El Gobierno argentino mostró pruebas contundentes de quién fue el jefe operativo de los atentados en 1992 y 1994 

En 1994 se le perdió la pista. Su involucramiento en otros atentados, demostrado hoy, concluyen que se transformó en jefe de operaciones de Hezbollah en la región. Bullrich lo anunció junto a la SIDE, quien obtuvo la información del Mossad. 

Por Silvia Mercado

En lo que puede considerarse como el primer salto cualitativo desde el asesinato de Alberto Nisman sobre los atentados financiados por Irán en la Argentina, se conoció información crucial sobre quien se transformó en el jefe de operaciones de Hezbollah en América latina y viene asolando a las democracias de la región bajo la protección de países cómplices con el régimen chiita como Venezuela y Bolivia. 

“Quien compró y preparó la camioneta que provocó el atentado contra la embajada de Israel en la Argentina se llama Hussein Ahmad Karaki y está vivo en el Líbano”, dijo la ministra de Seguridad Patricia Bullrich en la conferencia de prensa que realizó junto al titular de la SIDE, Sergio Neiffert y al director nacional de Inteligencia Criminal, Carlos Ferrer Picado. Agregó que fue el jefe del operativo del atentado a la AMIA y otros en Colombia, Bolivia, Triple Frontera y fue el ideólogo de la Operación Trapiche, en Brasil, que reclutó personal para atentar contra objetivos judíos en el país vecinos. 

El nombre de Karaki circula en distintos informes por lo menos desde 2022, pero ahora se comprobaron sus movimientos y su involucramiento en otros atentados, lo que permite concluir que se fue transformando en el jefe de la operación regional de Hezbollah. 

Informó  que el Gobierno argentino enviará una carta a la Embajada de Líbano solicitando colaboración para esclarecer los atentados y prevenir nuevos ataques. 

También anticipó que solicitará a la Procuración de la Nación que arbitre los medios para concretar la captura internacional de Karaki mediante la emisión de una circular roja de Interpol, y así poder juzgarlo en ausencia. 

Karaki tuvo varios nombres y también varios documentos. Llegó a la Argentina como Alberto León Nain, de nacionalidad colombiana, que fue el nombre usado en Argentina “durante su rol a cargo de comandos logísticos y operativos en 1992 (Embajada) y 1994 (AMIA)”, dice el informe que presentó el Ministerio de Seguridad. También en la región es conocido por “Abu Ali”, “Rami” o “Saad Az Aidin”. 

El pasaporte colombiano era falso. En cambio, el pasaporte que le dio el régimen chavista fue legal, tal como se demostró en la documentación respaldatoria que se presentó ante los periodistas, otorgado por el Servicio Administrativo de Identificación de Barquisimeto. Se le dio una nueva identidad, huella digital y naturalización el 31 de enero de 2008. 

Lo que informó Bullrich es que los servicios de inteligencia perdieron las pistas de Karaki en el 1994, después del atentado a la AMIA, y no se supo nunca nada más de él, hasta ahora. 

Trascendió que ante el avance de las Fuerzas de Defensa Israelí (FDI) sobre Líbano después de las operaciones que terminaron con la vida de Hassan Nasrallah, líder de la organización terrorista Hezbollah, se abrieron nuevos canales para obtener información de inteligencia, lo que permitió a la agencia Mossad a confirmar que el jefe terrorista para América Latina está vivo y en el Líbano. 

A través de la SIDE argentina, esta información llegó al Ministerio de Seguridad, que completó una tarea crucial en materia de seguridad para confirmar con documentación respaldatoria la presencia de quien se creía era Naim, sus movimientos entre 1992 y 1994, y la virtual desaparición del terrorista de la inteligencia. 

Radio Jai quiso saber si la operación de Hezbollah en la región está terminada y Bullrich aseguró que “no podemos decir que la organización está totalmente descabezada -en la región-, pero le estamos dando un fuerte golpe al exhibir su foto y demostrar quién es y dónde está”. 

“Hoy venimos a aportar el dato de que la persona de Hezbollah que compró la bomba lo hizo a nombre de Elías Ribeiro Dalush, con documento brasileño falso número 34031567 y que, unas horas antes del atentado, salió por el Aeropuerto Jorge Newbery de la ciudad de Buenos Aires, rumbo a Foz de Iguazú”, precisó la Ministra. 

En la conferencia de prensa, Bullrich mostró solidez y calidad en la información que brindó y anticipó que otros datos quedaron en reserva, por motivos de seguridad.  

¿Es que se sabe exactamente dónde está Karaki y las FDI podrían apresarlo? ¿O habrá chances de intervenir en las cuentas a través de la Unidad Fiscal de Crimen Organizado? ¿Habrá noticias sobre la operación de Hezbollah en América latina que permita concebir el final de la organización terrorista en nuestros países? 

Lo único que es seguro, por ahora, es quien es “considerado un peligro para la región” está en la mira y ya no podrá actuar con la impunidad con que lo viene haciendo desde 1992.