Una cinta en el pelo para eludir la prohibición

La tenista israelí Lina Glushko (217ª del ranking mundial) para su debut en el Open de Australia quiso saltar a la pista con el pin con el lazo amarillo prendido en su camiseta.

Se suponía que era una pequeña señal de solidaridad con los 100 rehenes que aún están en manos de Hamas y sus familias. La organización del torneo, sin embargo, le prohibió el bandera: “Es un símbolo político”, le dijeron. Y por lo tanto viola las reglas. Sin embargo, Glushko ha encontrado una forma de eludir la regulación. En el reto en la arcilla roja de Melbourne contra la francesa Léolia Jeanjean (149 del mundo), la tenista israelí se presentó con el pelo recogido por un auténtico lazo amarillo. “Perdió el partido en el campo, pero ganó el moral”, comentaron los portales deportivos israelíes, aplaudiendo el gesto.

A pesar de un comienzo prometedor, Glushko, de 24 años, fue derrotada por su oponente en el tercer set. El primero lo había ganado claramente la israelí, dando esperanzas a su afición: un 6 a 1 sin mucho esfuerzo. En el segundo set, sin embargo, Jeanjean reanudó el juego y le dio la vuelta a la situación. Primero superó a Glushko por 6 a 2 y luego cerró el partido con un 6 a 1 sin apelaciones.

A Melbourne, el tenista israelí llegó emocionado tras la mala experiencia en Nueva Zelanda. Su partido contra la campeona japonesa Naomi Osaka fue suspendido dos veces debido a los cánticos antiisraelíes provenientes del exterior del estadio de Auckland. El partido se reanudó y Glushko perdió ante Osaka por 6-4, 6-4, pero dijo que estaba muy amargada por lo que sucedió fuera de la cancha. “Voy a muchos lugares del mundo y veo a personas que no entienden por qué se manifiestan. No tienen conocimiento de lo que está sucediendo en Israel, y se comportan de esta manera para convencerse a sí mismos de que están haciendo algo por la paz”, dijo el tenista en una entrevista con la emisora Kan.