Los milagros de Janucá en el contexto de la guerra contra Hamás
Mensaje de Janucá 2023:
Queridos amigos:
Escribo estas líneas mientras que nuestra Patria, el Estado de Israel, continúa en guerra contra el terrorismo genocida de Hamás.
El último y fatídico 7 de octubre, el Estado de Israel sufrió la más asesina y brutal expresión del terrorismo islámico. Mujeres fueron violadas; bebés fueron calcinados en hornos; jóvenes celebrando una fiesta por la Naturaleza y la Paz fueron ultrajados, acribillados, quemados vivos; personas de todas las edades fueron decapitadas… en apenas horas, más de 1200 personas fueron asesinadas en una matanza colectiva celebrada por sus perpetradores, que dieron testimonio de su barbarie en miles de filmaciones que prueban los crímenes de guerra por ellos cometidos. Estos mismos asesinos lanzaron ya más de 10.000 misiles contra la población civil del Estado de Israel, con el objetivo genocida de arribar a lo que Hamas propone en su carta constitutiva: acabar con la presencia judía en el Medio Oriente; arribar a esa aspiración que gritan en las marchas por ellos organizadas: “from the river to the sea, Palestine will be free…” – desde el río Jordán hasta el Mar Mediterráneo, asesinaremos a cada judío, liberando de infieles al Medio Oriente. Infieles: judíos, cristianos, musulmanes – la mayoría que no es radical… todos los que no sean Islamistas.
En Simjat Torá, también Shabat 7 de Octubre, el terrorismo islamista asesino, masivo y brutal de Hamás volvió a atacar Occidente, tal como Al Qaeda lo hiciera contra Estados Unidos el 11 de Septiembre de 2001, y ISIS, el Estado Islámico, desde el 2014 contra Irak y luego Siria. Al Qaeda, ISIS, Hamás, Jizballá, los Hutis y otras tantas organizaciones terroristas sostenidas por el Estado Terrorista Islamista de Irán, libran una guerra contra la Civilización Occidental, que se sostiene en los valores judeo-cristianos que la fundan.
El mundo civilizado comprendió la necesidad imperiosa de combatir y destruir la amenaza de la destrucción de las democracias libres. Lo hizo contra el nazismo, el imperialismo soviético, y en las últimas décadas, contra el islamismo terrorista antioccidental.
Hamás es un movimiento doblemente genocida: contra el pueblo judío todo, y contra su propia población palestina, que es prisionera y a la vez escudo humano de sus ataques.
Frente a esta atrocidad; frente a esta barbarie, los detractores del Estado de Israel lanzaron una campaña en todo el mundo para blanquear el crimen de Hamás negando los testimonios incontables registrados en cámaras, y proclamando a la organización terrorista asesina “luchadores de la paz y de la libertad”. Esto generó una ola incontenida de antisemitismo en todo el mundo, cobrando la vida de judíos y amenazando la integración lograda en todo Occidente.
Ingresaremos, desde el dolor de la guerra impuesta por Hamás a nuestro pueblo, a la fiesta de Janucá: la celebración Macabea per excellence. Es en Janucá que recordamos con cuánta valentía Matitiahu HaCohen y sus cinco hijos (Shim’ón, Yojanán, Yehudá, Yonathán y El’azar) combatieron a los seleucidas (los greco-sirios) que dominaban Eretz Israel – y que trataron de imponer su cultura pagano-helénica a los judíos como lo hicieron con los demás pueblos por ellos conquistados. La memoria nacional del pueblo judío recoge la percepción de dos milagros que se vinculan a estos días aciagos:
– El milagro de la victoria militar: leemos en nuestros Sidurim (nuestros libros de rezos): “Tú (D’s) entregaste a los fuertes (los griegos) en manos de los débiles, a los muchos en manos de los pocos, a los impuros en manos de los puros, a los impíos en manos de los justos…”.Para los miembros del Pueblo Judío y para nuestros Sabios, tal como lo expresan nuestros rezos, la victoria militar fue experimentada como un verdadero milagro – un sentimiento evocado, también, en algunas de las victorias del joven Estado de Israel en el pasado.
– El milagro de la identidad judía: en un período más corto que el que el Pueblo Judío tuvo que soportar bajo la dominación griega, las demás naciones invadidas por los helénicos perdieron su propia cultura y adoptaron la de sus conquistadores. El Pueblo Judío, aun sintiendo la tentación de la cultura hedonista griega, se mantuvo fiel a su propia herencia, defendiéndola y profundizando su compromiso con la civilización que crearon.
¿Qué nos ha pasado como pueblo dentro y fuera de Israel en estos dos meses tan dolorosos? Inmediatamente después de la catástrofe y del dolor extremo; sin negarnos la necesidad y el deber del duelo por los asesinados y caídos, el Estado de Israel registró la mayor participación en su tan joven historia de voluntarios en el Ejército – 300.000 hombres y mujeres de todas las edades. Salimos a la lucha después de la tragedia, de la masacre, como lo hicieron Matitiahu y sus hijos, los Macabeos, en la defensa de nuestra vida.
Al mismo tiempo, en el mundo, mientras que el movimiento BDS se sacó públicamente su máscara y en manifestaciones gigantescas gritó públicamente su deseo de destruir Israel –”We don’t want no two States, we want all of it”,las Comunidades judías (junto a todas las fuerzas democráticas) salieron a las calles para demandar el derecho a la vida, a la continuidad judía, a la defensa de la identidad individual y nacional.
Se trata de los mismos desafíos de Janucá, en otro contexto: volvemos a luchar por nuestra vida nacional, con toda la sociedad civil en Israel unida en la causa del bien, de la justicia… y, una vez más, reafirmamos nuestra identidad judía y nacional, en cada rincón del mundo, con miembros de nuestro pueblo que han retornado a las filas activas de la acción judía al confrontarse con este nuevo intento de acabar con la legitimidad de la existencia judía en todos los niveles.
Janucá es la fiesta de la luz de la vida, del reconocimiento del milagro de nuestra existencia y la de los nuestros – a quienes amamos y que le dan sentido a nuestras vidas. Este Janucá encendamos las 8 velas de los milagros agradeciendo a Dios el estar vivos, en la búsqueda de existencias llenas de sentido, de significado, de realizaciones, de amor, de comprensión, de alegría y de bien.
Que tengamos un Janucá de Luz – la de los milagros nacionales.
Con nuestros mejores deseos,
¡Jag Janucá Saméaj, Macabim, y Jazak ve’ematz!
Rabino Carlos A. Tapiero
Vice-CEO & Director de Educación
Unión Mundial Macabi
Ayuda a RadioJAI AHORA!
HAZ CLIC AQUÍ PARA HACER UNA DONACIÓN