Radio JAI

La Radio Judía de Latinoamérica

DONAR

“Me encontré con algo que solamente se ve en las películas de terror” Guido Kohan sobreviviente

En este pogromo, en medio de esta barbarie que desató el terrorismo de Hamás, aparecen por suerte, por milagro, historias con final feliz, como la de Guido Kohan y su familia, quienes lograron salvar sus vidas.

Guido Kohan relató en Radio Jai su vivencia:

“El sábado, a eso las seis de la mañana nos despertaron con las sirenas y las alarmas. Dada la cercanía del kibutz Ein Hashloshá con la Franja de Gaza, y de los constantes incidentes que suele haber allí, conocíamos el procedimiento a seguir, sabíamos cómo actuar. Me hallaba en el refugio esperando que todo se calmara para poder salir, pero de repente recibieron un mensaje desde la comunicación interna del kibutz, (también lo estaban viendo desde el televisor del refugio), que informaba que había comenzado a haber infiltraciones de terroristas en kibutzim y en asentamientos de toda la zona cercana a Gaza, y que por favor nos mantuviéramos a resguardo en el refugio, que cerráramos todo y que nos mantuvieran en el más absoluto silencio”.

En un momento la mamá de Guido quiere ir al baño, y ve por la ventana a dos terroristas del Hamas con fusiles de caza y RPG. Vuelve corriendo y les ordena que se mantengan encerrados en el refugio y que no hagan ningún tipo de ruido. Lo hicieron, trabaron las puertas desde adentro. Su padre con una mano cuidaba que la puerta estuviera bien cerrada, y con la otra tenía un cuchillo para poder defenderse en caso de que los atacaran.

Unos 15 minutos después oyeron un ruido muy fuerte que provenía del patio trasero de la casa que da con el living. Era de vidrios rotos, y de la irrupción de terroristas disparando y gritando en árabe, y que querían entrar al refugio, a la habitación de seguridad, pero la puerta resistió, su padre continuaba soportando con una mano la traba, para que no pudieran abrir, y entrar.

Mientras tanto, ellos continuaban en el refugio llamando desesperadamente a los servicios de emergencia quienes les dijeron que estaban en camino, y que no hicieran ruido.

Debieron permanecer en el refugio unas seis horas, encerrados, porque las fuerzas de seguridad no habían logrado entrar al kibutz para poder localizar y neutralizar a los terroristas. Al cabo de ese tiempo, un grupo comando del Ejército los pudo rescatar y pudieron ver con dolor todo lo que había sucedido. “Nos destrozaron toda la casa, la desvalijaron, se llevaron todo y se fueron”, contó. Y se enteraban de vecinos que habían sido brutalmente asesinados, de que había casas quemadas, “un escenario que ningún ser humano debería vivir”.

Para Guido fue el destino que hizo que pudieran estar en el refugio ese momento, mientras ocurrían los bombardeos, y que hayan sentido que algo podía pasar, y que “gracias a D-ios no les pasó”.

Lo que vieron al salir del largo encierro fue una masacre: “Me encontré con algo que solamente se ve en las películas de terror y en pesadillas que uno no quiere recordar. Me encontré con vecinos brutalmente asesinados, con amigos, con conocidos, con autos destruidos, con casas completamente destrozadas, en un kibutz que fue fundado hace más de 50 años por argentinos del movimiento Hashomer Hatzair, con la visión y la esperanza de poder fundar en el Neguev una comunidad judía, israelí, con un sueño de prosperidad, lo que en minutos, se convirtió en un mar de sangre, en un mar de lágrimas, en una película de terror que no tiene explicación”, describe Guido quebrado por el dolor.

Sobre la aparición en el kibutz de treinta personas que estuvieron escondidos varios días, explica Kohan que quince eran trabajadoras filipinas que se pudieron ocultar y los otros quince eran del grupo de emergencia del kibutz que lograron ponerse a resguardo.

Seis personas fueron asesinadas en el kibutz, entre ellas una argentina, “una persona maravillosa asesinada de la peor manera”,

Guido y su familia habían llegado a Ein ha Shloshá en agosto 2019 y su aliá la hicieron con el plan de instalarse en ese kibutz, principalmente porque toda familia de su padre, vive allí desde hace más de 20 años, y por esa fraternidad comunitaria, latinoamericana que da ese sentimiento de pertenencia, ese sentimiento de estar en casa. “Nos conocemos todos con todos, y es un lugar maravilloso para estar”, expresa.

Señala Guido que Hashomer Hatzair es un movimiento que brega por el diálogo y la cooperación de los dos pueblos, justamente para la búsqueda de la paz, y que allí han tenido obreros palestinos que trabajaban en la construcción de casas y con los que el trato siempre fue de lo más cordial; también empleados en una de las fábricas del kibutz que trabajan a la par con israelíes, un kibutz que busca la fraternidad y la hermandad entre dos pueblos que lo único que quieren es la paz.

En estos momentos Guido, como todos los habitantes del kibutz y de toda la zona han sido evacuados a Eilat, alejados de todo, tratando de tener la cabeza en otro lugar, aunque es completamente difícil, hasta que la situación calme.

Guido no desea, ni tiene los elementos pronosticar lo que puede pasar de ahora en más, lo único que pretende es que los que están secuestrados y desaparecidos puedan volver sanos y salvos a sus casas, y que de una vez por todas, el mundo entienda que Israel pelea con un grupo terrorista, quien, en su carta fundacional declara el exterminio del pueblo judío, borrar a Israel de la faz de la tierra, mientras que lo único que hace Israel es defender su soberanía.

“Hace dos mil años que venimos sobreviviendo y luchando contra todo aquel que lo único que planea es nuestra destrucción. Israel no hace nada más que luchar por su supervivencia y luchar contra aquello que planea nuestra destrucción”, declaró.

A la espera que todo esto termine pronto, Guido planea volver a Ein Hashloshá, el kibutz de su familia, con la esperanza de que todo puedan volver sanos y salvos a sus casas.

 

Redacción: Prof Cita Litvak

Escuche la nota

 

Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Radio Jai

Ayuda a RadioJAI AHORA!
HAZ CLIC AQUÍ PARA HACER UNA DONACIÓN