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Discurso histórico de Menajem Kalmanson en la ceremonia de entrega del Premio Israel 2024

Traducción y adaptación Shmuel Kornblit.

Hashem, abre mis labios y mi boca hablará tu gloria.

Honorable presidente del Estado – Sr. Yitzhak Herzog

Presidente de la Knesset – Miembro del parlamente Amir Ohana

Presidente interino de la Corte Suprema – Juez Uzi Fogelman

Ministro de Educación – Sr. Yoav Kish

El alcalde de Jerusalem – Sr. Moshe Leon

Alcalde de Sderot – Sr. Alon Davidi

Distinguidos galardonados (con el Premio Israel) y con humildad delante de mis queridos padres y la familia de mi hermano, Shlomit y los niños:

Estamos aquí en la ceremonia que marca el cierre de los días de conmemoración del pueblo de Israel que van desde la noche del Seder pasando el Día del Holocausto, el Día del Recuerdo de los Caídos y el Día de la Independencia.

Una ceremonia que refleja el gran espíritu de nuestro pueblo y responde a la pregunta de ¿por qué?: ¿Por qué estamos aquí? La misma pregunta que estamos sedientos en la búsqueda de su respuesta luego del duro año que pasamos”.

Esta pregunta resonó en todo el país cuando la disputa ardía y amenazaba con disolver la sociedad desde adentro, mientras que las luchas por las divisiones o muros sólo creaban muros aún más altos. ¿acaso somos hermanos?

Esta pregunta se escuchó en todo el país cuando las alarmas sonaban en el cielo del país en la mañana de Simjat Torá, cuando nuestros enemigos, que esperaban una roptura (en Israel), salieron de sus agujeros.
El Shabat al mediodia, Eljanan, mi hermano a quien extraño mucho, nos llamó a Ithiel y a mí para ir con él al sur, sin explicarnos porque era importante, nos llamó y lo seguimos.

“את אחי אנוכי מבקש” “A mis hermanos yo estoy buscando” (Genesis 37)

Sabíamos del peligro y a pesar del miedo elegimos entrar una y otra vez (a rescatar personas), no nos preguntamos por qué lo hacíamos, el por qué estaba claro.
En medio de la noche ya estábamos cansados y a pesar del miedo no podíamos parar, como explicó Itiel “cuando sabes que tu hermano está en peligro realmente no tienes libertad de elección”.

Cuando llegamos a la casa de la familia Meir en Beeri, Mijal se negó a abrir la puerta del refugio, ella y su hermana tenían demasiado miedo, Mijal a través de la puerta me rogó “Habla para que podamos escuchar tu hebreo” y no abrió hasta que le grité: Shema Israel Hashem es nuestro Dios, Hashem es uno. Y en seguida se abrió la puerta. Lo admito, no fue una oración, fue un grito: “Soy judío, estoy aquí para ti, por favor abre la puerta”.
Esta declaración de conexión tuvo eco en toda la zona sur ese día por miles de luchadores que se levantaron por un profundo vínculo mutuo, trabajadores, educadores e investigadores que lo dejaron todo y lo arriesgaron todo. Y todo por compañerismo, fraternidad y por un destino y camino en común.

Nunca olvidaré que me preguntaron “¿Por qué fuiste, ellos son de kibutzim y ustedes son colonos?”. El dolor de que se haga una pregunta así todavía resuena en mí.
Eljanan, que amaba a su familia y conocía muy bien las dificultades y deficiencias de esta nación, sin embargo, decidió entrar al infierno porque sabía que la nación se lo merecía.

En los últimos meses, cuando los vientos de discordia volvieron a soplar, nos reunimos, miembros de familias secuestradas y de familias en duelo, de diferentes orígenes, y con un dolor tan grande, que cuesta entender hasta qué punto la sala se llenó del dolor de una madre preocupada por su hijo y un padre en luto por el suyo y ambos se preocupan por el país, por la vida humana y por los secuestrados, pero con opiniones diferentes, por eso, escuchamos, discutimos. Nos miramos a los ojos y nos llenamos de humildad que llevó al amor, y con la ayuda de Dios, desde la escucha, florecerá la reparación de la sociedad.

Y nos olvidamos de escuchar, nos permitimos atacar sin piedad, y cuando las críticas fueron dirigidas a nosotros nos quedamos impactados de que fuéramos sospechosos de cosas en las que ni siquiera pensábamos.
Y volvimos a atacar uno al otro. Hemos olvidado que incluso cuando esta nación sale a protestas y debates es porque el destino del único país que tenemos arde en todos nosotros. Olvidamos que en todos nosotros todavía hay un amor fraternal palpitante y ardiente.

Y de un hermano uno no se despide y para un hermano hacemos todo. Como todo amor a un hermano, por mucho que te pidan explicar, no siempre es posible explicar qué es lo que hace a tu hermano tan especial y porque nunca tendrá un reemplazo, por sobre todo, el amor de un hermano es porque es un hermano.

Pero cuando de todas maneras es necesario explicar sobre el amor, lo único que se puede hacer es señalar los matices especiales de su personalidad, que arrojan luz sobre la cuestión de ¿por qué?, ¿por qué estamos aca, por qué amamos a nuestro hermano, a nuestro pueblo?.

