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El fortalecimiento de las Hienas

Después de casi 80 años de su creación, la ONU ha logrado en estos dos últimos años, fundamentalmente a través de sus jerarcas y de su Consejo de Seguridad y su Consejo de DDHH, llegar a un estado de degradación moral y ética como nunca anteriormente, y su existencia constituye una burla grotesca para quienes todavía creen en la posibilidad que haya organismos de alcance mundial, con capacidad ejecutora y principios humanitarios básicos, que puedan ser lo que la ONU se pensó iba a constituirse cuando sobre las ruinas de Europa se formó el organismo en 1945.

Hace más de dos años que Rusia, miembro del grotesco Consejo de Seguridad y poseedor de derecho a veto, invadió Ucrania, sabiendo que desde esa ONU donde hoy se sienta un régimen dictatorial zarista y antes, sin problemas se sentaron 70 años los dictadores soviéticos, nadie le puede decir nada. Al invadir Ucrania, Rusia ha cometido la lista de crímenes de guerra y de lesa humanidad más atroz de las últimas décadas, con oprobiosas similitudes al genocidio que también ha ayudado a cometer al dictador sirio Assad en la última década y media. Tal como hicieron cuando se llamaban soviéticos, asesinando en masa como en la masacre de Katyn contra 21 mil polacos cuando todavía eran fervorosos aliados de Hitler, esta vez con el nombre Rusia y en Ucrania, asesinaron sin piedad y sin pausa hasta hoy en día, hombres , mujeres y niños, además de volar hospitales, escuelas y edificios con los civiles adentro, y torturar a los prisioneros ucranianos, ocupando gran parte de un territorio que no le pertenece, Los rusos de hoy consideran como muy legítimo invadir y asesinar, y saben que tienen silencios cómplices y son copropietarios del Consejo de Seguridad con su derecho a veto. La ONU para disimular su falta de dignidad y su carencia absoluta de sentido de existencia ha dicho que ha hecho investigaciones y que Rusia ha violado los derechos humanos. ¿Y? ¿Cuáles han sido las sanciones a esas acusaciones? Obvio que la pregunta se contesta sola.

Desgraciadamente.

Sin embargo, el zarismo ruso actual envía a sus representantes a los podios de la ONU para hacer largas y despreciables declaraciones atacando a Israel y acusándolo de no tener derecho a defenderse del ataque barbárico de los terroristas de Hamas el año pasado, apoyando cualquier resolución que condene a Israel, y por supuesto, no diciendo nada ni del terrorismo de Hamas ni de su mentor mayor, Irán. Este zarismo históricamente antisemita es uno de los dueños de lo que es hoy ONU.

A partir del 7 de octubre del año pasado, desde el Secretario General de ONU Antonio Guterres hasta sus jerarcas de pomposos títulos y sus decenas de miles de empleados han demostrado que no sólo su inmoralidad e incompetencia ampara entre la inacción, las declaraciones sin consecuencias ninguna medida que pueda detener los crímenes rusos en Ucrania, sino que han convertido un ataque a Israel en su propio territorio en un intento de genocidio proclamado, filmado y vitoreado por el mismo Hamas y la población civil de Gaza en formas enfermizas de pretender que Israel no tiene derecho a defenderse después de ser invadido y ser víctima de una matanza que como ha quedado claro por el propio Hamas, fueron 1400 crímenes, pero mientras puedan ambicionan asesinar a todo el pueblo judío.
UNWRA fue creada por ONU como agencia sólo para refugiados palestinos con un presupuesto multi billonario. Cuando Israel ha acusado a la UNWRA de formar parte de la planificación y ejecución física del pogromo del 7 de octubre, Guterres y el jefe de la ONU para la agencia Philippe Lazzarini se indignan y atacan la acusación de Israel sin elementos probatorios, sólo diatribas histéricas. Al revés, Israel sí muestra pruebas de que las escuelas y hospitales que UNWRA tiene en Gaza son centros de guerra de Hamas. Lazzarini ha luchado mucho para revertir el rechazo que provocó en algunos países aportadores de UNWRA una realidad que, si bien todos conocían, todos, reiteramos, pero miraban para el costado, desde la UE a EE. UU. Pero ahora mirar para el costado era avalar asesinos terroristas, así que ahora EE.UU. reaccionó y una parte de Europa también.

