Cómo espías israelíes se infiltraron en Gaza disfrazados para ayudar a eliminar al autor intelectual del 7 de octubre

Agentes disfrazados de vendedor de verduras y mendigo formaban parte de un complot secreto para infiltrarse en Gaza y localizar a Mohammed Deif.

Por Elon Perry

Soldados encubiertos de las FDI al estilo Fauda disfrazados de mendigos y vendedores de verduras fueron clave en el audaz complot de Israel para eliminar al comandante de Hamas conocido como el “Maestro del Camuflaje” el mes pasado, según puede revelar el JC.

Hasta ahora se desconocían los detalles de cómo los israelíes llevaron a cabo la eliminación Mohammed Deif, el más importante comandante militar de Hamás y arquitecto de la masacre del 7 de octubre.

Pero el ataque con misiles que lo mató a él –y a su adjunto, Rafa Salama– el mes pasado sólo ocurrió después de una operación secreta dentro de Gaza por parte de un equipo encubierto de las Fuerzas de Defensa de Israel que determinó su ubicación.

Con base en entrevistas con fuentes de seguridad, ahora se puede informar que un agente se hizo pasar por un vendedor ambulante de un mercado, vendiendo verduras afuera del edificio que se cree que Deif visitaba regularmente.

El JC también puede revelar que el plan de salida de los agentes israelíes tuvo que cambiar en el último minuto.

Este nuevo relato de la audaz misión se produce en medio de una febril especulación sobre los métodos de Israel, que recientemente han acabado con la vida de dos de los tres principales líderes de Hamás, Deif e Ismail Haniyeh, así como del número dos de Hezbolá, Fuad Shukr.

Las revelaciones subrayan tanto la determinación de Israel de hacer justicia a sus enemigos como sus capacidades de recopilación de inteligencia, que son clave para disuadir a sus enemigos y evitar la guerra.

La base de la operación fue el descubrimiento por parte de los israelíes de que Deif había dejado de respetar sus protocolos básicos de seguridad. Habían sabido durante meses que se había convertido en un visitante habitual de los desplazados de Gaza en el complejo de tiendas de campaña de Al-Mawasi, en la costa de Gaza. El patrón era casi siempre el mismo: antes de sus visitas, Deif entraba en un edificio de apartamentos cerca del complejo donde se reunía con otros agentes de Hamás para recibir información actualizada sobre los movimientos del ejército israelí en la zona, así como sobre la situación de los alimentos y los suministros médicos para los desplazados de Gaza.

Tras recibir información fiable de colaboradores locales y unidades secretas israelíes en la zona sobre el momento de la posible próxima visita de Deif, las FDI comenzaron su plan. Al evaluar la información, se sorprendieron al darse cuenta de que Deif, que llevaba 30 años tomando estrictas precauciones de seguridad, misteriosamente había empezado a hacer caso omiso de esta norma y había decidido alojarse en el mismo edificio residencial, al oeste de Khan Younis. Tras comprobar repetidamente este hecho, dado que los israelíes temían que Deif en realidad pudiera haber estado utilizando diferentes disfraces durante sus visitas, se dieron cuenta de que se trataba de una oportunidad para aprovechar este fracaso sin precedentes del “Maestro del Camuflaje”, el apodo que se le dio debido a su extrema cautela tras 30 años de intentos fallidos de eliminarlo.

Las misiones de vigilancia con aviones no tripulados y aviones de las Fuerzas de Defensa de Israel comenzaron a enviar información a la sala de mando y control de Israel. El equipo encubierto “Dovdevan”, cuyas actividades aparecieron en la serie de televisión Fauda, ​​llegó a la zona y comenzó a rastrear a la población desplazada. Algunos se hicieron pasar por trabajadores de la UNRWA que venían a entregar ayuda, otros por figuras religiosas musulmanas que habían venido a levantar el ánimo de los evacuados. Los agentes que usaron fueron elegidos por su capacidad para desarrollar contacto físico y verbal con los desplazados de Gaza a fin de recopilar la mayor cantidad de información posible.

Otros dos agentes encubiertos estaban apostados en la zona del camping. Su responsabilidad era registrar la hora de llegada de Deif. Uno se disfrazó de vendedor de verduras y colocó su puesto justo delante de la entrada principal del edificio, por donde se esperaba que entrara Deif. El otro se sentó cerca de la misma entrada, disfrazado de anciano y vestido con ropas andrajosas, aparentando ser un mendigo de edad avanzada.

