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Am Israel Jai!!

“Tu fuerza yace en tu incansable espíritu”, esta frase dicha por Golda Meir nos recuerda que la verdadera fortaleza está en nuestra capacidad de resistencia y resiliencia, y con ella inicio la columna de hoy, recordando que un día como hoy, pero de 1948, expiraba el Mandato Británico en Palestina, y con la retirada general de las tropas británicas, los ejércitos de Egipto, Transjordania, Siria, Líbano e Irak, junto con una fuerza de voluntarios de Arabia Saudita, Yemen y Libia, invadían el territorio del Estado Israel, a menos de 24 horas, de haber declarado su refundación e independencia en la ciudad de Tel Aviv, tal como lo estipulaba la Resolución 181 de la ONU, promulgada el 29 de noviembre del año anterior, en la que se disponía la creación de dos Estados, en el citado Mandato Británico en Palestina, uno Judío y otro Árabe.

Aquella Resolución 181, además de dividir la región en dos Estados, contemplaba para la ciudad de Jerusalén, un status especial, bajo control internacional, algo que jamás se concretó, y recordando, que al momento de su votación, 33 países votaron a favor, 13 en contra, 10 abstenciones, entre éstas, obviamente el Reino Unido, y también la Argentina de Perón, y un miembro ausente, sin embargo, es destacable que las dos grandes potencias, EE.UU. y la ex URSS, dieron su voto favorable, pues los objetivos e intereses geopolíticos de ambas, aparentemente disímiles, no lo eran tanto.

Ya para ese año 1947, la Guerra Fría estaba en plena evolución, lo que constituyó el conflicto bipolar “Oeste-Este”, y con ello, en el marco del llamado “equilibrio del terror”, como tan acertadamente calificó Raymond Aron a la “disuasión nuclear”, el escenario internacional, se fue estructurando en base a la conformación de alianzas en torno a las dos grandes potencias, surgen así, la OTAN, el ANZUS junto a Japón, el CENTO, la SEATO y el TRIAR, en torno a los EE.UU., y por otro lado, el Tratado de Varsovia y otros bilaterales, relacionados con la ex URSS, y también se da el largo y conflictivo proceso de descolonización a nivel global, en el que los nuevos Estados serán los peones de un ajedrez geopolítico, y a lo que pocos años después, se sumarán aquellos países que pretendieron estar al margen de la pugna entre Washington y Moscú, y que dio lugar al Movimiento de Países No Alineados.

Durante este período, el Estado de Israel se constituyó en un “Estado Llave” del bloque Occidental en Medio Oriente, un aliado indiscutible de los EE.UU., y más allá, de aquella primera guerra de 1948 a 1949, le siguieron los conflictos de 1956, 1967, 1973, 1982, y luego las dos “Intifadas”, tras lo cual, y a inicios de la década de los años 90, se produce el colapso del imperio soviético, lo que para muchos analistas e historiadores, como John Lumaco y Eric Holsbaum, lo consideran un acontecimiento tan importante, de tal relevancia a nivel del sistema internacional, que podría afirmarse que 1991, marca el final del Siglo XX.

A partir de ese evento, se inició un proceso de reconfiguración geopolítica, que el ex Secretario de Estado de los EE.UU., Zbiniev Bzezinsky denominó “Pragmatismo Funcional”, y que es la resultante de dos factores: 1) las reivindicaciones identitarias de ciertas etnias y grupos nacionales, religiosos y culturales, que habían estado sojuzgados por la confrontación ideológica de la Guerra Fría, y 2) la globalización económica, exigió la conformación de complejos transnacionales y supranacionales, con efectos regresivos sobre las soberanías de los Estados. En este proceso, aparecen o se potenciaron actores no estatales como ser, las ONGs, las multinacionales , el Crimen Organizado Transnacional y el Terrorismo Internacional, en particular de matriz político religioso, sin olvidar, que los avances científico-tecnológicos se constituyen en un nuevo factor, con enorme impacto en el mundo financiero y en las redes sociales, y todo esto, redefinen las políticas internas y externas de los países, pero fundamentalmente, en el escenario global se da un desplazamiento del centro de poder de Occidente hacia Oriente, China e India son los ejemplos.

Y a lo largo de estos años, en esta nueva reconfiguración global, el Estado de Israel ha debido, y continua afrontando amenazas existenciales, por un lado está la visión geopolítica y hegemónica de la República Islámica de Irán, por si o a través de sus próxis, Hezbolah en el Líbano y Siria, el Hamas y la Yihad Islámica en Gaza y Cisjordania, al que se suma en la actualidad, los Hutíes en el Yemen, todos buscando la destrucción del Estado Judío, y así se dio la 2da guerra del Líbano en el 2006, los continuos ataques desde Gaza y las consiguientes intervenciones de las FDI sobre esa región, y recientemente, el evento más trágico y mortal, con la incursión al territorio israelí del 7 de octubre del año pasado, con el asesinato de más de mi doscientos seres humanos, tanto ancianos, adultos y niños, una matanza que no había sufrido el pueblo judío desde la Shoa, sumado a los cientos de heridos, física y psicológicamente, y a más de dos centenares de secuestrados, algunos de ellos muertos en el cautiverio, y esta barbarie ha dado lugar a la presente guerra, que lleva más de seis meses, con aún 133 rehenes cautivos.