Secuestrados israelíes liberados hace unos meses denunciaron que fueron prisioneros en escuelas de UNWRA y obviamente torturados. También se sabe ahora que uno de los médicos de un hospital de UNWRA fue tan humanitario que asesinó a una cautiva israelí que estaba herida. Este martes se informó que un centro de guerra de Hamas, desde donde se planificaron acciones del 7 de octubre además de otras matanzas estaba ubicado en una escuela en Nuseirat, escuela construida y dirigida por UNWRA con el dinero que Lazzarini sigue pidiendo para asesinos. Israel atacó ese centro de guerra y abatió a los que estaban allí: 10 miembros de Hamas-UNWRA. El martes se dio a conocer una filmación donde en un centro de almacenamiento de UNWRA un grupo de Hamas carga esa ayuda humanitaria en camionetas de la ONU con ayuda de UNWRA, la organización que Lazzarini dice que ayuda a civiles de Gaza.

Desde el 7 de octubre, ONU ha sido instrumental para ayudar a generar una ola de antisemitismo mundial como no existía desde la Shoá. No necesitaron mucho. Simplemente decidieron que cuando Israel comenzó a hacer uso del derecho a la defensa, los números de muertos y heridos debían darlo con la información falsa de un autodenominado Ministerio de Salud que no existe, y que es sólo una oficina de propaganda de Hamas. Con ese criterio empezaron a convocar sesiones del Consejo de Seguridad, de la Asamblea General y de otros burócratas denunciando cifras que no se precisa ni siquiera ser inteligente para entender que eran datos falsos. El mundo compró, los agitadores profesionales que se apoderaron de las universidades americanas y europeas compraron, los presidentes fascistas de América Latina compraron encantados así podían desatar su antisemitismo apoyados en la ONU, y los medios, no todos, compraron, repitieron, y les importó un rábano investigar si era verdad o mentira. Esta semana, una de esas oficinas de la ONU de las que hay miles y que se le ocurrió hacer un trabajo apenas serio, no le quedó otra que denunciar por absurdas las cifras de Hamas y dejó en claro que las muertes en Gaza eran menos de la mitad de lo que se había dicho hasta ahora. Pero llegaron tarde. Ni los Guterres del mundo, ni los Petro de América Latina, ni los rusos que asesinan en Ucrania y gritan desaforados
cuando hablan de Israel en Nueva York, ni los medios, aceptan admitir que fueron, son y serán cómplices de una mentira que hace hoy del mundo occidental una siniestra versión nazi cuando se persigue y excluyen judíos en universidades centralizando allí el odio antijudío. Y peor: los gobernantes no se retractan porque ya vomitaron su odio y como igual lo sienten, no van a cambiarlo porque la ONU haya mentido descaradamente.

Pramila Patten, una funcionaria de la ONU que decidió ser honesta y fue a Israel donde obtuvo pruebas enormes de los brutales actos de violaciones y otras aberraciones cometidas por Hamas contra mujeres judías, escribió un informe crudo sobre los aberrantes crímenes de los terroristas de Hamas (lo cual mencionamos en su momento en esta columna). Hoy jueves debía presentarse en el Consejo de Seguridad y relatar lo que vio y escuchó en una sesión titulada “Condenando la toma de rehenes en Israel el 7/10/23 como arma psicológica del terrorismo”. El lunes, Patten fue informada que su nombre no estaba en la sesión de hoy jueves. La silenciaron. Patten no quiso hacer declaraciones. Hace un mes le había entregado el informe a Guterres, y el secretario general dijo entonces:” es un informe limitado que no veo tenga conclusiones como para atribuir a algún grupo armado violencia sexual durante y después de los ataques del 7 de octubre”. Hamas filmó las vejaciones, pero Guterres decidió que ampara terrorismo es más remunerador.

No será por los crímenes de Rusia o los de Hamas, o por la amoralidad del comentario de Guterres contra el informe Patten, que la ONU llegará al último escalón de su decadencia para después pasar a sesionar, si sobrevive, en algún sótano construido de barro en un amplio lodazal. Esta decadencia moral definitiva es de quienes son los propietarios de la comunidad internacional. Propietarios que hoy hacen todo a su alcance para que las hienas prevalezcan. En ese camino, no falta tanto para que nadie recuerde que alguna vez existió algo en 1945 que se llamó ONU.

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