Judíos y kurdos: una conexión histórica que resurge en el complejo panorama de Medio Oriente – Natalio Steiner

En las vísperas del comienzo de un nuevo año gregoriano, el profesor Natalio Steiner exploró las profundas conexiones históricas y culturales entre los judíos y los kurdos, destacando la importancia de estos vínculos en el contexto geopolítico actual. Steiner recordó que durante el exilio babilónico en el siglo VI aEC, muchos judíos se establecieron en Mesopotamia, incluyendo la región que hoy conocemos como Kurdistán. Allí, estas comunidades florecieron durante siglos, desarrollaron costumbres únicas y una convivencia armoniosa con los kurdos, a pesar de episodios de persecución.

Durante las décadas de 1940 y 1950, tras la creación del Estado de Israel, la mayoría de los judíos kurdos emigraron al nuevo estado como parte de la Operación Esdras y Nehemías. Hoy en día, unos 200.000 judíos de origen kurdo residen en Israel, conservando sus tradiciones culturales y fortaleciendo su identidad en el seno de la sociedad israelí. Este legado cultural ha servido como puente para los vínculos estratégicos entre Israel y los kurdos.

En el ámbito político, Steiner destacó el apoyo militar e inteligencia que Israel brindó a los kurdos durante las décadas de 1960 y 1970 para contrarrestar a regímenes hostiles como el de Saddam Hussein. Sin embargo, factores como las ambiciones territoriales de Turquía y la oposición de Irán han complicado el fortalecimiento de estas relaciones en los últimos años, limitando los avances hacia una cooperación oficial más sólida.

Cerrando la entrevista, Steiner reflexionó sobre cómo la estrategia periférica de David Ben Gurión, que buscaba alianzas con grupos no árabes para contrarrestar las amenazas en la región, podría ser clave en la actualidad. “El vínculo entre judíos y kurdos es un ejemplo fascinante de cómo las historias de diferentes pueblos pueden entrelazarse más allá de las divisiones geográficas y religiosas”, concluyó el académico.