Pero este conflicto, también puso al descubierto un antisemitismo larvado, un antisemitismo financiado y el antisemitismo tradicional, veamos, el primero y el segundo no son otra cosa, que lo que hoy denominan “Antisionismo” o “Antiisraelismo”, que pregonan la desaparición del Estado de Israel, que se manifiesta a través de ONGs como el movimiento BDS que busca el boicot, las desinversiones y sanciones contra el Estado Judío, o Palestina Libre, que difunde un falso apartheid al que estaría sometido el pueblo árabe palestino, y esa narrativa falaz, también ha cooptado a otras ONGs contestatarias como ser, movimientos feministas, movimientos por la diversidad sexual o de defensa ante la violencia racial, y en cuanto al financiado, es a través de donaciones de países árabes a Universidades, en particular de los EE.UU., son los casos de Qatar con u$s 5.177 millones, Arabia Saudita u$s 2.977 millones, E.A.U. u$s 1.289 millones y Kuwait u$s 1.177 millones, y estos fondos, son usados para abrir cátedras y centros para la expansión del islamismo radical, como así también, para la contratación o nombramientos de docentes radicalizados, y que tras el 7/10, han constituido la cabeza de lanza de esa ola judeofóbica, que es aprovechado por el antisemitismo tradicional, para reiterar sus perjuicios y un discurso mítico, fundado en megalómanos relatos e inexistentes conspiraciones.

Y en este escenario, no podemos olvidar que el mismo organismo internacional que hace casi 77 años, gestionó la esperanza y el derecho del Pueblo Judío, y la oportunidad que los árabes palestinos también construyeran un Estado, hoy es el mejor ejemplo de la “hipocresía institucionalizada”, otorgando la semana pasada, a la entidad árabe palestina, facultades en la organización similares de las que goza un Estado miembro, sin olvidar que es inoperante para abortar y resolver los conflictos armados, con órganos politizados como la UNESCO o aún peor, agencias sirviendo de instrumento del terrorismo yihadista como la UNRWA, con un Secretario General, el portugués Antonio Guterres, quien antes era el presidente de la Internacional Socialista, que es digno representante del relato “progresista”, ese relato distorsionado, falso, que demoniza a Israel y victimiza a los árabes palestinos, cuando son sus propias fuerzas políticas y grupos terroristas son los que han impedido que hoy tengan un Estado, en particular a los gazatíes, que hace 16 años están sometidos al régimen criminal de Hamas, y sin olvidar algo aún peor, dando lugar de acusar de Genocidio a Israel, cuando este brutal delito es definido como, “la aplicación de políticas y acciones armadas, llevadas a cabo intencional y sistemáticamente, para eliminar o destruir a un grupo humano en razón de su raza, etnia, religión o nacionalidad”, y veamos la realidad histórica, que nos muestra que en aquel 15 de mayo 1948, había 150 mil árabes palestinos, y en la actualidad, esta misma población ha crecido un 300%, sólo en las últimas dos décadas se ha duplicado, incluso cabe señalar, que en el mismo Israel viven aproximadamente 2 millones de árabes israelíes, en igualdad de derechos, sin olvidar los que antes de la matanza del 7 de octubre, ingresaban a trabajar desde los territorios palestinos, por lo cual, se demuestra lo absurda e insidiosa de la acusación de Genocidio.

Sin embargo, más allá de lo señalado, el órgano judicial de la ONU, la Corte Penal Internacional, su Fiscal General Karim Khan, tramita las Ordenes de Captura por supuestos Crímenes de Guerra, sobre los principales miembros del actual gobierno Israelí, incluido su 1er. Ministro, el titular de la cartera de Defensa y el Jefe del Estado Mayor de las FDI, entonces la pregunta es, ¿y el Derecho de la Autodefensa? y ¿los más de 30 mil vidas de soldados, policías y víctimas civiles, muertos en estos 76 años en las guerras y en las acciones terroristas que ha afrontado y afronta Israel?

Por su parte, sea que se denomine antiisraelismo, antisionismo, o lo que es realmente antisemitismo, ha aumentado sensiblemente en el 2023 según el Informe de Anual de la Liga Antidifamación, y consignando a continuación, a modo de ejemplo, las cifras de algunos países, por ejemplo en los EE.UU. se produjeron más de 7.500 incidentes, mientras que en el 2022 fueron unos 3.200, en Francia en el 2023 fueron más de 1.600 contra 436 del año anterior, Reino Unido de más de 1.600 aumentaron a 4.100 este año, en Alemania de unos 2.600 en el 2022 a algo más de 3.600, por citar las cifras más altas, mientras que en Argentina, aumentaron de 427 a 598, un leve aumento en relación a Brasil, que de 432 en el 2022 se elevó a 1774 en el año pasado, y en todos los casos, el aumento de los incidentes antisemitas ya se venía registrando antes de los ataques del 7 de octubre del 2023.

