En España siguen buscando nuevo gobierno
Por Ricardo López Göttig
Tal como se pudo anticipar al conocerse los resultados de las elecciones de julio de este año en España, estamos ingresando en octubre y aún no pudo formarse un nuevo gobierno. Los dos grandes partidos que se han venido alternando en los últimos tres decenios, el PSOE y el PP, no sólo no tienen una bancada propia suficiente para gobernar en solitario, sino que tienen serios problemas en formar coaliciones viables que les permitan alcanzar el número suficiente en la Cámara de Diputados.
La semana pasada, tras dos meses de consultas, de idas y venidas, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se presentó ante el hemiciclo para cumplir con el deber que le otorgó el rey Felipe VI de presentar formalmente su candidatura a la presidencia del Gobierno: en la primera ocasión, precisaba 176 favorables, de los que logró 172 en unión con VOX, Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro. En la segunda ocasión ya no precisaba de mayoría, sino que simplemente lograra más síes que noes, pero tampoco tuvo éxito, tal como resultaba previsible de la compactación del resto de las fuerzas políticas.
En consecuencia, hoy lunes el monarca español da comienzo a una nueva ronda de consultas, de las que se puede adivinar que, tras las mismas, será el actuante Pedro Sánchez, del PSOE, quien se encargará de formar gobierno. Claro que esto no es un secreto para nadie, ya que se viene tejiendo una coalición de gran heterogeneidad para lograrlo y, lo más llamativo, con la incorporación de partidos regionales independentistas de Euskadi y Cataluña.
Como cada banca cuenta, y mucho, en esta aritmética electoral, los independentistas agregan exigencias que hacen sonrojar silenciosamente a la bancada del PSOE. Puigdemont, el líder de Junts per Catalunya, por ejemplo, exige una amnistía de los procesados por su intento de emancipación unilateral de años atrás. Y aquí se abre una disputa entre Junts y ERC por ver quién hace más puntos a favor de llamar a un plebiscito por la independencia catalana, y la misma competencia se abre entre los vascos del PNV y Bildu.
A su vez, Sumar –que es, a su vez, una alianza de partidos de izquierda radical- asoma con nuevos planteamientos para correr ideológicamente el debate.
De fracasar este intento de Pedro Sánchez –que es un maestro consumado en estas acrobacias-, se convocaría a nuevas elecciones para enero de 2024, tras el receso invernal. Es la apuesta del Partido Popular, que buscará engrosar su bancada por centro y por derecha; y mientras tanto Sánchez deberá prometer lo imposible, hasta el límite de la propia ruptura de España, para obtener un nuevo mandato. ¿Por cuánto tiempo y a qué costo?
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Radio JaiAyuda a RadioJAI AHORA!
HAZ CLIC AQUÍ PARA HACER UNA DONACIÓN