La indignación crece a medida que el costo de vida de Israel se eleva un 38% por encima de las naciones desarrolladas

Los costos de la electricidad también están aumentando un 3.5%, mientras que las tarifas del agua aumentan un 2% y los impuestos a la propiedad que aparentemente se cobran al inquilino también están aumentando.

Los burócratas israelíes enfrentaron duras críticas el lunes durante una polémica audiencia del Comité de Control Estatal que expuso la lucha del gobierno para abordar el aumento vertiginoso del costo de vida.

El Consejo Económico Nacional presentó una evaluación aleccionadora que revela que los precios en Israel son un 38% más altos que en otras naciones desarrolladas, y que algunos sectores alcanzan una prima del 52%.

Si bien el presidente del Consejo, el profesor Avi Simhon, reconoció que “la realidad no es buena”, su defensa se apoyó en gran medida en excusas como la “política gubernamental” y los “impuestos muy altos”.

El representante del Banco de Israel, el Dr. Sigal Ribon, argumentó que la inflación se habría normalizado si no fuera por la guerra.

Aunque la inflación de Israel ha caído desde su máximo del 5,4% al 3,4% en los últimos meses, las nuevas medidas fiscales del gobierno para 2025 podrían revertir este progreso y mantener los tipos de interés altos.

El impuesto al valor agregado (IVA) se ha incrementado del 17% al 18%, lo que incluso el funcionario del Ministerio de Finanzas, Uriel Shem Tov, admitió que nadie quería, pero afirmó que era necesario debido a los costos de la guerra.

“Profesionalmente hablando, el Ministerio de Finanzas no apoya el aumento del impuesto sobre la renta. No puedo decir que subir el IVA sea una buena medida, pero esa fue la alternativa que se eligió”, dijo.

“Aumentamos el impuesto a las empresas unipersonales y a las sociedades de cartera de tal manera que los propietarios de las empresas lo sientan. Esto representa unos ingresos de unos 10 millones de NIS para la tesorería del Estado en 2025”.

Los costos de la electricidad también están aumentando un 3.5%, mientras que las tarifas del agua aumentan un 2% y los impuestos a la propiedad que aparentemente se cobran al inquilino también están aumentando.

La mayoría de las ciudades están subiendo las tasas en un 5,2%, y Jerusalén va aún más lejos al apuntar a los edificios más nuevos construidos desde 2020 con aumentos adicionales.

“Las subidas de impuestos crearán un muro social que impedirá que todas las poblaciones desfavorecidas superen la crisis. Hay que cambiar todo el enfoque económico”, dijo el director de Latet, Gilles Darmon.

Después de horas de idas y venidas burocráticas, la solución del comité siguió un patrón familiar que los israelíes están demasiado acostumbrados a ver: formar otro grupo de trabajo, encargar más estudios y volver a reunirse en seis meses.

Con más de 1 millón de niños viviendo en la pobreza, esa línea de tiempo ofrece poca esperanza mientras se van a la cama con hambre esta noche.

Fuente: Noticias de Israel