El sábado 13 de julio se difundió entre los habitantes de Gaza la noticia de que su héroe Deif iba a venir de visita. Después de que los miembros del equipo encubierto pasaran esta información a la sala de mando en Israel, el gabinete de seguridad concedió rápidamente la autorización para que comenzara la operación. A falta de una hora exacta para la llegada de Deif, el comandante de la fuerza aérea ordenó a dos aviones de combate que sobrevolaran la zona, a una altura suficiente para no ser detectados. Volaron en estado de alerta durante siete horas, esperando a que Deif entrara en el edificio.

En ese momento, uno de los pilotos detectó movimientos sospechosos de agentes armados de Hamás al este del campamento, en una zona que se suponía que sería una ruta de escape para los agentes israelíes encubiertos. Al comandante de la operación le preocupaba que eso pudiera poner en peligro su seguridad, por lo que se urdió un nuevo plan de salida. Al comandante de la fuerza encubierta sobre el terreno se le ordenó dirigirse hacia el mar (a sólo 100 metros de distancia) una vez que se avistó a Deif entrando en el edificio, en lugar de hacia el este, en dirección a Israel, como se había planeado. El comandante transmitió inmediatamente el mensaje a sus combatientes disfrazados a través de un pequeño auricular colocado en sus oídos.

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Después de varias horas de ansiedad, tanto en la sala de control en Israel como entre las fuerzas en el terreno, Deif fue finalmente visto entrar en el edificio. Se dio la señal y las fuerzas terrestres se dirigieron silenciosamente y con calma hacia el mar, como si estuvieran paseando por una calle de Tel Aviv. Luego fueron recogidos por un barco de las FDI sin despertar sospechas.

Cinco minutos después, los dos aviones comenzaron a realizar ataques escalonados contra el objetivo. El primero alcanzó el edificio y lo destruyó por completo. El segundo avión colocó un cinturón de fuego con pequeñas bombas alrededor del edificio para disuadir a los agentes de Hamás de intentar rescatar a Deif y Salama de las llamas. La etapa final consistió en disparar un misil que penetraba búnkeres y podía llegar hasta debajo del edificio. Los informantes de Israel habían informado de que el edificio tenía un piso subterráneo, por lo que los pilotos tuvieron que utilizar un misil sofisticado capaz de penetrar primero el edificio y luego la planta baja antes de explotar.

Se suponía que Deif intentaría huir a la planta baja y, según la información obtenida después del incidente, eso fue exactamente lo que hizo; por eso las FDI tardaron dos semanas en confirmar la muerte de Deif, ya que era necesario limpiar los escombros que rodeaban su cuerpo.

Sin embargo, la muerte de su adjunto, Salama, se confirmó al día siguiente del ataque, porque fue asesinado en el primer piso.

Deif fue uno de los primeros miembros de Hamás. Fue arrestado por Israel en 1989 y pasó 16 meses en detención administrativa acusado de estar involucrado en una organización terrorista. Cuando fue liberado, formó las Brigadas Al-Qassam con el objetivo de capturar soldados israelíes. Diseñó los túneles de Gaza y fue el primero en desarrollar la táctica de lanzar cohetes desde la Franja de Gaza.

En 2002, sobrevivió a un intento de asesinato que le costó un ojo, una pierna y un brazo. El intento de eliminarlo más reciente contra él ocurrió en 2014, cuando su esposa y su hijo fueron muertos en el barrio de Sheikh Radwan, en Gaza.

Aunque la muerte de Deif ha sido confirmada sin lugar a dudas, Hamás sigue negándola. Obviamente, no quiere desmoralizar a sus combatientes. Pero otra razón por la que Hamás negó la muerte de Deif fue para confundir a los servicios de inteligencia israelíes y poner en duda sus fuentes y agentes.

Sin embargo, los habitantes de Gaza no siempre creen en las afirmaciones de Hamás y hay cada vez más signos de resentimiento por la forma en que éste está manejando la guerra. La unidad de inteligencia israelí 8200 ha revelado llamadas interceptadas entre habitantes de Gaza indignados que expresaban su indignación contra Hamás.

En una de las conversaciones que se escuchan entre dos comerciantes de Gaza, uno dice enojado: “¡Mataron a Deif! Inshallah, matarán también a Sinwar”. Su amigo responde: “Inshallah. Ojalá”.

Munir Jaroub, un alto funcionario de Fatah, dijo: “A Hamás no le importan los habitantes de Gaza y en cambio los emplea como escudos humanos, razón por la cual ha habido tantas víctimas entre los residentes de la Franja de Gaza”.

Un informe de Jewish Chronicle