El fracaso del 7 de octubre, los llamados en las horas previas y los informes desestimados

Las dramáticas horas previas al ataque y la conferencia telefónica

Durante la noche anterior al ataque sorpresa, un correo electrónico sale de una de las bases en el sur, informando de ciertas señales que se elevan por toda la Franja; Durante las mismas horas, el Shin Bet también recibe señales adicionales que indican que algo está a punto de suceder. Aproximadamente a la 1:00 a.m., el Jefe de Estado Mayor recibe la primera actualización del Shin Bet, y luego del Comando General Sur; Alrededor de las 3:30 de la madrugada, el Jefe de Gabinete despierta al Jefe de Gabinete, quien le pide que convoque para una conferencia telefónica con el fin de realizar una evaluación ordenada de la situación.

En preparación para esta conversación, el jefe de la Dirección de Operaciones, el general de división Oded Basiuk, convoca una evaluación de la situación con sus hombres, y allí surgen las mismas “señales indicativas”. El general Basyuk ofrece posibles explicaciones de lo sucedido, que van desde un ejercicio de Hamás hasta la posibilidad de que se estén preparando para una “acción estratégica contra Israel en las próximas horas”. Pero al final, afirma que en esta etapa “no hay una explicación satisfactoria” para lo que está sucediendo en la Franja de Gaza, y concluye que los 8.200 efectivos harán un esfuerzo para profundizar la información tanto como sea posible.

Aproximadamente una hora después, se realiza la misma consulta telefónica, con la participación del jefe del Estado Mayor, el jefe de la división de operaciones y el jefe del Comando Sur. Se les informa sobre los indicios que han sido recibidos, el jefe del Estado Mayor pide “mejorar las capacidades de recopilación” sobre el incidente, también actualizar la preparación de la fuerza aérea, e instruye “a examinar lo que surja [en la inteligencia], al tiempo que cuestiona la suposición de que Hamas no quiere la guerra”. Por primera vez, quizás, el concepto se está resquebrajando, pero no lo suficiente como para que ordene los preparativos para un gran evento que está comenzando a desarrollarse. Al final de la discusión, la División de Operaciones dará instrucciones para que se pongan en alerta dos Zikes y un helicóptero de combate.

La desaparición del jefe de la Inteligencia Militar, pocas horas antes de que comenzara el ataque

Una persona que no está en ninguna consulta durante todas estas horas es el jefe de la Inteligencia Militar, el mayor general Aharon Haliwa. Ese fin de semana está de vacaciones en Eilat. Poco después de las 3:00 de la madrugada, recibe una actualización telefónica de su asistente sobre las señales que llegan de Gaza. Por alguna razón, Haliva no convoca a su propia evaluación de la situación, ni participa en la conversación telefónica con el jefe de gabinete. Según una de las denuncias, intentaron comunicarse con él para que pudiera participar en la conversación, pero el jefe de Inteligencia Militar no estaba disponible por teléfono.

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Más tarde, él mismo explicó a quienes preguntaron por su desaparición: “Después de todo, incluso si hubiera participado en la consulta con el jefe de gabinete, no habría cambiado nada: diría que probablemente fue un simulacro, que las señales eran débiles y que esperaríamos hasta la mañana. No habría cambiado el resultado final de ninguna manera”.

En esa conferencia telefónica, no había nadie que presentara el correo electrónico de la misma contraparte que informó en el verano de 1923 sobre el entrenamiento de Hamas para un ataque mortal, la advertencia del jefe de la División de Operaciones de Inteligencia Militar de que no tenemos forma de saber cómo actuará Sinwar, y los informes en la División de Gaza sobre un fuerte aumento en el entrenamiento de Nukhba, tres días antes de la masacre en el sobre de Gaza. Nadie conectó los puntos.

La presentación del año pasado, que predijo el ataque

En una presentación preparada en julio de 2022 por el entonces comandante de la División de Gaza, una de las diapositivas mostraba un mapa, que aún no se ha revelado. Se titulaba “El plan de la gran incursión de Hamás”; Según ella, más de 20 compañías Nukhba de Maas lanzarán una incursión en más de 15 puntos simultáneamente, con más de 54 equipos de ingeniería rompiendo docenas de brechas en la barrera.

El documento también incluye una frase, que deja poco lugar a dudas: “La incursión constituye la amenaza más seria que enfrentan las fuerzas de las FDI en defensa. Por lo tanto, la gran pregunta que surge ahora es ¿por qué, a pesar de toda esta información, y de las advertencias y correos electrónicos, algunos de los cuales se publicaron recientemente, la Inteligencia Militar no entendió a finales del verano pasado que Sinwar había agotado la tranquilidad y que ya estaba completando sus preparativos para una gran cantidad de ruido?

La respuesta aparentemente simple: los altos funcionarios de la Inteligencia Militar confían en que Sinwar se dirige a un acuerdo, y esta confianza en sí mismo es particularmente problemática, porque resulta que era un oficial de alto rango que encendió una luz de advertencia. Unos tres meses antes del ataque sorpresa, se lleva a cabo una discusión en un foro cerrado con el jefe de la División de Operaciones de Inteligencia Militar, el general de brigada F. Este es el hombre encargado de operar las unidades especiales, que se supone que deben traer inteligencia que otros no saben cómo traer. Sin embargo, en la misma discusión, afirmó: “Lo intentamos, no lo logramos, no sabemos cómo actuará Sinwar. Y los comandantes sobre el terreno deben prepararse en consecuencia”.

Oficial de alto rango seis días antes del ataque: “La situación va en la dirección de la serie”

El resumen de esta dramática discusión está en el escritorio del jefe de Inteligencia Militar, quien instruye a aumentar el esfuerzo de inteligencia. Hacemos hincapié en que se están llevando a cabo operaciones audaces precisamente con este propósito, pero la ceguera continúa, aparentemente en todos los niveles. Tanto es así que el 1 de octubre de este año, seis días antes del ataque sorpresa, la Inteligencia Militar seguía hablando de una “calma potencial” en la Franja de Gaza.

Seis días antes del ataque, una evaluación de la situación convocada por el comandante de la división de Gaza informó de un “fuerte aumento” en el entrenamiento de las fuerzas de Nukhba. En el marco de la discusión, se presentó el sistema de entrenamiento de Hamás: seis batallones, cada uno de los cuales realiza uno o dos ejercicios de entrenamiento por semana.
Según una fuente familiarizada con los detalles, “todo el mapa estaba pintado de rojo”. Sin embargo, esto no impidió que el comandante de la división resumiera la discusión con estas palabras: “En la tensión entre los cambios económicos de Hamas y la continuación de los disturbios, parece que por el momento la situación se está moviendo en la dirección de un arreglo y una calma en los disturbios”.

Las FDI dijeron en respuesta: “Las FDI están trabajando y luchando contra la organización terrorista asesina Hamás en la Franja de Gaza. Se llevará a cabo una investigación detallada y profunda sobre el asunto para aclarar completamente los detalles cuando la situación situacional lo permita”.

Fuente: Canal 12