Israel y el conflicto con Hezbollah ¿Qué se espera para el futuro? – Shabtai Kopelman

En una reciente entrevista, Shabtai Kopelman, secretario del kibutz Hokuk y ex combatiente en la Primera Guerra del Líbano de 1982, compartió su experiencia de vivir bajo la constante amenaza de ataques de Hezbollah en el norte de Israel. Con más de 45 años residiendo en Israel, Kopelman de origen uruguayo ofrece una perspectiva única sobre la resiliencia del país en tiempos de guerra. “La situación es difícil, pero nos mantenemos unidos. La Cúpula de Hierro nos protege, pero el miedo siempre está presente, especialmente entre nuestros mayores”, comentó Kopelman, reflejando la inquietud que siente su comunidad ante la violencia actual.

Kopelman comparó la guerra de 1982 con la situación contemporánea, destacando los cambios en la estrategia militar israelí. “En 1982, éramos más una fuerza de infantería. Hoy, nuestros ataques aéreos son clave. Necesitamos que nuestras fuerzas de tierra intervengan para mantener a Hezbollah alejado de nuestras fronteras”, expresó, subrayando la evolución de las tácticas defensivas de Israel y la necesidad de una respuesta adaptativa frente a las nuevas amenazas.

Su hijo combatió en la segunda guerra del Líbano en su misma unidad y espera que sus nietos no tengan el mismo destino. Kopelman que supo ser secretario de 5 kibutzmim de la zona y miembro del comité del partido laborista es lo que se podría denominar un hombre del campamento de la Paz.

A pesar de la tensión actual, Kopelman mantiene una visión de esperanza respecto a la paz en la región. “Creo en la solución de dos estados, pero después del 7 de octubre, es incierto con quién podemos negociar. Muchos palestinos israelíes prefieren seguir siendo ciudadanos de Israel, lo que muestra que la coexistencia es posible”, reflexionó. Esta declaración resalta la complejidad del conflicto y la necesidad de diálogo para alcanzar un futuro pacífico.

La experiencia de Kopelman es un testimonio de la fortaleza de la ciudadanía y de la determinación de Israel de proteger su hogar. “No podemos permitir que el miedo nos paralice; debemos seguir luchando por nuestra identidad y nuestro futuro”, concluyó.

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