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Herencia y sucesión, un problema geopolítico

Por Luis Fuensalida 

La herencia y sucesión en el poder en una entidad estatal, en una organización política o en un grupo sub nacional, constituye en ocasiones un problema geopolítico, y esto es lo que está enfrentando en el presente, el presidente ruso Vladimir Putin, y será motivo de análisis en la columna de hoy.

La presencia de la EMP Wagner, ha sido y es la presencia de Rusia en el África, tanto en el Magreb, como en la región sub sahariana, es decir, para muchos países africanos, dependen del apoyo y respaldo de Moscú, como los casos de, Malí, Burkina Faso, Rep. Centroafricana y más recientemente, Níger, mientras en otros, Wagner participa en sus conflictos internos, como sucede en Libia y en Sudán.

Ahora bien, en el caso de la región del Sahel, es muy importante la cooperación militar de esta EMP, teniendo en cuenta el aumento del accionar yihadista, impidiendo que éstos se puedan expandir hacia el sur, es decir, hacia el golfo de Guinea y al África occidental, es por esto, que la presencia de más de 5.000 efectivos de la Wagner es importante, pues también aseguran la gobernabilidad en los Estados donde está la EMP, por ejemplo, en la Rep.

Centroafricana.

Por otro lado, el grupo Wagner, no es financiado directamente por Rusia, pues se autofinancia a través de contratos directos con los gobiernos de los países africanos donde está presente, en particular en concesiones en la explotación de RR.NN., como ser en el sector minero, oro, diamantes y uranio, pero del que también se beneficia Moscú, indirectamente, por lo cual es prácticamente poco posible, que en lo inmediato, el Kremlin se haga cargo, tanto en lo financiero y menos aún en lo institucional, pues cualquier acción de la Wagner en el exterior, comprometería al Estado ruso en el campo del Derecho Internacional.

Pero por supuesto, que la Wagner es un actor muy importante tanto para los intereses geopolíticos del Kremlin, y por qué no, para los intereses económicos de algunos oligarcas rusos, por esto, la sucesión de Prigozhin no es para nada un tema menor, ni para Putin, ni para la misma Rusia, y en estos últimos días, ha surgido un nombre, Dimitri Sytii, nacido hace 34 años en Minsk, Bielorrusia, y que es actualmente, el director de la Casa Rusia en Bangui, capital de la Rep. Centroafricana.

Sytii, es un ejemplo de la “nueva generación rusa ilustrada”, egresado de la Universidad de Economía y Finanzas de San Petersburgo, luego obtuvo el Máster en Marketing y Negocios Internacionales en la Skema Business de París, y otro Máster en Gestión Cultural en la Universidad de Cataluña, domina cuatro idiomas, y es considerado como el “hombre fuerte” de la Wagner en la región sub sahariana, por lo que EE.UU. y la UE lo ha sancionado financieramente.

Pero las acciones contra Sytti no son sólo financieras, el año pasado a mediados de diciembre, sufrió un atentado al explotar un paquete bomba, recibido en la Casa Rusia, en la capital centroafricana, que le causó graves heridas, perdiendo tres dedos de su mano derecha, al presente ya recuperado, y tanto los medios rusos como el canal Telegram de la Wagner, acusaron a Francia como responsable del ataque.

También Sytii, ha estado involucrado a través de la Agencia de Investigación de Internet, una empresa dedicada a la manipulación digital, de haber interferido en las elecciones presidenciales en los EE.UU. en el 2006, lo que se hizo público en el 2020, cuando Washington sancionó a Prigozhin por esa interferencia.

En el 2017, Sytii llegó a la Rep. Centroafricana, y al año siguiente, se convirtió en el principal accionista de la firma Laboye Invest SARL, filial de la Wagner, dedicada a la explotación minera de oro y diamantes, y además es el responsable de la firma del Acuerdo con el gobierno de aquel país, en el sector seguridad, y también por el que utiliza a los medios de comunicación, como instrumento estratégico, financiando la radio Lengo Sango y a la prensa local, a través de los cuales, se promociona la actividad de Rusia y se apunta a Francia.

