Legisladores israelíes piden a los países europeos que acojan a los refugiados de Gaza

La bárbara masacre llevada a cabo por la organización terrorista Hamás durante el Shabat del 7 de octubre en el sur del Estado de Israel violó la soberanía de Israel y desembocó en una guerra inevitable, cuyo objetivo es derrocar el gobierno de Hamás y desmantelar las capacidades militares de la organización que representan una amenaza para el Estado de Israel, y sobre todo para regresar sanos y salvos a casa a 239 secuestrados.

La operación terrestre que las FDI emprendieron hace algunas semanas resultó en una situación de inestabilidad en la Franja, cuando de facto la organización Hamás no funciona como órgano de gobierno, especialmente en el norte de la Franja.

Hamás, organización terrorista que fue elegida en las elecciones en la Franja de Gaza después de ejecutar a cientos de funcionarios del gobierno de la Autoridad Palestina, arrojándolos desde los tejados de los edificios y arrastrándolos por Gaza atados a vehículos. Ese “golpe de Estado” llevaron al poder en 2006 a la organización terrorista.

Hamás ha convertido a Gaza en la base terrorista más grande del mundo y a los residentes de la Franja de Gaza en desechos humanos y rehenes, mientras utiliza escuelas, instalaciones de la UNRWA, hospitales, mezquitas, guarderías y cementerios como bases para disparar misiles contra Israel y como sitios para establecer infraestructuras terroristas. Los agentes terroristas de Hamas están robando la ayuda humanitaria internacional de la ONU y de organizaciones internacionales como: alimentos, equipos médicos y combustible que se supone deben ser utilizados por la población civil en Gaza, con amenazas y dejando que la población palestina muera de hambre. mientras libran las batallas en búnkeres y túneles subterráneos. Claro sus líderes viven en lujosas mansiones fuera de Gaza.

El mes pasado, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución pidiendo un “alto el fuego humanitario inmediato” y exigió la introducción de ayuda vital de manera “regular, adecuada e ininterrumpida” para los residentes de la Franja de Gaza. Pero mientras la guerra continúa, las resoluciones de la ONU no afrontan la realidad e ignoran que la organización terrorista Hamás es el problema y no la solución, porque impidió y sigue impidiendo, aún más, la posibilidad de estabilidad y esperanza para los residentes. de la Franja de Gaza. Por lo tanto, es de crucial importancia que la comunidad internacional que apoye al pueblo de Gaza y examine nuevas ideas, mientras toma medidas reales que mejoren la realidad sobre el terreno “para el día después”.

Los países del mundo pueden acoger a familias de Gaza que deseen inmigrar y reasentarse sólo con el consentimiento de ambas partes. Esto dará a esas familias la oportunidad de tener una vida más segura y próspera en países estables. Europa, por ejemplo, a lo largo de la historia muchas veces ha acogido a poblaciones afectadas por guerras y conflictos en todo el mundo, y ha proporcionado refugio a quienes buscaban escapar de la violencia, la persecución y las guerras. En tiempos de guerra, las puertas de muchos países del mundo siempre han estado abiertas para recibir a personas que quieren asegurarse un futuro mejor.

Las guerras de los Balcanes en los años 1990 que provocaron la desintegración de la ex Yugoslavia trajeron consigo muchas poblaciones que optaron por abandonar sus hogares, especialmente de Bosnia y Herzegovina. Alemania, Austria, Suecia y Estados Unidos estuvieron entre los países que aceptaron recibir a un gran número de ciudadanos de los Balcanes. Sólo Alemania acogió a más de 320.000 bosnios.

En la misma década en que tuvo lugar el conflicto de Kosovo, países vecinos como Albania acogieron a más de 400.000 ciudadanos albaneses de Kosovo. Macedonia del Norte también acogió a un gran número de personas, unas 250.000. Algunos países de Europa occidental, entre ellos Alemania y Gran Bretaña -y también Estados Unidos- también acogieron a decenas de miles de personas cada uno.

Durante la guerra civil en Siria, que se prolonga desde 2011, muchos países europeos desempeñaron un papel importante en la acogida de refugiados sirios. Alemania, Suecia y Francia han acogido a un número significativo de solicitantes de asilo sirios. En 2015, solo Alemania acogió a más de un millón de solicitantes de asilo, la mayoría de ellos sirios. Suecia acogió a más de 250.000 solicitantes de asilo sirios y, en 2021, Alemania concedió asilo a más de 700.000 refugiados que intentaron emigrar a Europa.

Si bien no existe una solución única para la inestabilidad en Gaza, una forma de aliviar el sufrimiento de la población es aceptar a los habitantes de Gaza que deseen emigrar a países de todo el mundo. Esto se puede hacer a través de un mecanismo estructurado, en coordinación interestatal, destinado a brindar una respuesta internacional a los residentes de Gaza. Además, para facilitar la aclimatación de esos habitantes de Gaza, la comunidad internacional puede y debe ayudarlos con un generoso paquete de ayuda económica, de modo que cualquier familia de Gaza que lo desee pueda ser absorbida en el país de destino de manera más fácil y cómoda. Israel estaba en camino de concluir un mecanismo similar con la ONU y otros países respecto de los refugiados que se encuentran en el territorio del Estado de Israel.

El éxito de tal proyecto depende de la capacidad de cooperación y coordinación entre los países del mundo. La ONU y otras organizaciones pueden desempeñar un papel central en el traslado de los habitantes de Gaza que lo deseen a países que acepten recibirlos. Incluso un número inicial relativamente pequeño de 10.000 habitantes de Gaza por cada país anfitrión traerá un enorme alivio al sufrimiento de la población y mejorará la situación en Gaza. Hay 193 países en el mundo, la mayoría de ellos, al menos según sus votos en la ONU, apoyan un apoyo intransigente a los palestinos, por lo que se puede suponer que no se opondrán a ayudar a los palestinos a quienes han apoyado a lo largo de los años. en forma de absorber decenas de miles en sus filas. Todo lo que se necesita es un número de países que respondan a la petición y acepten a los habitantes de Gaza para ayudar a la población que emigrará así como a la que decida quedarse.

La recepción de los refugiados de Gaza que deseen trasladarse a un lugar más seguro y estable será una declaración de solidaridad y compasión por parte de los países del mundo y posicionará los valores de la humanidad y la cooperación interestatal como valores internacionales centrales. Esta cooperación es esencial para su éxito: el proyecto garantizará un futuro mejor y más seguro para los residentes de Gaza.

Esto no es sólo una obligación moral sino también una oportunidad para que los países del mundo se unan hombro con hombro y demuestren compasión y compromiso con una solución sostenible, que ayudará a la estabilidad de todo el Medio Oriente.

El artículo lo escribió Danny Danon junto con el diputado Ram Ben Barak y fue publicado en el Wall Street Journal