Vivir con alegría la fragilidad y finitud – Editorial

Fe no es certeza. Hemos pasado el día de Iom Hakipurim y tenemos fe de haber sido rubricados con una buena firma. Fe, pero ninguna certeza. En Iom kipur recordamos la absoluta certeza que moriremos. Todo el ritual y observancia del día del perdón y la expiación nos convoca a la toma de conciencia de nuestra finitud y a la incertidumbre respecto al momento y circunstancias de nuestra muerte, el gran misterio. Esta realidad podría llevarnos al abatimiento y depresión. La realidad es muy distinta. Concluye el día con el toque del Shofar que nos llama a reconectarnos con la vida. Luego de ingerir algún alimento después del ayuno lo primero que haremos será fijar la primera estaca de la Sucá en la que moraremos durante una semana. No hay tiempos neutros o estás muerto o estás vivo. El mundo de los vivos implica movimiento.

Sucot es llamado Zman Simjatenu, el tiempo de nuestra alegría. ¿Qué tiene de alegre vivir en una precaria choza que en su fragilidad puede ser arrasada por cualquier modesta o fuerte tormenta?

Nuevamente solo la fe hace la diferencia. No hay certeza. Aprender a vivir con alegría la incertidumbre y cada instante como el primero y el último, es el verdadero y pleno sabor de la vida.

Reconectarnos con lo importante y genuino es lo único que puede proporcionar una alegría sostenible. La fe no cambia la realidad, cambia nuestra realidad.

Escuche estas reflexiones y que más allá de los vientos externos y tal vez por ellos mismos, sepamos ser agradecidos y estar alegres porque estamos vivos.

Miguel Steuermann, director de Radio Jai, cofundador de la Confraternidad Judeo-musulmana, embajador para la Paz de la Coalición Humanitaria Internacional y el Consejo Universal para la Paz. Prosecretario de la Cámara de Comercio Argentino-israelí y director de relaciones internacionales de la ONG 18 de diciembre por el migrante.