capacidad para fondearla; no cree que las instituciones, sobre todo las políticas, tengan que recibir absolutamente un peso del Estado porque eso condiciona y “tienes que tener la lengua libre para hablar y decir lo que quieras”. Es por eso que cuando fue dirigente siempre dijo lo que pensaba y criticó a quien criticaba.
Wolf no pretende más de las instituciones centrales que el no apoyo a los antisemitas. Relacionado con eso, contó que el 18 de julio escribió una columna “Perdón Sara” (que publicó Radio Jai) en la que informaba que, mientras por la mañana en la AMIA reivindicábamos la memoria del fiscal Nisman, convocatoria a la que ningún miembro del gobierno nacional asistió (salvo el Secretario de Culto), por la noche, el Congreso Judío Latinoamericano llevó a Aníbal Fernández a hablar de Seguridad. Justamente a Aníbal Fernández que fue uno de los que fue parte de la entrada del avión venezolano con tripulantes iraníes, y que se encargó de defenestrar al fiscal Nisman luego de su muerte, diciendo que dilapidaba el dinero de la UFI-AMIA, lo que es mentira como se comprobó en la investigación, la que arrojó que no faltaba un centavo; aquel que amenazara a la madre de Nisman, con el cuerpo aún caliente del Fiscal diciendo que la metería presa; un hombre que bastardeó a la Comunidad Judía diciéndonos que nos invitaba a decir un kadish, por Nisman. “Ese es Aníbal Fernández, y el Congreso Judío Latinoamericano lo invita a dar una conferencia sobre Seguridad en un día tan particular”.
Considera Wolf que, a veces las instituciones pueden no cumplir bien con su misión estatutaria, pero lo que no pueden hacer es todo lo contrario. La misma institución, el Congreso Judío Latinoamericano, que la llevó a (Victoria) Donda a Israel, a la que él mismo le presentó cuando estaba en ella en el INADI (instituto nacional contra la discriminación y xenofobia), cinco denuncias por antisemitismo que fueron, desde Víctor Hugo Morales hasta Pietragalla. “Me cajoneó siempre todas las denuncias por antisemitismo, y las que presentaban en mi contra y en la de otros dirigentes judíos de la política, las sacaba y nos sacaba alguna condena administrativa”, denunció.
Waldo señaló lo que le dice al Congreso judío Latinoamericano en privado y lo dice también en público, que no les pide que persigan a los antisemitas, que lo mínimo que les pide es que no los ayuden.” Yo pongo el cuerpo, pongo mi familia, pongo mi responsabilidad civil, pongo mi responsabilidad cívica. Lo único que les pido es que no los ayuden”, declaró.
Entonces, afirma, que lo que hay que rever son las misiones y las estructuras estatutarias para tener absoluta libertad para que nuestras representaciones estén libres.
Le gustaría conocer cuántos jóvenes que comienzan a involucrarse como dirigentes sabe en qué consiste la misión estatutaria del movimiento macabeo, de dónde viene, cómo se fundó la DAIA, en qué consiste la misión de la AMIA.
Subraya que vamos a cumplir 30 años del atentado a la AMIA y que a nadie se le ocurrió dejar un testimonio, por ejemplo, un documental bien explicado de lo que pasó en la Mutual, después de 30 años, para pasar en los colegios de la comunidad judía. Se pregunta si eso es tan difícil.
No cree que no podamos tener nuevas ideas, que podamos reivindicar el atentado a la AMIA en una cena a la que invitemos a Aníbal Fernández, que es un insulto a los valores de la Comunidad Judía, a su dirigencia, a los que han puesto el cuerpo para defender la famosa integridad judía, y que no podamos dedicar un tiempo para hacer algo distinto. Se trata de “hacer”, que cuando termina el día un dirigente tiene que decir qué hizo, y que él se siente muy orgulloso de esto que le costó horrores, y que puedan decir, al entrar en YouTube, qué pasó con Nisman.
Sobre los “valores” que debe haber en la dirigencia, Wolf coloca a la coherencia como elemento central. Dijo que no se puede hacer un acto el 18 de julio a la mañana diciendo que el gobierno debe esclarecer la muerte del fiscal Nisman, y a la tarde invitar a quien lo persiguió. No se puede hablar de memoria y llevar a pasear a la gente por la plaza seca de AMIA y no tener una chapita que diga “en memoria”, y que entonces hay que tener coherencia.
Un dirigente tiene que estar ahí donde suceden las cosas, es lo que hay que hacer, sostiene. Recordó que cuando Alberto Fernández dijo que la pandemia era igual a Holocausto, nadie reaccionó salvo él, y que por eso fue criticado, por “meterse con el gobierno”.
Declaró que no le tiene miedo a Aníbal Fernández, ni a Alberto Fernández cuando dice una tontería, ni a alguien de su partido cuando lo ha dicho, y mucho menos a lo que digan hoy las autoridades del Congreso Judío Latinoamericano. Solo les pediría lo mínimo, que es que no ayuden a los antisemitas.
Redacción Cita Litvak
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