Tras la muerte de Prigozhin, tanto Sytii como el gobierno centroafricano, desmintieron cualquier posibilidad que la Wagner, o parte de sus efectivos, dejaran ese Estado africano, por el contrario, se intensificó la presencia y actividad de la EMP en la mina de oro de Ndassima, la más importante de aquel país.

Por su parte, Sytii tomó a la Rep. Centroafricana, como su centro de operaciones y se traslada habitualmente tanto al Chad como a Camerún, para cerrar acuerdos para la Wagner, en la explotación de oro, diamantes y madera, y más allá de ser la cara visible de la EMP, se interrelaciona directamente con los líderes y jefes de Estado, o Juntas Militares, del Sahel, tal como lo hacía Prigozhin, y si bien es prematuro confirmar que sea el heredero de Prigozhin a nivel global, si lo constituiría hoy en el África Sub Sahariana, además de potenciar las actividades de la Casa Rusia, que no es otra cosa que una diplomacia paralela de Moscú en relación con sus objetivos geopolíticos y geoeconómicos, y un detalle, en los últimos días se ha visto en Bangui a muchos jóvenes locales con remeras con la imagen de Sytii, que quizás más allá de una operación de marketing, sería una señal que tanto Putin como en la misma Wagner, reconozcan a Sytii como el heredero de Prigozhin, en África, pues en definitiva, la influencia rusa que construyó Wagner en aquel continente, no puede mermar ni perderse.

Pero las preocupaciones sucesorias de Putin no terminan con la Wagner, hagamos un poco de historia, el Cáucaso ha sido siempre una región que ha vivido el choque de etnias, religiones y culturas, y por supuesto, de intereses encontrados de las distintas potencias según las épocas, una situación que pareció finalizar a partir de 1923, tras la constitución de la URSS, en particular con las férreas y brutales políticas impuestas por el dictador Joseph Stalin, y que sus sucesores continuaron con diferentes matices, pero que al menos lograron frizar las crisis y conflictos.

Sin embargo, para finales de la década de los 80 y principio de los 90, con el colapso del imperio soviético, se dieron expresiones de reivindicaciones identitarias y nacionales, que dieron como resultado, en el caso del Cáucaso, la constitución y reconocimiento de algunas entidades estatales independientes, las repúblicas de Georgia, Armenia y Azerbaiyán, mientras otras no lo han conseguido, tal el caso de Chechenia.

Chechenia, es una de las 24 repúblicas que junto a otras entidades federales conforman Rusia, siendo su capital Grozni y se encuentra en el norte del Cáucaso, tiene fronteras con Daguestán, Georgia, Ingusetia, Osetia del Norte y a sólo 100 km del Mar Caspio, con unos 16.

100 km2 y una población de algo más de 1,5 millones de habitantes, en su gran mayoría musulmana sunita, e históricamente sufíes de la escuela hanafita, y una minoría, el 2%, cristiana ortodoxa rusa, los cosacos del Terek.

Ahora bien, tras la disolución de la URSS, declaró su independencia como, República Chechena de Ichkenia en 1991, presidida por el líder separatista Dzhojar Dudayev, pero no reconocida por el entonces pte. ruso Boris Yeltsin, y es así que en 1994 estalla la 1ra guerra chechena, que finalizó en 1996, con un costo de 80 mil muertos, entre estos el propio Dudayev.

