El efecto mariposa
Unos 70 países, que involucran a casi la mitad de la población mundial, tendrán en este 2024, elecciones generales, entre los cuales están, los EE.UU., RUSIA, INDIA, TAIWAN, VENEZUELA, MÉJICO y los miembros de la U.E., que entre el 6 y 9 de junio, deberán elegir a sus representantes para el Parlamento Europeo, aunque por peso geopolítico, los tres primeros mencionados, son los más importantes, pero quién inaugurará este año electoral, es TAIWAN, el 13 de enero próximo, y este es el tema de esta primera columna del 2024.
Recordemos que TAIWAN, es la actual denominación de la ex República Nacionalista China, la que se instauró en la isla de Formosa, tras la Guerra Civil, que tuvo por contendientes, al Partido Comunista de CHINA, liderado por Mao Zedong, y Kuomintang o Partido Nacionalista Chino, del general Chiang Kai Shek, y se desarrollo en dos períodos, de 1927 a 1937, y tras la 2da. Guerra Mundial, de 1946 a 1949, con el triunfo de la revolución comunista, por lo cual, los nacionalistas chinos debieron trasladarse al territorio insular citado, la actual TAIWAN, valga la aclaración, que entre 1937 y 1946, ambos bandos se aliaron en contra de la invasión del Imperio del Japón, pero vayamos seguidamente al presente inmediato.
Es así, que en este país asiático, quién va primero en las encuestas, es el actual vicepresidente, Lai Ching-te, del partido Democrático Progresista, habida cuenta, que la presidente Tsai Ing-wen, que está cumpliendo su segundo mandato, no puede constitucionalmente, ser reelegida para un tercer período presidencial.
Lai Ching-te, es un médico y político taiwanés, de 64 años, quien entre el 2017 y el 2019, ocupó los cargos de primer ministro, y anteriormente como alcaide de Taipei, tiene una Maestría en Salud Pública de la Universidad de Harvard, EE.UU., e igual a la actual presidente, tiene una postura de reafirmación de la independencia de la isla del régimen de Biejing.
Le siguen, los candidatos del Kuomintang y del partido Popular, por el primero es Hou Yu-ih, un político que con anterioridad fue Director de la Policía Nacional, luego alcaide interino de la Nueva Taipei, entre el 2015 y el 2016, y en el presente y desde el 2018, el titular de la alcaidía, es una figura que adquirió notoriedad cuando se desempeñaba como Jefe del Buró de Investigaciones Criminales, al tener una exitosa actuación, en el esclarecimiento del intento de magnicidio en el 2006, del entonces presidente Chen Shui-bian, que le valió el ascenso a Director de la Policía Nacional, en cuanto al candidato del segundo partido es, Ko Wen-je, también médico como el actual vicepresidente, y como político fue alcaide de la Vieja Taipei, entre el 2014 y el 2022, tiene un pos grado en la Universidad de Minnesota, y es profesor en la Universidad de Taiwán, en las cátedras de Cirugía General y Terapias Intensivas, y es un defensor del uso de la energía nuclear, y propone la reapertura de las centrales cerradas recientemente por el partido gobernante.
En este contexto, si bien la oposición está dividida, hay algunos temas que comparten, como ser, en las acusaciones al actual gobierno del partido Demócrata Progresista, que en su postura desafiante para con CHINA, intenta erradicar la cultura china, un argumento que también sostiene la prestigiosa profesora en Literatura China, Alicia Ou, quién ha llegado a calificar que las acciones del gobierno, equivalen a una “autocastración” cultural, y esta declaración no ha pasado desapercibida para el régimen de Beijing, que a través de la agencia estatal Xinhua, apoya la postura de la oposición y de la profesora Ou, aunque muchos docentes taiwaneses, no critican la reforma educativa iniciada en 1990.
Sin embargo, esa postura crítica a la señalada reforma, concuerda con la postura del presidente Xi Jinping sobre Cultura China, que predica disminuir las influencias occidentales, y aunque parezca paradójico, esa opinión coincide con los votantes conservadores taiwaneses, en particular quienes vivieron el período del gobierno autoritario del Kuomintang, de 1949 a 1987, que pese haber perdido la Guerra Civil, tiene un profundo sentido de identidad china.
Ahora bien, veamos cómo se perciben los habitantes de Taiwan, sólo un poco más del 5% se identifican como chinos, un 30% lo hacen tanto como taiwaneses como chinos, y un 60% únicamente como taiwaneses, y esto es algo que trata de capitalizar el partido Demócrata Progresista, de perfil independiente radical, ya que es parte de la agenda anti China del actual gobierno, por lo que desde Beijing señalan, que esa postura va en contra de los deseos del pueblo, y que la reunificación de la isla con CHINA es inevitable, y así lo afirmó el presidente Xi Jinping el 26 de diciembre ppdo., y agregó, que China debe ser visto como la Libertadora y no como un invasor.
