Reconstruir Gaza no tiene sentido si no se erradica a Hamás
Mientras los líderes árabes y occidentales continúan discutiendo planes para reconstruir la Franja de Gaza, el grupo terrorista palestino Hamás, respaldado por Irán, ha rechazado nuevamente deponer las armas.
Para Hamás, preservar sus armas y su ala militar, Izz a-Din al-Qassam, es aparentemente más importante que la reconstrucción de miles de casas y edificios destruidos durante la guerra entre Hamás e Israel, que estalló después del sangriento ataque del grupo terrorista contra Israel el 7 de octubre de 2023.
“Desarmar a Hamás es cruzar una línea roja”, dijo el 4 de marzo un alto funcionario de Hamás, Sami Abu Zuhri, quien añadió que su grupo no aceptará intercambiar sus armas por la reconstrucción de la Franja de Gaza y la reanudación de la ayuda humanitaria.
Abu Zuhri calificó de “tonterías” las conversaciones sobre el desarme de Hamás y subrayó que las armas son una línea roja para Hamás y todas las facciones terroristas en la Franja de Gaza. “Las armas no son objeto de negociación”, afirmó.
Sus comentarios fueron repetidos por varios otros funcionarios de Hamás que enfatizaron en declaraciones recientes su rechazo total al desarme.
Los funcionarios también subrayaron que Hamás se opone a la deportación de sus miembros de la Franja de Gaza.
El portavoz de Hamás, Hazem Qassem, dijo que la exigencia de Israel de que su grupo sea evacuado de la Franja de Gaza es una “guerra psicológica ridícula”. Añadió: “La retirada [de Hamás] [de Gaza] o el desarme son inaceptables”.
Las declaraciones de Hamás se dirigen no sólo a Israel y a Estados Unidos, que apoyan la idea de desarmar al grupo terrorista y sacarlo del poder, sino también a los países árabes que hablan de reconstruir la Franja de Gaza y establecer allí un nuevo órgano de Gobierno.
Los jefes de Estado de varios países árabes se reunieron el 4 de marzo en la capital egipcia, El Cairo, en una cumbre de la Liga Árabe, para discutir los planes de reconstrucción de la Franja de Gaza. Según Reuters, los líderes árabes iban a discutir un plan egipcio que contemplaría la creación de una “Misión de Asistencia a la Gobernanza” que reemplazaría a Hamás en la Franja de Gaza durante un período provisional no especificado y sería responsable de la ayuda humanitaria y de iniciar la reconstrucción del enclave costero.
Lamentablemente, no será posible establecer un nuevo Gobierno en la Franja de Gaza mientras Hamás mantenga allí su capacidad militar. La presencia de Hamás durante la reconstrucción sólo provocará el surgimiento del modelo del Líbano: Hezbollah, otro grupo terrorista iraní, simplemente creó un Estado terrorista dentro de otro Estado.
Si el supuesto plan egipcio se materializa, permitirá a Hamás funcionar como una potencia política y militar paralela a la propuesta Misión de Asistencia a la Gobernanza en la Franja de Gaza.
Peor aún, tener un nuevo Gobierno que supervise la reconstrucción y las labores humanitarias en la Franja de Gaza mientras Hamás sigue allí eximiría al grupo terrorista palestino de sus responsabilidades hacia los residentes de Gaza. El nuevo Gobierno no podría impedir que Hamás se rearme, se reagrupe y prepare más ataques contra Israel, como Hamás ha prometido incansablemente que hará.
El nuevo Gobierno estaría ocupado reconstruyendo viviendas y rascacielos y entregando ayuda humanitaria, mientras Hamás y los otros grupos terroristas tendrían todo el tiempo del mundo para reconstruir túneles y fabricar armas.
Si los árabes están verdaderamente dispuestos a ayudar a los habitantes de la Franja de Gaza, deben insistir en el desarme de Hamás y en su eliminación del poder. La Autoridad Palestina, que ha expresado su disposición a regresar a la Franja de Gaza, también debe plantear la misma exigencia.
El regreso de la AP a la Franja de Gaza tampoco es una gran idea. La AP gobernó la Franja de Gaza entre 1994 y 2007, pero no logró controlar a Hamás y otros grupos terroristas, incluida la Yihad Islámica Palestina (YIP), respaldada por Irán. Como resultado, Hamás se hizo tan fuerte que logró tomar el control total de la Franja de Gaza y derrocar violentamente a la AP en el verano de 2007.
Quien crea que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, ordenará a sus fuerzas de seguridad que tomen medidas enérgicas contra los grupos terroristas si regresa a la Franja de Gaza, vive en otro planeta. Las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina no han logrado impedir la aparición de docenas de grupos terroristas respaldados por Irán en el norte de Cisjordania en los últimos años. A fines del año pasado, un intento de las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina de desarmar a docenas de hombres armados de Hamás y la Yihad Islámica Palestina en el campo de refugiados de Yenín, en el norte de Cisjordania, resultó infructuoso, lo que llevó a las Fuerzas de Defensa de Israel a lanzar una importante operación antiterrorista allí y en otros dos campos.
A Hamás nunca le importó el bienestar de los palestinos bajo su dominio en la Franja de Gaza. El grupo terrorista podría haber construido escuelas, universidades y hospitales, pero en lugar de ello optó por invertir millones de dólares en la construcción de una vasta red de túneles para atacar a Israel, contrabandear y ocultar armas y torturar a rehenes israelíes.
Es más, Hamás decidió invertir muchos millones de dólares en la fabricación y el contrabando de armas, incluidos cohetes, misiles y dispositivos explosivos que se utilizaron para atacar a Israel, antes y después de la masacre del 7 de octubre.
Hamás y sus patrocinadores en Irán no han traído más que muerte y destrucción a los palestinos, tanto en Cisjordania como en la Franja de Gaza. La reconstrucción de la Franja de Gaza y la reanudación de la ayuda humanitaria deben estar condicionadas a la eliminación de Hamás del poder y al desarme de todos los grupos terroristas de Gaza.
Hamás debería quedar completamente excluido de cualquier plan para reconstruir la Franja de Gaza, porque lo único que le importa es continuar su Jihad (guerra santa) para destruir a Israel y asesinar a tantos judíos como sea posible. Bajo el mando de Hamás, la Franja de Gaza se ha transformado en una de las mayores y más peligrosas bases para la Jihad en Oriente Medio, lo que supone una amenaza no sólo para Israel, sino también para los países árabes vecinos, incluidos Egipto y Jordania.
A la luz de las últimas declaraciones de altos funcionarios de Hamás, resulta evidente que el grupo terrorista está decidido a conservar sus armas y su poder, incluso si eso supone privar a los residentes de la Franja de Gaza de la reconstrucción y de más ayuda humanitaria. No sólo hay que expulsar a Hamás del poder, sino que hay que hacerlo desaparecer por completo.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Radio JaiKhaled Abu Toameh es un periodista galardonado que reside en Jerusalén.
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