En enero 1997, tras las elecciones, en las que se impidió votar a la minoría de etnia rusa, fue elegido presidente Aslán Masjadev, que firmó un tratado de paz con Yeltsin, el que contemplaba la ayuda financiera rusa, la que fue dilapidada por la corrupción gubernamental o bien apropiada por los “Señores de la Guerra”, sumiendo a Chechenia en el caos y la ruina económica, y a mediados de 1999, a raíz de las incursiones de islamistas chechenos en Daguestán, el entonces 1er ministro ruso Vladimir Putin, ordenó el inicio de operaciones punitivas contra Chechenia, dando lugar a la 2da guerra chechena, que duró hasta que se estableció un gobierno pro ruso en junio del 2000, siendo elegido presidente Ajmat Kadirov, un ex líder separatista, que luego fue asesinado en marzo del 2004 en Grozni, por sus anteriores camaradas, y lo sucedió su hijo Ramzan Kadirov, quién desde el 2007, ejerce la presidencia y es el hombre fuerte y más poderoso de Chechenia, el que ha sido acusado de crímenes de guerra, y posee una milicia personal, los Kadirovtsi, de aproximadamente 3.000 efectivos, un cuerpo de elite brutal y sanguinario.

Tras el 24 de febrero del 2022, cuando Rusia invadió Ucrania, al poco tiempo las fuerzas rusas fueron reforzadas con un contingente checheno enviado por Kadirov, que hasta el presente es un aliado importante del pte. Putin, quién en marzo del año pasado lo ascendió al grado de Tte. Gral., aunque no obstante, en septiembre del 2022, no se adhirió a Chechenia a la movilización general rusa.

Días pasados, circuló la versión que el líder checheno habría muerto a raíz de una enfermedad renal, o al menos, habría sido trasladado a una clínica en E.A.U. y estaría en coma, aunque otras fuentes afirman que estaría internado en Moscú, pero tras estas noticias, se publicó un video en que se lo ve a Kadirov caminando en una zona boscosa, sin embargo, esto da lugar a la especulación y a la cuestión sucesoria de este importante aliado de Moscú, en una región siempre históricamente problemática para Rusia.

En marzo de este año, el pte. Putin se reunió en el Kremlin con el hijo mayor de Kadirov, Ajmat Kadirov, algo similar a lo que pasó en el 2004 con Ramzan, en ocasión de la muerte de su padre, a modo de “bendición” de aquella sucesión, aunque en el caso de Ajmat, hay un pequeño escollo, no tiene 30 años, y este es un requisito exigido en la ley rusa para ejercer el cargo presidencial.

El gran problema para Putin, es que pueda darse una situación de inestabilidad, tanto en Chechenia como en la región caucásica, pese a que Moscú prácticamente acabó con los grupos nacionalistas separatistas, y en cuanto a los yihadistas, han dejado el territorio checheno y se desplazaron a Siria y a Irak, no obstante el clan Kadirov tiene algunos enemigos internos, otros clanes, lo que podría complicar las cosas para Moscú.

Así las cosas, la lista de los herederos está conformada por, Muslim Khuchiev, un tecnócrata, 1er ministro desde el 2018 y que goza del beneplácito de Moscú, otro es Adam Delimkhanov, a cargo de la fuerza chechena en la Guardia Nacional Rusa y es jefe del Servicio de Seguridad checheno, es un militar próximo a Kadirov y muy respetado por las FF.AA. rusas, por su actuación en Bajmut en la actual guerra en Ucrania, y finalmente, Magomed Danelov, otro militar cercano a Kadirov y pte. del parlamento checheno.

Finalizando la columna de hoy, la cuestión sucesoria tanto en el grupo Wagner, como ante la posibilidad que Ramzan Kadirov, haya muerto o no pueda seguir ejerciendo el liderazgo en Chechenia, constituyen una preocupación geopolítica para Putin y para Rusia, algo  complicado, habida cuenta del actual escenario con el conflicto en Ucrania sin miras de definirse al corto plazo, además que Moscú no puede disminuir ni su influencia ni su presencia, tanto en el África como en el Cáucaso, por esto la frase elegida es de Napoleón Bonaparte, que dijo, “…solo con la prudencia, la sabiduría y la destreza se logran grandes fines y se superan los obstáculos, sin estas cualidades nada tiene éxito…”.-   

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