Silvio Santos, magnate brasileño de los medios de comunicación muere a los 93 años

RÍO DE JANEIRO (AP) — Silvio Santos, hijo de inmigrantes judíos sefardíes que surgió de sus raíces de clase trabajadora para convertirse en uno de los hombres más ricos de Brasil y una popular personalidad de la televisión, murió el 17 de agosto. Tenía 93 años.

Nacido en Río de Janeiro de padre judío griego y madre judía turca, el ex vendedor ambulante construyó un imperio mediático, entre ellos SBT, una de las tres principales cadenas de televisión de Brasil. Llamándolo “el primer multimillonario famoso de Brasil”, la revista Forbes lo comparó una vez con Oprah Winfrey y Steven Spielberg.

“Fue la mayor personalidad en la historia de la televisión brasileña y uno de los más grandes comunicadores del país”, tuiteó el presidente Luiz Inácio Lula da Silva poco después de que se hiciera pública la muerte de Santos, a causa de una bronconeumonía por una infección de H1N1.

“Su partida deja un vacío en la televisión brasileña y marca el fin de una era”, agregó Lula, quien declaró un período de luto nacional de tres días.

Era descendiente de Isaac Abravanel, un estadista, erudito y financiero judío portugués en el siglo XV que se convirtió en tesorero del rey Alfonso V. En España, no pudo usar su riqueza y posición para revertir el decreto real que expulsaba a todos los judíos en 1492. Abravanel, que murió en Venecia en 1508, fue uno de los principales financiadores del viaje de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo, y sus comentarios sobre la Torá siguen siendo citados por los estudiosos del texto judío.

Aunque nunca lo hizo público, Silvio Santos hizo generosas donaciones a la comunidad judía. A pesar de que su esposa e hijas eran cristianas devotas, una vez educó a millones de espectadores sobre Yom Kippur y las razones por las que ayunaba como judío.

“Santos siempre se esforzó por mantener sus raíces y valores, convirtiéndose en un símbolo de orgullo para los judíos de todo Brasil”, dijo la Confederación Israelita Brasileña, la organización judía que agrupa a Brasil, en un comunicado. “Su contribución va más allá de la televisión. Su influencia y liderazgo emergen como un legado importante para las generaciones futuras”.

A raíz de una petición personal a su familia, Santos celebró un funeral judío el domingo.

“Aunque no era un judío ortodoxo, Silvio Santos era conocido por su comportamiento esencialmente judío”, dijo el presidente de la confederación, Claudio Lottenberg, a CNN Brasil.

En 2013, Silvio Santos explicó por qué no vendió franjas horarias en SBT a iglesias evangélicas, una estrategia utilizada por otros canales de televisión para aumentar los ingresos.

“¿No saben que los judíos lo perdieron todo cuando dejaron entrar a otras religiones en Israel?”, dijo al periódico Folha de S. Paulo. “Los judíos no pueden permitir que otra religión entre en sus hogares. Es por eso que no permito que ninguna religión entre en SBT, que es un hogar judío”.

En su Programa Silvio Santos, uno de los programas de televisión más longevos de Brasil, el animador condujo programas de concursos que se hicieron muy populares entre las familias de bajos ingresos. Uno de sus trucos más famosos era lanzar aviones de papel hechos con billetes de dinero a la audiencia mientras gritaba: “¿Quién quiere dinero?” mientras la multitud corría por ellos.

La voz, la risa y el cabello castaño teñido perfectamente peinado de Silvio Santos se convirtieron en carne de cañón entre humoristas e imitadores famosos. Interactuaba constantemente con los miembros de la audiencia, y con un micrófono personalizado conectado a su cuello, era libre de agitar las manos en el aire.

Es hijo de un ex trabajador portuario judío de Salónica que emigró a Brasil a principios de siglo.

Nacido el 12 de diciembre de 1930, Santos era hijo de Alberto Abravanel, un trabajador portuario de Salónica que emigró a Brasil a principios de siglo. Moisés, una figura muy conocida en el puerto de Río de Janeiro, se ganaba la vida trabajando como intérprete y guía turístico. Hablaba con fluidez una docena de idiomas, incluido el yiddish, que hablaba con tanta libertad como el ladino, el idioma que se hablaba en el hogar sefardí de los Abravanel.

La madre de Santos, Rebecca Caro, nació en Esmirna, Turquía, en 1905.

A la edad de 14 años, Santos vendía bolígrafos y fundas de plástico para las credenciales de votantes en la calle. Sus argumentos de venta eran tan atractivos que le llevaron a una oferta para audicionar como presentador de radio. Su primer trabajo en televisión llegó a principios de la década de 1960. Aproximadamente una década después, adquirió su primera concesión televisiva y nunca miró hacia atrás.

El imperio empresarial de Silvio Santos, que incluía una empresa de cosméticos, activos inmobiliarios y un banco, generó ingresos anuales de 2.000 millones de dólares en 2013, informó Forbes. Santos se convirtió en el mayor contribuyente individual de Brasil.

En 1989, se aventuró en la política lanzando una campaña presidencial. Sin embargo, su candidatura se vio truncada cuando las autoridades electorales lo inhabilitaron por ser propietario de una cadena de televisión.

En 2001, la historia de vida de Silvio Santos fue homenajeada por la escuela de samba Tradicao durante el desfile del Carnaval de Río. Meses después, volvió a ser noticia cuando fue secuestrado durante siete horas, justo después de que su hija Patricia Abravanel fuera rescatada del mismo secuestrador.

A Silvio Santos le sobreviven su esposa Iris, seis hijas, 14 nietos y cuatro bisnietos.

Por: Marcus M. Gilbam

Fuente: JTA