Las elecciones del próximo 13 de enero, se dan tras años de tensiones y una crisis caracterizada por el aumento de la presión militar, política y económica de Beijing, en particular, ante la estrecha relación de la presidente Tsai Ing-wen con Washington, una crisis que seguirá, a riesgo de ir escalando, en caso que el candidato oficialista, Lai Ching-te gane las elecciones, y quién es reprobado por los funcionarios chinos, mientras que ambos candidatos opositores, son considerados como partidarios de estrechar las relaciones con Biejing.
La crisis de Taiwán, es una de las más calientes, en las relaciones entre los EE.UU. y CHINA, y estuvo en el tapete, en la Cumbre de San Francisco, celebrada en noviembre pasado, y donde Xi Jinping le ratificó a su par estadounidense, Joe Biden, que la reunificación es inevitable, y esta postura, involucra no sólo el futuro político de TAIWAN, sino también, las tensiones estratégicas en torno al Estrecho homónimo, que importa a una de las principales rutas del comercio marítimo en Extremo Oriente, como tampoco se puede obviar en lo que hace al desarrollo científico-tecnológico, pues TAIWAN es el tercer productor mundial de microchips, sus compañías TSMC y UMC, acaparan el 60% de la industria global de los chips, y abastece a empresas estadounidenses como Apple, Qualcomm y Nvidia, y en caso de ganar la oposición, se daría un escenario similar al que CHINA se hiciera de la isla por la fuerza, lo que resultaría, en que el régimen de Beijing si hiciera con el control de esas dos grandes compañías, y pasaría a controlar la economía mundial.
Valga como ejemplos, la nombrada estadounidense Apple es el principal cliente de TSMC, que le provee 1.400 millones de procesadores para sus teléfonos inteligentes, y cerca del 60% de las automotrices utilizan los chips de la empresa taiwanesa, y es por esto que Washington amenaza al Gigante Asiático en destruir ambas compañías, que son junto a Samsung de Corea del Sur, las principales proveedoras de chips a CHINA, es lo que en ámbitos del Pentágono ha recibido la designación de “estrategia de tierra quemada”, aunque hay que señalar, que la cosa no sería tan fácil para Beijing, pues por más que se haga con las compañías taiwanesas, hay chips que no podría producir sin componentes de la holandesa ASML, igualmente sería positivo para CHINA, más allá que la citada TSMC está llevando a cabo, desde agosto del 2023, una inversión por u$s 40.000 millones en una planta en el estado de Arizona, EE.UU., como reaseguro, pero al margen, no podemos olvidar, que TAIWAN produce también, productos electrónicos, de comunicaciones, farmacéuticos, químicos y textiles.
Y a lo señalado, hay que agregar que los resultados de los comicios de enero, también se sentirán en los mercados financieros, pues más allá del delicado equilibrio entre Washington y Beijing, hay que tener en cuenta que en este año, habrá elecciones en otros países de Asia, por el caso, en Indonesia se celebrarán el 14 de febrero, y principalmente, los de la India, entre abril y mayo, el Gran Comodín en el tablero internacional, la democracia más poblada del mundo, lo que convierte a estas elecciones en aquella región, en eventos geopolíticamente importantes.
Finalizando la columna, las conclusiones son las siguientes, con el 31% de intensión de votos a favor del candidato oficialista, el vicepresidente Lai Ching-te, y de ser el ganador, las tensiones entre Beijing y Taipei seguirán y la crisis entre los EE.UU. y CHINA, podrán sufrir una escalada, por otro lado, si cambiara la intensión de votos y el partido del Kuomintang tomara la delantera y terminara ganando el próximo sábado 13 de este mes, habrá un cambio en reversa en la dinámica de la crisis, pues este partido opositor al gobierno actual, su agenda está marcada por el acercamiento a CHINA, lo que evidentemente sería disvalioso para los intereses de Washington, como para sus aliados en Oriente Extremo, léase Corea del Sur, Japón, Australia y Nueva Zelanda, aunque también hay que esperar el resultado de las votaciones generales de los EE.UU. en noviembre, pero en fin, esta contienda por los próximos cuatro años de gobierno en TAIWAN, se da en el marco de un sistema electoral, en que el presidente es electo de manera directa y por simple mayoría, y es por esto, que gran parte de esta región que se denomina AUSTRALASIA, será impactada significativamente por el resultado de los comicios, pero con efectos geopolíticos y geoeconómicos a nivel global, y este es el primero de los procesos eleccionarios que abordaremos en el corriente año, por eso parece apropiada como frase final, la del matemático estadounidense Edward Lorenz, que dijo, “El batir de las alas de una mariposa en China, puede provocar un huracán en la otra parte del mundo.”.-
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