La Jihad Islámica Palestina anuncia la muerte de la rehén israelí Hanna Katzir – Israel no lo ha confirmado

El grupo palestino Jihad Islámica anunció a última hora del martes la muerte de uno de los rehenes israelíes que mantenía desde los ataques del 7 de octubre contra Israel.

21 de Noviembre 2023

“Expresamos anteriormente nuestra voluntad de liberarla por razones humanitarias, pero el enemigo se estaba demorando y esto provocó su muerte”, dijo las Brigadas Al Quds en su canal Telegram.

Se trataría de la rehén Katzir Hanna, de 76 años, secuestrada en Nir Oz. Hace dos semanas publicamos la nota con el video (que luego fue eliminado) que la Jihad había publicado. En ese momento estaba junto al pequeño Yagil Yaakov de 13 años.

Al momento de publicar el video, la Yihad Islámica se dijo dispuesta a liberar a ambos, sin especificar qué condiciones buscaba al respecto.

El grupo terrorista no dio razones de la supuesta muerte de Katzir y culpó a Israel de demorarse en aceptar la oferta para su liberación.

Hannah Katzir es el segundo rehén que los terroristas de Gaza han alegado que han muerto, luego de Aryeh Zalmanovich, cuyo supuesto deceso fue anunciado el 17 de noviembre por Hamás.

Israel solo ha confirmado oficialmente la muerte de las rehenes Noa Marciano y Yehudit Weiss, ambas, según las FDI, asesinadas por Hamás en Gaza.

Los cuerpos de Marciano y Weiss fueron recuperados por Israel en la zona del Hospital Shifa, donde ha estado operando por una semana.

La historia de Hannah Katzir

Hanna estaba en su casa en el Kibutz Nir Oz con su esposo Rami cuando los terroristas atacaron la comunidad el 7 de octubre, tiene 77 años, habló por teléfono con su hija Carmit varias veces esa mañana y le dijo que Rami había cerrado la casa con llave y que estaban en la habitación segura.

Hanna no volvió a contestar el teléfono después de las 8:44 am.

Horas más tarde, la familia se enteró que Rami fue asesinado y que Hanna estaba desaparecida.

Su hijo, Elad Katzir, también vive en Nir Oz. Durante su última conversación con su hermana, Carmit, logró decirle que los terroristas habían entrado en su casa. Hanna nació en una familia de sobrevivientes del Holocausto y, aunque no goza de perfecta salud, continuó trabajando en la lavandería del Kibutz, por preocupación por los soldados que sirven ahí.