Waldo Wolff Ministro de Seguridad: “Creo que es un excelente termómetro mi cargo para ver quién es antisemita y quién no”

En un diálogo íntimo, que solo puede sostener en Radio Jai, que lo conoce y ha acompañado desde hace 30 años, Waldo Wolff, el recientemente elegido para ocupar la cartera y responsabilidad del ministerio de seguridad de la ciudad de Buenos Aires, reflexiona sobre el desafío que la misma implica, su apego a la Constitución Nacional y sus claras respuestas al antisemitismo que siempre surge cuando un judío (en su caso orgulloso de su condición) ocupa un rol protagónico.

Desde hace dos semanas estoy trabajando en una transición muy ordenada en el Ministerio, con el actual ministro Gustavo Coria. Remarca que entrará en funciones a la cero hora del domingo, ya que el juramento en la Ciudad tiene una transición ordenada por la ley, es decir, juran antes, y toman posesión a la cero hora hoy domingo.

Sobre cómo vivió la Jura al cargo, Wolff dijo que” agradeció a los mismos de siempre”, que se siente tranquilo, porque no tiene nada que ocultar, que sigue teniendo la misma casa, los mismos amigos, la misma sociedad familiar, con su veraz intachable y que esa es su mayor satisfacción, como lo son sus seres queridos y su entorno más cercano. Señaló que llegó hasta este lugar con su forma de ser, como alguien que no proviene de una familia poderosa económicamente, sino de gente que se hizo con trabajo en la época en la que en la Argentina había una movilidad social ascendente; y que su patrimonio es público.

Valora llegar al cargo con las herramientas que recibió de su hogar, y con la misma pasión que tuvo cuando empezó aquella columna en Radio Jai cuando era muy joven, o cuando comenzó a activar en la Comunidad, como miembro de una comisión de deportes. “Siempre lo que hice fue con la misma pasión”, expresó.

Ser ministro de Seguridad, ya de por sí representa un desafío importante, tanto más en la Ciudad de Buenos Aires, que está signada con toda suerte de inconvenientes, como criminalidad, cortes, marchas y desórdenes.  Al respecto Wolff dijo que Seguridad es efectivamente una cartera muy compleja, donde “nunca se dan buenas noticias”; que el viernes mismo ya tuvo que informar sobre un oficial abatido en Ciudad Evita.

Informó que la Ciudad de Buenos Aires, en homicidios dolosos es la más segura de Latinoamérica y la segunda más segura de América.  El año pasado hubo 79 asesinatos, lo que por supuesto, aunque bajo en número no deja de ser un problema y un dolor para la familia de los asesinados. Pero, afirma Wolff, que “no existe en el mundo la seguridad en un ciento por ciento, ni tampoco un ciento por ciento de inseguridad”. Sabe que va a tener que administrar malas noticias, y que las buenas noticias son contra fácticas, porque si el año próximo, habrá menos delitos dolosos, o bajaron los arrebatos, igualmente habrá familias golpeadas por ello.

Waldo pone el acento en el trabajo y manifiesta con entusiasmo: “Es ahora o nunca, es ultima la oportunidad que tiene mi generación para ver a la Argentina salir de esta decadencia permanente y eterna”. Y subraya que “está dispuesto a jugarse como se la juegan hombres y mujeres en todos los ámbitos, en la sociedad civil, en la política, que es la de trabajar todos los días”.

Además de ser judío, orgulloso de su identidad, de haber sido Vicepresidente de la DAIA, es alguien que luchó y lucha contra el antisemitismo. Fue hasta acusado por algunos, de ser un operador del Mosad, y es muy probable que en un cargo tan sensible como es el área de Seguridad, reciba agresiones de índole antisemita.

Al respecto, Waldo manifestó: “Es algo natural, el antisemitismo es una pasión, no se apacigua con la lógica”. Señaló que hay algunos personajes menores de la política que señalaron que “Wolff viene de la Daia”, pero que justamente para él significa un orgullo haber sido parte de una institución central de la Comunidad Judía en la Argentina.  Sabe que va a ocurrir, que es un desafío, como lo fue cuando fue diputado por primera y segunda vez, o cuando fue Secretario de Servicios públicos; y que va a pasar ahora también, pero como él sigue con los mismos valores y que los de siempre van a poder inventar lo que quieran.

“Creo que es un excelente termómetro mi cargo para ver quién es antisemita y quién no”, reflexionó.

Tener que explicar mi condición de judío no solo es casi antisemita, señala, sino que eso pertenece a mi ámbito privado, y que hoy reviste un cargo como Ministro de Seguridad y no como miembro de la Comunidad Judía.

Destacó que en las cuatro oportunidades que tuvo que prestar juramento, lo hizo por la Constitución Nacional, porque a él lo eligen para cumplir con la Constitución, y que a nadie le debería importar en qué Dios cree, o cuáles son sus preferencias sexuales o ideológicas.

Acerca de lo que surge habitualmente, sobre la llamada “doble lealtad” de los judíos a la que supuestamente deberían responder, es decir elegir entre Argentina e Israel, el Ministro declaró: “Soy argentino hasta la médula, lo soy por ley, porque nací en la Argentina y porque es mi patria. Con Israel me une un vínculo espiritual, al igual que a un musulmán argentino que reza cinco veces al día mirando a la Meca, o a un cristiano que se conmueve en la Plaza San Pedro o un armenio cuando divisa el monte Ararat”.

Redacción: Prof. Cita Litvak

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