Oportunidad única en la vida: derrotar al régimen opresivo de Irán
Gracias a la defensa estratégica de Israel, Irán se encuentra en su posición más vulnerable desde la Revolución Islámica de 1979.
Por el Dr. Majid Rafizadeh, Instituto Gatestone
Pocas veces en la historia se presenta la oportunidad de enfrentar a un régimen brutal que no sólo ha oprimido a su propia población, sino que también ha desestabilizado el mundo con el apoyo al terrorismo y a sus aliados.
El régimen iraní es una dictadura de este tipo. Durante más de cuatro décadas, este régimen ha aplastado sistemáticamente los derechos y libertades de sus ciudadanos y ha silenciado la disidencia mediante la violencia, el encarcelamiento y la ejecución.
Más allá de sus fronteras, el régimen de Irán ha actuado como una fuerza maligna, propagando la inestabilidad financiando y armando a grupos subsidiarios como Hezbolláh, Hamás y los hutíes, al tiempo que forma alianzas con regímenes hostiles a Estados Unidos y Occidente en regiones tan lejanas como China y América Latina.
Las acciones del régimen han sembrado el caos y el derramamiento de sangre en todo el mundo, dejando un rastro de destrucción y desesperación. Ahora, por primera vez en décadas, el régimen iraní se encuentra en su punto más débil, lo que representa un raro momento de unidad para que sus adversarios ataquen con decisión y garanticen un futuro a largo plazo de estabilidad y paz.
No se pueden exagerar las consecuencias de perder esta oportunidad. La historia proporciona una clara advertencia de lo que sucede cuando se da la oportunidad a los regímenes belicosos de recuperarse.
Un buen ejemplo es el “acuerdo nuclear” de 2015 negociado bajo la presidencia de Obama. Justo cuando la economía de Irán se derrumbaba bajo el peso de las sanciones internacionales, el acuerdo de Obama permitió al régimen tener un número ilimitado de armas nucleares después de aproximadamente una década.
El acuerdo también proporcionó a Irán un importante alivio económico y legitimidad global. Este salvavidas no solo rejuveneció al régimen, sino que también le permitió expandir sus actividades hegemónicas.
Miles de millones de dólares fluyeron a las arcas de Irán, alimentando el crecimiento de organizaciones terroristas como Hamas, Hezbollah y los hutíes, todos los cuales llevaron a cabo ataques devastadores en todo el Medio Oriente.
Irán también fortaleció sus lazos con Rusia al proporcionar armas, lo que exacerbó la guerra en Ucrania.
El resurgimiento del poder de Irán, mientras se negaba a ayudar a su propio pueblo -653 de los cuales ejecutó en solo un año, 2023- culminó en actos de violencia.
Estos incluyen las masacres de Hamas en Israel, cuando la organización terrorista asesinó a más de 1.200 personas el 7 de octubre de 2023 y tomó a 251 personas más como rehenes, y un ataque directo iraní contra el estado judío.
Esta trayectoria refleja la de la Alemania de Hitler, que, después de que se le permitiera rearmarse, desató una devastación a una escala sin precedentes. Habría sido mucho menos costoso en vida y en dinero haber detenido a Hitler antes de que cruzara el Rin.
La lección es clara: ofrecer concesiones a esos regímenes sólo retrasa el inevitable conflicto, al tiempo que da al adversario más tiempo para construir y fortalecer sus capacidades militares.
Hoy, gracias a la defensa estratégica de Israel, Irán se encuentra en su posición más vulnerable desde la Revolución Islámica de 1979. El régimen y sus representantes, Hamás, Hezbolláh y los hutíes, han sufrido pérdidas devastadoras.
Las campañas militares israelíes han reducido significativamente la capacidad del régimen para proyectar poder y desestabilizar la región.
El mes pasado, el aliado más fuerte de Irán en la región, el régimen de Assad en Siria, también colapsó, en parte debido al debilitado estado de Hezbolláh, que ya no podía apuntalar al gobierno de Assad.
Con sus representantes y aliados en desorden, la influencia regional de Irán se ha erosionado. Este cambio geopolítico crea una ventana de oportunidad que no debe desperdiciarse.
A nivel interno, Irán también enfrenta desafíos sin precedentes que amenazan su control del poder. El descontento público ha alcanzado niveles sin precedentes, con muchos ciudadanos de todos los ámbitos de la vida pidiendo un cambio de régimen. Desde las mujeres jóvenes hasta los trabajadores, el pueblo iraní está unido en su llamamiento a la libertad y la justicia.
La incapacidad del régimen para proporcionar servicios básicos no ha hecho más que aumentar la ira de su población, ofreciendo así una oportunidad histórica para desmantelar la maquinaria opresiva del régimen.
La pregunta ahora es si Occidente aprovechará este momento o permitirá que se le escape. A los mulás de Irán seguramente nada les encantaría más que llegar a un acuerdo con la administración entrante de Trump que les permitiera permanecer en el poder, construir sus armas nucleares y desatarlas en una fecha posterior.
La infraestructura nuclear y las instalaciones de investigación de Irán deben ser desmanteladas o destruidas para evitar que se convierta en un Estado con armas nucleares capaz de amenazar la seguridad mundial.
Su infraestructura de extracción de petróleo y gas, que es la principal fuente de financiación de sus actividades terroristas y de su represión interna, debe ser incapacitada para cortar sus líneas de vida financieras.
Al mismo tiempo, Occidente debe apoyar firmemente al pueblo iraní y ofrecer un apoyo fuerte e inequívoco a sus aspiraciones de cambio de régimen.
Los líderes de Occidente deben seguir el ejemplo del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien ha expresado valientemente su apoyo a la población iraní oprimida, tal vez impulsando un movimiento que finalmente pueda poner fin a décadas de tiranía.
El apaciguamiento y la inacción frente a la tiranía solo ayudan a intensificar un conflicto. Sobornar a los adversarios para que se detengan solo proporciona fondos, que financian a sus fuerzas armadas para que puedan atacarnos más tarde con armas más grandes.
Así es como Corea del Norte e Irán construyeron sus programas de armas nucleares. La de China fue construida por inversión directa: un regalo del Tío Sam para matarnos.
Por favor, asegurémonos de que la brutal tiranía teocrática de Irán desaparezca para siempre. Mientras esté en el poder, nunca habrá un futuro pacífico para el Oriente Medio.
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