La segunda guerra de la independencia de Israel

El viernes 14 de mayo de 1948, unos minutos antes del ingreso del Shabat, David Ben Gurión, declaraba la independencia del tercer estado judío en la tierra de Israel. Se concretaba el sueño milenario de un pueblo que siempre anhelo en retornar a su soberanía en su tierra.

El trabajo de décadas del movimiento sionista que ya había construido los pilares de ese futuro estado, con la compra y saneamiento de tierras, la constitución de la universidad de Jerusalem, la orquesta filarmónica, la central de trabajadores, los kibutzim y todos los estamentos necesarios para el autogobierno.

La partición de esa diminuta tierra votada en las Naciones Unidas el 29 de noviembre de 1947, luego de los horrores de la Shoá y la segunda guerra mundial era recibida por el remanente de un pueblo diezmado con júbilo y esperanza. Ben Gurión en su declaración de la independencia hace un llamado a los países de la región a trabajar en conjunto por el crecimiento y prosperidad para los mismos.

La respuesta la recibe ese mismo Shabat, 5 países poderosos atacan a esas 600.000 almas con la intención de aniquilarlos (arrojarlos al mar en sus palabras). Milagrosamente esos sobrevivientes sin alternativa a la muerte logran prevalecer.

Desde ese momento han pasado 76 años y la búsqueda de los enemigos de Israel ha sido la misma. Su destrucción.

El 7 de octubre de hace un año reabrió todas las heridas de las guerras de Israel y la historia judía. Cuando muchos en el mundo miraban a Israel con admiración por su desarrollo tecnológico, la Startup Nation, como había logrado transformar el desierto en un jardín, una economía pujante y un desarrollo humano sin precedente para un país de migrantes de todas las latitudes y background culturales que incluso había llegado a acuerdos de paz con enemigos históricos, y la alianza de Abraham se acercaba a la normalización con Arabia Saudita, la principal potencia del mundo islámico, en un abrazo de reconciliación entre los hijos de Abraham, los enemigos de la paz atacaron de manera artera.

Algo de ingenuidad excesiva y embriaguez de normalidad en la sociedad israelí cansada de las guerras venía golpeando internamente. Esa tan peligrosa soberbia judía y excesos de egos se habían apoderado de Israel y el pueblo judío. El 7 de octubre vino como una enorme bofetada a despertarnos del sueño. Un mensaje tan potente como doloroso. Una guerra de sobrevivencia que continúa. Una segunda guerra por su independencia.

No hay nada de los enemigos o de la indiferencia, cuando no complicidad, del mundo que pueda sorprendernos. La pregunta es si en medio de tanto dolor y guerra hemos realizado esa tarea de tomar conciencia de nuestros errores. Las divisiones internas, los personalismos, los liderazgos mesiánicos, las inmoralidades, la soberbia.

Hace algunas semanas nuestro colaborador y amigo Itzik Horn que tiene a Yair y Eitán secuestrados en Gaza desde el 7 de octubre pedía para este aniversario que en un día de duelo nacional se hicieran sonar las sirenas en todo el país, se realizara ese necesario minuto de silencio por las víctimas, se pidiera disculpas públicas y que los responsables renunciaran. Hoy veremos y escucharemos demasiados discursos bien intencionados de muchos en Israel y el mundo judío que seguramente poco han escuchado el mensaje del 7 de octubre. Nos encontramos en días de arrepentimiento, de retorno, de necesaria introspección.

¿Sabremos escuchar el mensaje?

Que tengamos una Jatimá de buena vida y paz para Israel, el pueblo judío y todos los hombres civilizados de este mundo.

Miguel Steuermann, director de Radio Jai, cofundador de la Confraternidad Judeo-musulmana, embajador para la Paz de la Coalición Humanitaria Internacional y el Consejo Universal para la Paz. Prosecretario de la Cámara de Comercio Argentino-israelí y director de relaciones internacionales de la ONG 18 de diciembre por el migrante.

Escuche la editorial.

• “Solo pido un día de duelo nacional, una disculpa pública y la renuncia de los responsables” – Itzik Horn – Radio JAI
• Israel, Irán, Líbano y Gaza: guerras simultáneas con dos naturalezas distintas
• El perro está muerto, pero no la rabia- Ignacio Montes de Oca
• La historia olvidada: ¿Qué sucedió en el Líbano durante el Septiembre Negro? – Ignacio Montes de Oca
• La sangre que se derrama en las guerras es el peor contaminante de la tierra