Irán Profundiza Cooperación Con Bolivia En Áreas Claves
En la VII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Foro de Países Exportadores de Gas, realizada el 2 de marzo del presente año en Argelia, los mandatarios de Bolivia, Luis Arce y de Irán, Ebrahim Raisi, reafirmaron su compromiso de continuar con los acuerdos de colaboración pactados en 2023, generando reacciones en la región, dado que la alianza contempla un acercamiento en diversas áreas claves como salud, educación, cultura, agricultura, agencia espacial y telecomunicaciones, además de seguridad y defensa (Infobae, 2024). Por su parte, el mandatario boliviano expresó su interés en fortalecer el intercambio comercial durante la reconstrucción postpandemia y en la implementación de un plan en áreas estratégicas.
Si bien los proyectos específicos aún no se han dado a conocer, la oposición al gobierno boliviano ya ha mostrado preocupación, dado que estos acuerdos se suman al controvertido tratado firmado en julio pasado, el cual tiene dentro de sus objetivos la cooperación bilateral en seguridad y defensa, especialmente en asistencia fronteriza y control migratorio. En concordancia, el gobernante iraní se comprometió a acrecentar el vínculo entre ambos estados y para dicha tarea ha designado al canciller Hosein Amir Abdolahian para liderar una comisión conjunta de cooperación operativa para ambos países en desarrollo. Cabe mencionar que Irán y el partido político en el poder en Bolivia, el Movimiento al Socialismo (MAS), mantienen vínculos desde 2006, durante el primer mandato del presidente Evo Morales; destacando en ese entonces la apertura de un canal de televisión para difusión de propaganda musulmana, el cual era dirigido por Raúl Morales (hermano del ex mandatario Evo Morales), hasta el 1 de diciembre del año pasado; la habilitación de institutos de estudio del islam y la construcción de mezquitas para atraer feligreses. No obstante, el apoyo más importante que ha brindado Irán al MAS se encuentra en la asesoría de cómo gestionar a la oposición, la militarización de fronteras, la formación de milicias y en cómo consolidarse como un actor referente en la región (Infobae, 2024).
Estas iniciativas permiten presumir que el régimen iraní quiere estrechar lazos con Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Cuba, debido a sus posturas opuestas de dichos países hacia las políticas estadounidenses y, además, buscan posicionarse en la región como un referente, al igual que China. En el caso de Venezuela, ha fortalecido sus relaciones bilaterales con Irán desde el mandato de Hugo Chávez (1999-2013) y en 2020, cuando enfrentó una escasez de combustible, recurrió a Teherán para abastecerse energéticamente (Flores, 2024). Nicaragua se ha convertido en un aliado estratégico de Irán en Latinoamérica, por el apoyo a su programa nuclear y por la firma de un acuerdo de cooperación y consulta pública durante la gira latinoamericana del canciller iraní, Hossein Amir-Abdollahian, en febrero recién pasado. Adicionalmente, Cuba tiene una estrecha relación con Irán, la cual se basa en una alianza política compartida y su enemistad hacia Estados Unidos, quienes han impuesto sanciones económicas, financieras y comerciales tanto a Teherán como a La Habana por el desarrollo de su programa nuclear y apoyo a milicias antinorteamericanas, en el caso del primero, y por su histórica postura contraria a Washington en la región, en el caso del segundo. Ambos países están en la lista de países que apoyan el terrorismo, porque apoyan políticas y actividades que desde la percepción estadounidense como patrocinadoras del terrorismo (Irán es acusado de apoyar a grupos y organizaciones terroristas como Hezbolá y, por otra parte, Cuba de apoyar a grupos insurgentes como la FARC).
Dentro de las reacciones a nivel latinoamericano se ha dado por el país vecino de Argentina. Desde Buenos Aires se ha manifestado preocupación y descontento ante las relaciones bilaterales entre Bolivia e Irán, principalmente por la cooperación en materias de seguridad y defensa, ya que desde Teherán se ofreció a su contraparte boliviana drones y equipamiento militar, además del interés por la transferencia tecnológica en las entidades académicas militares como el Instituto Geográfico Militar y la Escuela Militar de Ingeniería. Esto supone una preocupación para los países colindantes a Bolivia; en el caso de Argentina este eje colaborativo pondría en alerta su seguridad, dada la modernización y adquisición de equipamiento militar por parte de Bolivia. Sin embargo, la mayor preocupación surge de la posible flexibilización en el otorgamiento de visas para ciudadanos iraníes, quienes acrecentarían su presencia en la región, hecho que genera una actual preocupación debido a que el gobierno del Presidente Javier
Milei ha mostrado apoyo y cercanía con Israel, en el contexto del conflicto que mantienen en contra de Hamás y Hezbolá, temiendo que se puedan repetir hechos como los acontecidos en el atentado a la AMIA en el año 1994.
Dada la complejidad de la colaboración específica entre Bolivia e Irán, con énfasis en áreas sensibles como seguridad y defensa, la región sudamericana se encuentra alerta a las implicancias que dichos acuerdos puedan traer. En el caso de nuestro país, se estima que adoptará un enfoque cauteloso, pero que mantendrá una revisión activa para evaluar las repercusiones de dicho acuerdo en el ámbito de la seguridad nacional y regional. El monitoreo constante de las dinámicas geopolíticas en la región y el fortalecimiento de las relaciones bilaterales con los países vecinos se perfilan como medidas estratégicas para preservar la seguridad y estabilidad de Chile en este contexto cambiante.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Radio JaiAyuda a RadioJAI AHORA!
HAZ CLIC AQUÍ PARA HACER UNA DONACIÓN