Mientras que desde aquel 15 de mayo de 1948, los países árabes expulsaron a cientos de miles de judíos de sus territorios, y más allá de las guerras israelí-árabe, el Estado de Israel inició en septiembre del 2020, con la firma de los Acuerdos de Abraham con E.A.U. y Bahrein, el proceso conocido como “Diplomacia Periférica”, con el objetivo de normalizar y establecer relaciones diplomáticas con países del mundo árabe, un proceso que ha conseguido el reconocimiento de Israel de las dos monarquías del Golfo mencionadas, y además de Sudán y Marruecos, sin olvidar que el problemático emirato de Qatar y Omán, establecieron también vínculos diplomáticos, y recordemos, los Acuerdos de Paz firmados el siglo pasado con Egipto en 1978 y Jordania en 1994, y la Conferencia de Madrid en 1991, que abrió el camino a los Acuerdos de Oslo de 1993, y a la Cumbre de Paz de Camp David del 2000, sin embargo, ambas iniciativas con la Autoridad Nacional Palestina, se frustraron por la intransigencia e intereses propios del líder árabe palestino Yasser Arafat, -en particular-, en relación a las conversaciones del 2000, las que terminaron por el estallido de la 2da Intifada, a lo que siguieron cinco años de ataques terroristas, para luego en el 2005, durante el gobierno del 1er ministro Ariel Sharon, Israel se retiró totalmente de la Franja de Gaza, para que dos años después, la organización terrorista Hamas se hiciera del control total de ese territorio, expulsando violentamente a los miembros de Al Fatah, desde entonces, como ya se señaló vinieron 16 años de continuos ataques sobre Israel, que dieron lugar en el 2014 a que interviniera militarmente en Gaza, fueron 49 días de guerra, que ahora se ha reiterado tras la invasión y matanza del 7 de octubre del año ppdo..

Finalizando la columna de hoy, tras haber recordado en Iom Hazikaron a los caídos en defensa del Estado de Israel y a las víctimas civiles del terrorismo, y celebrado Iom Haatzmaut, el día de la Independencia, a 76 años de aquel 15 de mayo de 1948, mis reflexiones son las siguientes: 1ro, tras décadas de conflictos con el Mundo Árabe, el Estado de Israel ha logrado Acuerdos de Paz y el ser reconocido y normalizado relaciones diplomáticas con los más importantes países árabes, y si bien, están suspendidas las conversaciones con el Reino de Arabia Saudita, las posibilidades y probabilidades de la firma de un Acuerdo con la monarquía son factibles, con lo que esto significaría en el mundo musulmán y en particular para frenar el expansionismo del Islam radical chiita promovido desde Irán; 2do, que el pueblo árabe palestino después de 76 años no tenga un Estado, por un lado es responsabilidad de la corrupción del partido político Al Fatah, y por otro, del terrorismo yihadista de Hamas y la Yihad Islámica; 3ro, como autocrítica Israel se debe actuar frente aquellos grupos ultra religiosos-nacionalistas, que dentro del Estado y en algunos asentamientos en Cisjordania, tienen una visión mesiánica e irredentista; 4to, sólo se puede dar una proceso geopolítico para lograr la paz con una Autoridad Palestina que se comprometa con el Derecho de Existencia de Israel y de un Estado Palestino, pero es imposible cualquier diálogo con las organizaciones terroristas palestinas que sólo persiguen la destrucción del Estado de Israel; 5to, está probado la falacia del “Apartheid” y del “Genocidio” que de manera insidiosa se acusa a Israel; 6to, el Antisemitismo, travestido ahora de “Antisionismo o Antiisraelismo”, siempre ha existido y se ha catalizado recientemente, a través de distintas ONGs de perfil Progresista y en centros universitarios financiados por actores estatales; 7mo, a 76 años de aquel 15 de mayo de 1948, la ONU ha involucionado y hoy se muestra como un organismo ineficiente e ineficaz para cumplir los principios de su propia Carta, y es por todo lo señalado a lo largo de esta columna, que me parece atinente citar, a modo de cierre, algunos de los párrafos más relevantes del Acta de Independencia del Estado de Israel, que leyó David Ben Gurion hace 76 años, el 5 del mes de Iyar del 5708, 14 de mayo de 1948, “Erezt Israel ha sido la cuna del Pueblo Judío, aquí se ha forjado su personalidad espiritual, religiosa y nacional. Aquí ha vivido como un pueblo libre y soberano, aquí ha creado una cultura con valores nacionales y universales…Israel está abierto a la inmigración judía, promoverá el desarrollo del país para beneficio de todos sus habitantes, basado en los preceptos de libertad, justicia y paz…sostendrá la plena igualdad social y política de todos sus ciudadanos, sin distinción de raza, credo y género, garantizará plena libertad de conciencia, culto, educación y cultura, y protegerá la santidad y la inviolabilidad de las reliquias y lugares santos de todas las religiones.”, por eso más que nunca, hoy digo, AM ISRAEL JAI!!!

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