Una guerra de dilemas – Luciano Mondino

Israel empieza a hacer públicas ya no sólo las inquietudes respecto a los incumplimientos de Hamas al acuerdo, sino también al estado de los noventa secuestrados que todavía están retenidos en Gaza. El portavoz de las FDI, Daniel Hagari, expresó la preocupación por el destino de la familia Bibas.

Por Luciano Mondino

​La segunda ronda de liberación de secuestrados volvió a estar sumergida entre las tensiones intencionalmente provocadas por la organización terrorista Hamas y por el deleznable montaje que intentó mostrar a las mujeres israelíes sonrientes tras pasar 477 días secuestradas en Gaza. Horas antes de comenzar el último Shabbat, la publicación de la lista con los cuatro nombres que serían liberados este sábado encendió las alarmas en todo Israel.

​El acuerdo firmado a principios de enero con la intermediación de Qatar estipulaba un alto el fuego y la liberación de 33 secuestrados, entre vivos y muertos, a cambio de cientos de terroristas palestinos presos en Israel en un plazo de 42 días. Según lo pactado, las mujeres civiles debían ser liberadas con prioridad.

​Otra vez Hamas incumplió. Publicó una lista con los nombres de Naama, Liri, Karina y Daniela las cuatro observadoras que fueron secuestradas de la base de Nahal Oz el 7 de octubre después de que 15 de sus compañeras fueran brutalmente asesinadas.

Naama Levy fue obligada a subirse a la parte trasera de una camioneta en medio de empujones e insultos y con su pantalón lleno de sangre. La imagen de Naama siendo secuestrada se convirtió en un ícono de la lucha contra la utilización de la violencia sexual y la vejación como armas de guerra.

​¿Por qué Hamas no entregó este sábado a Arbel y Shiri? Arbel Yahud, de 29 años, fue secuestrada junto a su novio israelí-argentino Ariel Cunio del kibutz Nir Oz. En Israel hay información de que Arbel está viva, pero no en manos de Hamas sino de otra de las organizaciones terroristas que operan dentro de la Franja de Gaza: la Yihad Islámica Palestina.

​La familia de Shiri y Yarden, los padres de Ariel y Kfir, sintieron que el mundo se les derrumbó cuando leyeron que los nombres de sus seres queridos no estaban en esta lista.

Los bebés colorados, como se los conoce en las redes sociales y en todo Israel, se volvieron un emblema en la lucha por el retorno a casa de los secuestrados. Los Bibas no estarían tampoco en manos de Hamas, sino del Frente Popular de Liberación Palestina, otra organización terrorista de menor rango que opera dentro de la Franja de Gaza.

La mañana del sábado, cuando las cuatro mujeres ingresaron en Israel, el portavoz de las FDI, Daniel Hagari, expresó la preocupación por el destino que esta familia haya podido tener.

​Hay un principio en la sociedad israelí que es irrenunciable y dice que nadie debe quedar atrás. Israel conoce las consecuencias de liberar a cientos de terroristas palestinos a cambio de los ahora noventa secuestrados, pero también conoce las consecuencias y los altísimos costos humanos de dejar atrás a los ahora noventa secuestrados que están en manos de los terroristas de Gaza.

​Mientras está por vencer el alto el fuego en el Líbano y en Israel se presume una intensificación de los ataques con Hezbollah, en todo Medio Oriente se está rediseñando un nuevo estatus quo que puede no ser favorable para Israel en los próximos años.

​Otra vez somos testigos de la abismal diferencia de una sociedad democrática que quiere traer a casa a sus hijos frente a una organización terrorista y criminal que tiene, desde hace 478, cautivo a un bebé de ahora dos años. Israel, que durante décadas fue Atenas, está lista para ser Esparta. Y debe estarlo para lanzar cualquier ataque punitivo frente a cualquiera de sus enemigos.

​En esta guerra de dilemas, en la que las potencias occidentales decidieron abandonar a Israel, la sociedad israelí está frente a la titánica tarea de supervivencia y de liberar, cuanto antes, a los secuestrados que están todavía en el infierno de Hamas. Probablemente el acuerdo se sostenga, pero las líneas rojas que Hamas está intentando traspasar se visualizan, con cada vez más facilidad, en el horizonte.

Nota exclusiva para Radio Jai

Luciano Mondino es Licenciado en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales por la Universidad Católica de La Plata. Master en Política Internacional por la Universidad Complutense de Madrid. Sus principales líneas de investigación son sobre islamismo, Terrorismo y Crimen Organizado.

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