El día 503

El día 472 o 473 le dije a un rabino amigo que si los niños Bibas aparecían con vida diría la bendición por los milagros. Mi propósito sigue en pie. Esta es mi reflexión en torno al tema:

El lunes contamos 500 noches sin día para los rehenes todavía retenidos en Gaza.
Mañana jueves contaremos 503 noches sin día. ¿Qué son 3 días en 500?
Si, tal como anuncia Hamas, mañana serán entregados los cuerpos de Shiri, Ariel, y Kfir Bibas, el salto de 500 a 503 será un abismo.
Parafraseando al Rabi Najman de Breslev, mañana todo el mundo será un puente angosto y lo importante será no temer a nada. La pregunta en este caso es: ¿dónde está el puente angosto?
A los israelíes, y los judíos en general, no nos faltan momentos así: momentos de trauma.

Oct7 ha quedado asociado con ese concepto; la Intifada en el año 2000; el asesinato de Rabin en 1995; la declaración del Sionismo como Racismo en la ONU en 1975; el Altalena en 1948.

Cada uno de esos momentos modificó la historia de Israel y el pueblo judío. No sé cómo terminaremos el jueves ni cómo amaneceremos el viernes, incluso con la expectativa de más rehenes vivos que serán liberados durante Shabat. Ni quiero ni podría aventurar conjeturas.
La imagen de los niños Bibas ha inundado internet durante estos casi dieciocho meses, han dado lugar a la esperanza y a la especulación, que en definitiva son variantes del miedo y la incredulidad. Todavía leo tuits esperando el milagro. Creo que ya queda poco que esperar.

Mañana, el día 503, todos los relojes volverán al 7 de octubre de 2023.
El día 504 ya será otro día; el día 505 seguramente haya nuevos liberados. Después, quién sabe. La única certeza será que quienes más tenían por vivir tiñeron nuestra existencia de rojo.