Respetados (galardonados con el premio Israel), soy muy pequeño para estar entre ustedes (recibiendo este premio).

Él levanta al pobre del polvo, (y) al menesteroso le alza del muladar, para hacer que se siente con los príncipes, con los príncipes de su pueblo

Sentados frente a mí hay personas de espíritu, de acción, de consejo, de sabiduría y de razón. Ustedes que están llenos de creatividad, perseverancia y ejemplo de dedicación y valores, todos juntos llevan la antorcha de la luz especial del pueblo de Israel, la antorcha que  responde a la pregunta del por qué en voz alta y clara, la antorcha de la luz del pueblo en sus diversos matices, la luz para las naciones, que atraviesa todas las generaciones y busca preservar el sueño de reparar el mundo a partir de la interminable guerra existencial del pueblo judío.

Ustedes pertenecen a los campos de la ciencia que hacen avanzar al pueblo de Israel hacia la prosperidad, a través de la curiosidad y la superioridad tecnológica. Investigando el cerebro y encontrando un alivio para los pacientes a través de la curación del espíritu y el cuerpo.
Maran el Rishon LeTzion (Gran Rabino sefaradí) cuyos libros se encuentran en todas las comunidades de Israel.
Gente de cultura y cine, medios y periodismo. Un héroe deportivo Macabeo, que crecimos viendo sus hazañas.

Una mujer que trabajó en medio de horrores para sacar la justicia a la luz de la inmensa oscuridad que nos sobrevino. Y quienes ayudaron brindaron respuestas a familias de desaparecidos y caídos que pasaron días y noches sin respuestas claras.
Aquí hay mujeres que han estado involucradas en un proyecto tras otro toda su vida y han contribuido en todo lo que pudieron. Personas que representan a la sociedad y al compromiso mutuo.

Sentado con nosotros está el Sr. Eyal Waldman, ganador del premio al emprendimiento y la innovación tecnológica, pero Eyal también es un padre que perdió a su hija. A unos minutos del lugar donde cayó Eljanan, Daniel z”l fue asesinada, a mi pregunta Eyal respondió que Daniel era una chica increíble, llena de alegría por la vida, trabajó duro para triunfar y no renunció a los placeres de la vida, junto con su pareja Noam z”l. Daniel dio contención y ayudó a una gran variedad de personas. Todos querían su amistad y mientras estaba celebrando fue asesinada por nuestros enemigos sanguinarios. Que sea bendita su memoria.

Y juntos estaremos de luto Y juntos construiremos lo que fue destruido. Y juntos también continuaremos la maravillosa travesía de este pueblo.

Honorables (galardonados), ustedes, junto con miles de héroes y personas de acción desconocidas, nos cuentan quiénes son nuestros hermanos, toda la casa de Israel, y responden de la manera más profunda a la pregunta del ¿por qué?.

No abandonaremos a nuestros hermanos del sur y aquí estamos en tu ciudad y en el norte, a nuestros hermanos que luchan y sus familias que los apoyan. Nuestros hermanos que lucharon y fueron heridos, aquellos cuyas heridas se ven y aquellos cuyas heridas no son visibles.

No olvidaremos a nuestros hermanos, ciudadanos que pelean en los grupos civiles de defensa en casos de ataques a los poblados del sur y a los soldados de las diversas fuerzas de seguridad que cayeron en las batallas y sus actos de heroísmo se van a relatar en el Libro de las Crónicas de Israel.

No olvidaremos a nuestros hermanos y hermanas secuestrados por asesinos, y todos los días oraremos y actuaremos para su regreso.

Ya no lucharemos sin ver el bien en esta nación,

Porque la sangre de nuestros hermanos nos clama desde la tierra,

שומר אחי אנוכי Soy yo el custodio de mi hermano

Gracias a Eljanan por esta lección y por tanto. A Ithiel por su compañerismo en la batalla, por su compostura y razón incluso en los momentos más difíciles.

Gracias a mis padres por la educación que recibimos de amar la Tora, a las personas, la devoción y entrega y de corregir el mundo con paciencia como un eslabón en la cadena de generaciones.

A Shlomit y los niños, Shai, Tal Orot, Mebaser, Keren Emuna y Hod, que continúan el camino de Eljanan en el hacer y afrontar el día a día.

Gracias a Ayelet, mi esposa, que hizo Alia sola a Israel y cada día me cuenta porque está aquí.

Finalizaré con las palabras de mi hermano con las que concluyo su carta a Shlomit.

Creí en el camino, creí en el regreso de nuestro pueblo a nuestra tierra, creí en un pequeño acto que genera mucho, un pequeño punto que salvará vidas.

Si muero cayendo en la guerra por Israel, que recuerden y hagan recordar que esta no es otra guerra o intifada u otras tonterías, esta es la misma larga guerra por nuestro país y la identidad de nuestro pueblo que ha estado ocurriendo ya 150 años.

Quería ser una persona, ser un judío.

Muchas Gracias.

Fuente: Masuah.

Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Radio Jai

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