Medios – La guerra en imágenes que está ganando la Yihad

Orli Peter, la neuropsicóloga que fundó la Iniciativa de Sanación de Israel, una asociación dedicada a tratar el trauma con un enfoque innovador basado en la neuroestimulación, está sorprendida por el cambio de imagen del líder yihadista sirio Mohamed al-Jolani, quien, después de conquistar Damasco a principios de este mes, fue descrito como un “revolucionario en chaquletas” por CNN, y elogiado en otros periódicos por sus valores de “tolerancia” y “pluralismo”. mientras que el Consejo de Relaciones Americano-Islámicas presentó su marcha sobre Damasco como una victoria para la “justicia y la libertad”.

En un artículo publicado por The Jewish Chronicle, el neuropsicólogo se pregunta cómo es posible que los medios de comunicación no puedan ver lo que está frente a sus ojos, a pesar de que un informe reciente de la Sociedad Henry Jackson mostró cómo los medios de comunicación han abrazado los prejuicios antiisraelíes a gran escala.

Un portavoz de la Yihad Islámica Palestina, Tarek Abu Shaluf, explicó cómo le enseñaron a crear narrativas falsas sobre la guerra de Gaza precisamente para apelar a los valores humanitarios occidentales: “Los medios internacionales son diferentes de los medios árabes. Se centran en cuestiones humanitarias. No les hablamos con el lenguaje de la violencia, la destrucción y la venganza”.

En todo Oriente Medio se están orquestando operaciones bien pensadas que, según explica Peter, demuestran unas habilidades de empatía cognitiva excepcionales, que se utilizan para manipular nuestras emociones. La empatía cognitiva es la capacidad de comprender y dar forma con precisión a los pensamientos, sentimientos y valores de los demás. En cierto sentido, escribe, es como entrar en el algoritmo de otra persona para entender cómo piensa y cómo se siente, y así poder predecir sus reacciones. La empatía cognitiva se construye, mientras que la empatía emocional es involuntaria. La empatía cognitiva se utiliza para manipular la empatía emocional de los occidentales: los militantes han aprendido a presentar su causa como alineada con los valores humanitarios occidentales, seleccionando cuidadosamente una imagen de campeones de la libertad y la justicia. Una dinámica arraigada en relaciones de poder asimétricas en las que los grupos más débiles a menudo desarrollan una comprensión de quién es más poderoso. Por lo tanto, los occidentales sólo tienen una comprensión vaga, incompleta y distorsionada del funcionamiento de los militantes.

Muchos occidentales, particularmente aquellos que viven libres de guerra o violencia, así como muchos de los estudiantes que protestan en los campus universitarios en los Estados Unidos y más allá, simpatizan con los militantes como “víctimas”.

Ese mismo portavoz de la Yihad Islámica Palestina admitió que cuando un cohete impactó en el hospital árabe Al-Ahli de Gaza en octubre de 2023, los terroristas sabían que era uno de los suyos, pero describió las muertes como un desastre humanitario causado “por la ocupación”.

Orli Peter escribe: “Después del 7 de octubre, vi cómo esta guerra psicológica yihadista tiene un impacto en la recuperación del trauma (…) Esta propaganda ha sido interiorizada por los judíos, que se sienten ‘avergonzados’ de la posición de ‘ocupantes’, y los jóvenes son particularmente sensibles a esto y más propensos a simpatizar con Hamas”.

La empatía del dolor es una reacción emocional visceral al sufrimiento: el cerebro humano está predispuesto a responder a la imagen de un niño que sufre, más que a las estadísticas de millones de personas, y son imágenes que influyen en la forma de trabajar del niño.de nuestro cerebro, empujándolo a la empatía emocional.

Hamás y sus simpatizantes son muy hábiles en explotar estos mecanismos inundando los medios de comunicación con imágenes reales o manipuladas de niños muertos, siempre presentados como víctimas palestinas de Israel. Los líderes han declarado abiertamente que más muertes benefician a su causa. Aumentar el número de víctimas civiles instruyendo a los habitantes de Gaza para que ignoren las advertencias de evacuación israelíes o impidiendo físicamente las evacuaciones es una estrategia específica.

Las imágenes del sufrimiento de los gazatíes se envían a los medios de comunicación occidentales, mientras que los videos de tortura y asesinato de israelíes llegan a los militantes judíos, para darles nueva energía a la división y manipulación de las víctimas.

Nuestra empatía se convierte en una herramienta de manipulación, la única posibilidad que tenemos, concluye Peter, es refinar nuestras habilidades cognitivas para resistir la propaganda, anclando nuestras respuestas emocionales a una comprensión más cuidadosa y precisa de los hechos. Del mismo modo, la imagen de los revolucionarios de traje y corbata a favor de la paz debe examinarse en el contexto más amplio de la violencia y la manipulación extremistas.