Una exposición cuenta la historia del Gran Muftí amigo de Hitler y Mussolini

La exposición Más allá de las fronteras del Reich, inaugurada el pasado domingo en el Museo Judío de Bolonia, aborda un tema poco recordado por la historiografía.

A través de un recorrido en varios paneles, llenos de documentos e imágenes, los historiadores Claudio Vercelli y Francesca Sofia relatan la vida del Gran Muftí de Jerusalén Amin al-Husseini y su intento, a través de una alianza cada vez más estrecha con el nazismo y el fascismo, de poner fin a la presencia judía en la entonces Palestina del Mandato, el futuro Estado de Israel.

Una meticulosa reconstrucción histórica, con algunas consideraciones que vinculan pasado y presente en el apéndice. Porque, coinciden los editores, el Gran Muftí fue sin duda un precursor, aunque atípico desde el punto de vista doctrinal, “del radicalismo islamista de nuestro tiempo” y aunque “es difícil trazar una línea de continuidad entre su prédica y el nacimiento del movimiento Hamas en 1988, la derivación de los Hermanos Musulmanes es común”.

“Es una exposición compleja, ya que busca restaurar toda la complejidad de los escenarios geopolíticos, socioeconómicos y culturales que caracterizaron el universo de Oriente Medio de Palestina bajo el mandato británico”, dijo el nuevo director del museo, Ivan Orsini.

La exposición ofrece una visión general y, señala Orsini, compara el nacimiento en la región “de dos grupos nacionalistas, el judío sionista y el árabe musulmán, que coexistieron en el mismo territorio a menudo en formas conflictivas”. Fue entonces, subraya, cuando “la figura de Amin al-Husseini emergió del notabilado de Jerusalén”.

No tuvo éxito en su intento genocida, pero su “mensaje” todavía tiene un seguimiento significativo. Para Guido Ottolenghi, presidente del museo, hay dos legados del muftí amigo de Hitler y Mussolini. El primero “es el maximalismo, la teoría del ‘todo o nada’ que provocó ya entonces el rechazo de los árabes a la partición del Mandato Palestino”. El segundo “es haber introducido en el discurso político árabe los temas del antisemitismo nazi y la idea de que eliminar a los judíos era una muy buena idea”.