Rehén liberada: “Me obligaron a cometer actos sexuales con una pistola apuntándome”

Advertencia: Esta historia describe eventos y testimonios profundamente perturbadores con detalles gráficos.  

La rehén liberada de Gaza, Amit Sousana, dio su testimonio personal de la violencia sexual y el abuso físico que sufrió en cautiverio de Hamas en una entrevista de ocho horas con The New York Times que se publicó el martes. Es la primera rehén liberada que da testimonio directo de las atrocidades sexuales cometidas por Hamás. 

Soussana ya había sido noticia cuando salió a la luz un vídeo del momento de su captura, cuando luchó contra siete terroristas de Hamas antes de ser llevada a Gaza. 

En la entrevista, Soussana recordó haber sido retenida como rehén en la habitación de un niño en Gaza con una cadena atada a su tobillo izquierdo. El terrorista de Hamas a cargo de custodiarla, a quien ella llamó Muhammad, ocasionalmente se sentaba a su lado en la cama, le levantaba la camisa y la manoseaba, dijo. 

Muhammad le preguntaba constantemente sobre su período, preguntándole si estaba sangrando, si se había lavado desde entonces y cuándo terminaría, agregó. 

En algún momento alrededor del 24 de octubre, Muhammad la obligó a cometer un acto sexual con él, dijo Sousana. 

Esa mañana, él le abrió la cadena alrededor del tobillo para que pudiera lavarse en la bañera, dijo, y agregó que después de que ella comenzó, Muhammad regresó con una pistola. 

“Se acercó a mí y me apuntó con el arma a la frente”, dijo Sousana. 

Muhammad la golpeó repetidamente para obligarla a quitarse la toalla. Después de que lo hizo, Muhammad la manoseó antes de continuar golpeándola. 

Después, la arrastró de vuelta a la habitación de la niña a punta de pistola. La habitación estaba cubierta de imágenes de Bob Esponja, dijo. 

“Luego, con el arma apuntándome, me obligó a cometer un acto sexual con él”, dijo Sousana. Después de que terminó, Muhammad salió de la habitación para lavarse y dejó a Soussana desnuda en la oscuridad. 

Cuando regresó, dijo, expresó remordimiento y le dijo: “Soy malo. Soy malo. Por favor, no se lo digan a Israel”. 

Soussana también relató su dilema moral de aceptar comida de su abusador. 

“No puedes soportar mirarlo, pero tienes que hacerlo”, le dijo al Times. “Él es el que te está protegiendo. Él es tu guardia. Estás ahí con él y sabes que en cualquier momento puede volver a suceder. Dependes completamente de él”. 

Soussana luego habló de su segundo captor, Amir, después de que fue transferida a un lugar diferente. El día que llegó al nuevo apartamento, los terroristas de Hamas le envolvieron la cabeza en una camisa rosa, la obligaron a tirarse al suelo, la esposaron y la golpearon con la culata de una pistola, dijo. 

Minutos después, la suspendieron “como un pollo en un palo, suspendido entre dos sofás”. Recordó que sintió que sus manos se dislocarían debido a la intensidad del dolor. 

Mientras estaba suspendida, sus nuevos captores la golpearon y patearon, concentrándose en las plantas de sus pies mientras le exigían información que pudiera haber tenido sobre el enemigo. 

Después de eso, la desataron y la llevaron a un nuevo dormitorio, donde le dijeron que tenía 40 minutos para presentar información o de lo contrario la matarían. 

Los informes de actos de violencia sexual cometidos por Hamas han sido contados en relatos de segunda mano por mujeres y niñas que fueron liberadas en el acuerdo de rehenes en noviembre pasado, pero ninguno ha sido tan explícito como el de Soussana. 

Muchos apologistas han negado cualquier informe de violencia sexual cometida por Hamas, diciendo que si se tardó tanto en sacar a la luz las acusaciones, podrían no ser ciertas. Los delitos sexuales no siempre se denuncian, ya que el trauma sufrido por las víctimas podría pasar factura hasta el punto de disuadirlas de sacar a la luz los crímenes, según los expertos. 

Muchas de las víctimas de los crímenes sexuales de Hamas murieron en la masacre del 7 de octubre o siguen en cautiverio en Gaza. 

En la actualidad, todavía hay 19 mujeres rehenes o cuyos cuerpos siguen en cautiverio de Hamás: Naama Levy, Shani Louk, Noa Argamani, Romi Gonen, Arbel Yehud, Carmel Gat, Eden Yerushalmi, Doron Steinbrecher, Maya Goren, Ofra Kedar, Inbar Haiman, Liri Albag, Daniella Gilboa, Shiri Bibas, Karina Ariev, Agam Berger, Emily Damari, Amit Esther Buskila y Judy Weinstein. 

Portavoz de Hamás niega el informe del New York Times 

El portavoz de Hamás, Basem Naim, presentó una respuesta de 1.300 palabras a The Times sobre el testimonio de Soussana. Puso en duda sus acusaciones y exigió que el periódico las investigara. También dijo que tal investigación sería imposible bajo “las circunstancias actuales”. 

Naim cuestionó por qué Soussana no había hablado públicamente sobre el alcance de su abuso hasta ahora. El nivel de detalle de su relato hace que sea difícil de creer, “a menos que algunos agentes de seguridad lo hayan diseñado”, dijo. 

Naim también descartó la posibilidad de que los miembros de Hamás puedan llevar a cabo tal acto porque el cuerpo humano es sagrado para ellos. 

“Para nosotros, el cuerpo humano, y especialmente el de la mujer, es sagrado”, dijo, y agregó que las creencias religiosas de Hamas “prohibían cualquier maltrato de cualquier ser humano, independientemente de su sexo, religión o etnia”. 

También se han negado testimonios anteriores de violaciones cometidas por Hamás 

Este no es el primer caso de negación de las atrocidades sexuales cometidas por Hamás. La representante especial del secretario general de la ONU sobre la violencia sexual en los conflictos, Pramila Patten, presentó un informe especial al Consejo de Seguridad de la ONU que decía: “Encontramos información clara y convincente de que se ha cometido violencia sexual, incluida la violación, la tortura sexualizada y el trato cruel, inhumano y degradante, contra los rehenes, y tenemos motivos razonables para creer que dicha violencia aún puede continuar contra los cautivos”. 

El informe no fue clasificado como una investigación, y el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió a mediados de marzo para debatir las conclusiones. El informe también se ha enfrentado a una severa reacción y negación en las redes sociales. 

En respuesta a la entrevista de Soussana, el presidente Isaac Herzog dijo en una publicación en X: “Amit Soussana habla por todos aquellos que no pueden hablar. Habla en nombre de todas las víctimas de los despreciables crímenes y abusos sexuales de Hamás. Habla en nombre de todas las mujeres de todo el mundo. 

“El mundo entero tiene el deber moral de apoyar a Amit –y a todas las víctimas– en la condena del brutal terror de Hamás y en la exigencia de la devolución inmediata de todos los rehenes.” 

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 Fuente: Jerusalem Post